Es lo que han votado ustedes
No s¨¦ si en un mitin de campa?a, o en una de las entrevistas que conced¨ªa en campa?a, le escuch¨¦ a Paco V¨¢zquez que en Espa?a hab¨ªa mucha gente que se consideraba clase media porque exist¨ªa el acceso libre universal a servicios de calidad como la educaci¨®n o la sanidad. Estar¨¢n todos de acuerdo en que el episodio de los comedores escolares que estuvieron cuatro meses bajo el r¨¦gimen econ¨®mico que en los ambientes populares coru?eses se conoce como el "cho debo" ("ap¨²ntamelo al cho debo, neno") es de los m¨¢s vergonzosos que se recuerdan, y nos retrotraen a las ¨¦pocas en que esos servicios no eran universales, o a los pa¨ªses donde los maestros hacen huelga porque se les adeuda medio a?o de salarios. Est¨¢n de acuerdo con lo vergonzoso del asunto hasta en el departamento auton¨®mico correspondiente, que saldaron la deuda en cuanto el tema sali¨® en los papeles. Seg¨²n argument¨® el presidente del Gobierno moroso en una entrevista de la SER, tambi¨¦n el bipartito hab¨ªa pagado tarde, mal y arrastro en su d¨ªa. Entonces no pas¨® nada o no trascendi¨®, quiz¨¢s porque entonces los ni?os estaban obligados a decir "te?o fame" y no se les entend¨ªa hasta que gozaron de la libertad para decir "tengo hambre".
Es l¨®gico que el Gobierno llame a la austeridad, lo que no se sabe es en qu¨¦ gasta lo ahorrado
Es perfectamente l¨®gico que el Gobierno auton¨®mico, como el resto de las administraciones, llame a rebato a la austeridad. Lo que no se sabe es en qu¨¦ gasta lo ahorrado. Sabemos el dinero que no hay y tenemos que intuir el que hay. No hay para pagar puntualmente la comida de los escolares, pero s¨ª lo hay para hacer encuestas chiripitifl¨¢uticas a los padres, que no sirvieron para nada porque ahora se nos preguntar¨¢ de nuevo a pie de aula. No lo hay para que los libros de texto sean de acceso universal, pero s¨ª para distribuir con magnanimidad en todos los centros un peri¨®dico que compens¨® su escasa difusi¨®n en Galicia con su denuedo en aupar a Feij¨®o a la presidencia de la Xunta. No lo hay para construir guarder¨ªas, pero s¨ª para convertir las galescolas en gali?aescolas (como dice Ant¨®n Losada). Tampoco hay cuartos para poner en marcha equipamientos sociales ya construidos por el anterior Gobierno, ni mucho menos para poner en pr¨¢ctica la Ley de Dependencia. Ahora la culpa es del Gobierno central, que no suelta el dinero, pero tampoco lo soltaba antes, cuando el candidato Feij¨®o llamaba a los perjudicados a presentar denuncias judiciales a la Xunta por la demora.
A comienzos del presente curso acad¨¦mico, un pariente m¨ªo, secretario de un colegio p¨²blico de una villa del interior, harto de las reclamaciones de un empresario local para cobrar unos suministros que le adeudaba el centro, le espet¨®: "Mire, eso es lo que han votado ustedes". No ten¨ªa raz¨®n. En primer lugar porque esa reiterada consideraci¨®n del cuerpo electoral como un ente pensante colectivo, que adjudica sabiamente mayor¨ªas escuetas para que el ganador no se conf¨ªe, o determina derrotas dulces para castigar sin hacer demasiada sangre es evidentemente falsa. Cada uno vota lo que vota, o no vota, por las razones que sea, y esa suma de razones personales se transforman y reducen a unas cifras despersonalizadas. Y en segundo lugar, porque al actual Gobierno lo sustentan menos apoyos que los que obtuvo la suma de los dos partidos de la oposici¨®n, 5.773 menos concretamente. Algo que deber¨ªan recordar unos cuando se escudan en una pelada mayor¨ªa electoral presentada como si fuese un inexorable mandato divino para justificar pol¨ªticas infumables, y otros deber¨ªan tener en cuenta para dejar de flagelarse y de hacer experimentos pol¨ªticos con gaseosa.
Y sobre todo, no tiene raz¨®n porque buena parte del electorado, de intachables e inoxidables convicciones c¨ªvico-democr¨¢ticas, lleva a?os conociendo y permitiendo las trapisondas que tachonan la indubitada decencia de nuestra clase pol¨ªtica. Y porque, como se extra?aba Alberto Moravia, curiosamente los votantes no se sienten nunca responsables de los fracasos del Gobierno que han votado.
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