El desaf¨ªo de los m¨¢s grandes

Alberto Contador termin¨® tercero el mi¨¦rcoles en la Flecha Valona y lo sufri¨® como una dolorosa derrota. Tal fue el baj¨®n an¨ªmico que se pudo leer en su entrecejo que un buen, y sabio, amigo no dud¨® en enviarle un mensaje, un recordatorio. No est¨¢s obligado a ganar siempre, ven¨ªa a decirle, si as¨ª fuera, ?para qu¨¦ iban a participar los dem¨¢s? Te lamentas por haber quedado tercero, como si los que te han ganado, Evans y Purito, como si todos los que pelearon en el muro de Huy fueran cojos.

Como si Evans, el campe¨®n del mundo, no hubiera necesitado siete asaltos para derrotar a la Flecha, como si Purito no hubiera terminado ya segundo en la Lieja-Bastogne-Lieja en 2009, como si Valverde, Gilbert y Andy Schleck, que andaban por ah¨ª, no fueran grandes especialistas en las cl¨¢sicas... Como si no estuvieran m¨¢s habituadas sus piernas de dinamita a mover desarrollos m¨¢s duros a m¨¢s velocidad que t¨².

El espa?ol, el mejor en vueltas por etapas, quiere reinar tambi¨¦n en carreras de un d¨ªa

Remachando en el clavo caliente, otro amigo le record¨® en otro mensaje de m¨®vil que no s¨®lo ganar la Flecha o la Lieja-Bastogne-Lieja (hoy 14.15, Eurosport y Teledeporte), las dos grandes cl¨¢sicas belgas que cierran la primavera, sino incluso hacer un podio, justifica toda una carrera ciclista; y que el que un ganador del Tour fuera capaz de imponerse o s¨®lo pelear por la victoria, en el muro de Huy, el vertical final de la Flecha, o en las alturas de Ans, donde termina hoy la Lieja, es una de las excepciones m¨¢s gozosas en la historia del ciclismo, donde tan claramente se han repartido los papeles entre especialistas en carreras por etapas y cl¨¢sicas de un d¨ªa.

Y despu¨¦s le abrumaba a datos. S¨®lo siete ganadores del Tour han ganado la Flecha alguna vez, y no de los menores: Coppi, Kubler, Merckx, Zoetemelk, Hinault, Fignon y Armstrong, nada menos. Y cinco, s¨®lo cinco, se han impuesto en la Decana, en la cl¨¢sica m¨¢s antigua, la que recorre las colinas de las Ardenas -La Redoute, La Roche aux Faucons y ocho m¨¢s- desde 1892: Scieur, en el lejano 1921, y luego s¨®lo Kubler, Anquetil (el ¨²nico monumento del gran franc¨¦s), Merckx e Hinault. Desde hace 26 a?os, pues, ning¨²n ganador del Tour gana la Lieja.

Contador lo lee, lo asimila y responde. El corredor etiquetado como el mejor del mundo en vueltas por etapas -una Vuelta, un Giro, dos Tours, entre otras muchas victorias, le han dado fama de invencible- quiere ser el mejor del mundo sin m¨¢s, acomodarse entre los grandes m¨¢s grandes, pero a¨²n duda. "Si me sent¨® mal quedar tercero en la Flecha fue, sobre todo, porque Evans y Purito me adelantaron en los ¨²ltimos 70 metros, y eso sienta siempre mal", dice. "Pero no s¨¦, Lieja es un recorrido que no conozco bien, en cambio, en la Flecha se pasaba varias veces por meta. No s¨¦ c¨®mo me encontrar¨¦, pero me gustar¨ªa hacerlo bien, siendo consciente del desconocimiento de la carrera. Ya veremos c¨®mo se da". La falta de experiencia, el desconocimiento, no tanto del recorrido -los 260 kil¨®metros belgas de hoy- como de las claves que manejan los hombres de las cl¨¢sicas, tan diferentes de las de los corredores de etapas, los que siempre se preocupan de guardar para el d¨ªa siguiente, que preocupa a Contador, para quien la campa?a de las Ardenas de este a?o es nominalmente la tercera, aunque la primera en la pr¨¢ctica -"particip¨¦ en 2006 y 2007 como relleno, para completar el equipo", dice, "no con el ¨¢nimo de disputar la victoria"- es un problema ya superado por Alejandro Valverde, que gan¨® en Lieja en 2006 y en 2008, o por Purito, gregario del murciano tantos a?os y ahora fusil libre, otros dos espa?oles con posibilidades de victoria hoy.