Una situaci¨®n insostenible
Que esta legislatura se fue al garete debido principalmente a las trapisondas de la trama G¨¹rtel es una constataci¨®n ampliamente compartida por el estamento pol¨ªtico y medi¨¢tico valenciano. Poco y mal se puede objetar la realidad de un gobierno atascado, adem¨¢s de financieramente arruinado, y un presidente del Consell obstinado en establecer una plusmarca de viajes oficiales efectuados a los destinos y con los cometidos m¨¢s anodinos. Lo decisivo es poner distancia entre ¨¦l y las responsabilidades y preguntas que le acechan. Su oportuna dimisi¨®n le hubiera ahorrado el acoso y descr¨¦dito personal que est¨¢ sufriendo, pero a buen seguro que en ning¨²n momento contempl¨® tal opci¨®n, ni siquiera cuando es objeto generalizado de los sarcasmos y vi?etas m¨¢s despiadadas, que son la faz grotesca de esta situaci¨®n insostenible.
Pero de sus huidas m¨¢s o menos orbitales ha de regresar peri¨®dicamente para afrontar algunos tr¨¢mites ineludibles, como es su comparecencia en las Cortes para someterse a las preceptivas sesiones de control, como la de esta semana pasada, en la que a falta de novedades m¨¢s sobresalientes el Molt Honorable asegur¨® que nunca hab¨ªa dado instrucciones o consignas para que se cometiesen irregularidades. D¨¦moslo por supuesto, pero probados como est¨¢n los numerosos chanchullos llevados a cabo es l¨®gico pensar que sus subalternos se echaron al monte o ¨¦l estuvo en la inopia, incumpliendo gravemente el deber de vigilancia. Tanto m¨¢s cuando menudeaban los ya famosos regalos y se hab¨ªan anudado entra?ables v¨ªnculos con esos chorizos que abusaron de los ingenuos y desprevenidos gobernantes, al decir del PP. Menudo morro que tienen los angelitos.
Tampoco resulta novedosa la reiterada referencia del jefe del Consell -y de no pocos de sus cofrades- a la bondad de los sondeos electorales para con su partido, como si estos muestreos que le son proclives a pesar de los pesares, o los mismos votos que en su d¨ªa coseche, le otorgasen impunidad penal y pol¨ªtica. Por obvio se sabe que una cosa son los votos y otra la democracia, pues aquellos deciden las personas que han de gobernar, pero son estas las que lo hacen, y en su mano est¨¢ aplicarse a ello con limpieza o ceder a la corrupci¨®n en sus innumerables versiones, cual es el caso del PP en las comunidades que gobierna. Nadie le puede negar al presidente Francisco Camps su legitimidad democr¨¢tica, pero s¨ª se?alarle que la tiene seriamente cuestionada, por m¨¢s que sea provisionalmente beneficiario de la laxitud -o algo peor- judicial. A este respecto, el pr¨®ximo d¨ªa 12 de mayo tiene una cita con el Tribunal Supremo que, a nuestro parecer, es m¨¢s relevante para su partido que para ¨¦l mismo, aparcado ya en v¨ªa muerta.
La glosa de estos asuntos p¨²blicos nos desv¨ªa en esta ocasi¨®n de otros no menos p¨²blicos y m¨¢s gratificantes, como es la Feria del Libro en los Viveros de Valencia, esa cita de autores y lectores profesos de la Galaxia Gutemberg. Acompa?amos el recordatorio con dos recomendaciones de las que podemos dar fe. Una es Enric T¨¤rrega. L'amant de la ciutat somiada (PUV), un recorrido pedag¨®gico por la historia de Valencia y su pasado pol¨ªtico reciente, colmado de vivencias personales de quien ha sido uno de sus protagonistas. Y la otra, M¨¦s enll¨¤ de San Francisco, de Toni Moll¨¤ (Bromera), la grata revelaci¨®n de un narrador en la plenitud de su madurez y sensibilidad. No es un anuncio, sino la noticia de dos obras que no defraudan.
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