Una marcha en Argentina reaviva la 'guerra de las papeleras' con Uruguay

Los vecinos de Gualeguaych¨² quemaron ayer sus ¨²ltimos cartuchos para influir en la entrevista que mantendr¨¢n el pr¨®ximo mi¨¦rcoles en Buenos Aires los presidentes de Argentina y Uruguay, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner y Jos¨¦ Mujica, empe?ados en encontrar una salida a uno de los m¨¢s graves conflictos entre ambos pa¨ªses, provocado hace tres a?os y medio por la instalaci¨®n de una gran papelera en el fronterizo r¨ªo Uruguay. Convocados por su Asamblea Ambiental, varios miles de personas marcharon hasta la mitad del puente internacional que mantienen bloqueado desde entonces y mostraron su indignaci¨®n por la sentencia de la Corte Internacional de La Haya, que reconoce que el Gobierno de Montevideo viol¨® el tratado de gesti¨®n del r¨ªo, pero que no exige que la f¨¢brica se desmantele o traslade.

La papelera se mostraba ayer a pleno rendimiento, con todas sus chimeneas activas, una imagen desafiante para los vecinos del otro lado de la ribera, en Gualeguaych¨². "Nos sentimos impotentes, pero no vamos a bajar los brazos. Seguiremos luchando", aseguraba uno de los miembros de la Asamblea Ambiental, Le¨®n Carlos Cogan. "Es el Gobierno argentino el que tiene que defender nuestros derechos", insisti¨®. La decisi¨®n sobre el final del bloqueo del moderno puente fronterizo, que ha permanecido cerrado por decisi¨®n popular, sin que las autoridades argentinas hayan hecho nada para remediar la situaci¨®n, se tomar¨¢ probablemente dentro de dos semanas, despu¨¦s de la entrevista de los dos presidentes, de haber negociado con el Gobierno de Kirchner y en una asamblea "ampliada".

Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner intent¨® rebajar la tensi¨®n en los d¨ªas previos a la sentencia, pero desde que se conoci¨® el fallo de La Haya ha permanecido en silencio. El reci¨¦n elegido presidente uruguayo, Jos¨¦ Mujica, que mantiene unas relaciones personales con los Kirchner mucho mejores que su predecesor, Tabar¨¦ V¨¢zquez, pidi¨® tambi¨¦n calma y tranquilidad a los uruguayos, irritados por el cierre permanente del puesto fronterizo. Con su peculiar manera de hablar, Mujica explic¨® que ¨¦l tambi¨¦n hab¨ªa "tenido 18 a?os" y que iba a hablar "con la due?a del circo". "Tenemos una visi¨®n positiva del asunto". El nuevo presidente uruguayo deber¨¢ decidir en dos semanas si mantiene el veto de su predecesor a N¨¦stor Kirchner como presidente de Unasur, mientras dure el bloqueo del puente, o si da su visto bueno, como ha insinuado ya en algunas ocasiones.

"Comprendemos que hay que acatar los fallos del Tribunal Internacional y nos duele en el coraz¨®n enfrentarnos con nuestros hermanos uruguayos, pero llevamos cuatro a?os de lucha y las cosas no pueden olvidarse sin m¨¢s, con la enorme papelera ante nuestros ojos", explica Cogan. No todos los miembros de la Asamblea Ambiental mantienen la misma posici¨®n respecto a la exigencia de que la f¨¢brica de la finlandesa Botnia (ahora UPM) sea desmantelada. Algunos reconocen que esa reivindicaci¨®n es imposible una vez conocida la sentencia de La Haya, pero consideran que existen determinadas condiciones que los dos Gobiernos deber¨ªan garantizar a los vecinos afectados.

La mala relaci¨®n entre Argentina y Uruguay, provocada por el conflicto de Botnia, ha constituido una piedra en el zapato de la diplomacia y de los presidentes de los dos pa¨ªses, que tradicionalmente han tenido lazos de afecto y cooperaci¨®n y que se han visto metidos en una "guerra" incomprensible para el resto de los pa¨ªses latinoamericanos. La sentencia de La Haya, en cierta forma "neutra", es considerada como la mejor ocasi¨®n de poner fin al embrollo, pero la salida no parece f¨¢cil, especialmente para el Gobierno de los Kirchner, que han apoyado hasta ahora, indirectamente, la posici¨®n de la Asamblea Ambiental de Gualeguaych¨².

La jornada de protesta termin¨® a primera hora de la tarde y se desarroll¨® con calma, en medio de un ambiente de romer¨ªa. Los vecinos exhibieron pancartas con lemas como "Uruguay, violador serial" o "He dicho no", pero nadie intent¨® en ning¨²n momento pasar de la mitad del puente, tal y como exigieron las autoridades uruguayas y garantiz¨® un notable despliegue de la Gendarmer¨ªa argentina.