Delort instiga la rebeli¨®n contra Saura en Interior
Parte de la c¨²pula del departamento vot¨® 'no' al texto
La legislatura toca a su fin y el secretario de Seguridad P¨²blica, Joan Delort, ha ense?ado sus naipes sin tapujos. En una refinada maniobra, propia de todo un Fouch¨¦ -un arribista de la Revoluci¨®n Francesa que sobrevivi¨® a todos los reg¨ªmenes pol¨ªticos-, Delort ha liderado la rebeli¨®n contra el hombre a quien, te¨®ricamente, debe rendir cuentas: Joan Saura. Delort ha asestado a su jefe un duro golpe al instigar la rebeli¨®n contra uno de los proyectos estrella del consejero ecosocialista de Interior: el c¨®digo de ¨¦tica de la polic¨ªa.
El Consejo de Polic¨ªa, formado por sindicatos y miembros de Interior y de la c¨²pula policial, tumb¨® el lunes el proyecto de c¨®digo elaborado por el ex fiscal anticorrupci¨®n Carlos Jim¨¦nez Villarejo. Se trata de un manual de buenas pr¨¢cticas que fija una serie de recomendaciones, aunque carece de poder sancionador. El proyecto inicial se suaviz¨® para adaptarlo a las exigencias de los sindicatos y de algunos mandos, pero aun as¨ª recibi¨® un varapalo en la votaci¨®n.Los sindicatos y algunos mandos de los Mossos pretenden evitar que el c¨®digo se convierta en un instrumento que fiscalice su trabajo cotidiano. Por eso el proyecto inicial elaborado por Villarejo, que se present¨® en 2008, ha sufrido recortes sucesivos en aras de un consenso que, al final, no se ha logrado. Los 121 art¨ªculos iniciales se han quedado en 88 y se han suprimido puntos que molestaban a los representantes de los Mossos. Fuentes de Interior lamentan que el debate, que se ha alargado un a?o, haya resultado bald¨ªo.
El Consejo de la Polic¨ªa es un ¨®rgano consultivo. Sus resoluciones son preceptivas, pero no vinculantes. Por eso el Departamento de Interior piensa seguir adelante con su proyecto de c¨®digo ¨¦tico y conf¨ªa en que el Gobierno catal¨¢n lo apruebe antes de que termine la legislatura. Hay tiempo para ello: el texto est¨¢ ahora en la Comisi¨®n Jur¨ªdica Asesora y dentro de mes y medio podr¨ªa ser aprobado.
Los sindicatos, sin embargo, creen que el no en la votaci¨®n es raz¨®n suficiente para detener el proyecto y se preguntan si "es ¨¦tico imponer un c¨®digo de ¨¦tica contra la voluntad de la mayor¨ªa", seg¨²n un comunicado difundido por dos de las agrupaciones, SPC y CAT, que reclaman la dimisi¨®n de Villarejo -quien ayer "lament¨®" la votaci¨®n adversa- como presidente del comit¨¦ de ¨¦tica.
A Interior no le preocupa tanto esta supuesta merma de legitimidad frente a los sindicatos como el hecho de que ha perdido la batalla en su propio frente. El Consejo de la Polic¨ªa est¨¢ integrado por 32 representantes: la mitad son sindicalistas, y la otra mitad personal de la Direcci¨®n General de Polic¨ªa y de la Administraci¨®n en general, as¨ª como altos mandos (comisarios) de los Mossos. Aunque hubo algunas ausencias, lo cierto es que de las 16 personas ligadas de una u otra forma a Interior, s¨®lo cuatro votaron a favor.
El voto fue secreto, por lo que es imposible conocer qui¨¦n vot¨® a favor o en contra. Las posiciones, sin embargo, est¨¢n claras. Delort dispuso de su propio voto y del de otros dos delegados. Fuentes del departamento afirman que utiliz¨® alguno de esos votos (si no todos) para oponerse al c¨®digo. El secretario, que se ha mantenido en primera l¨ªnea con todas las administraciones (CiU, el PSC y, ahora, Iniciativa), ha aprovechado el c¨®digo ¨¦tico, seg¨²n las mismas fuentes, para minar la ya deteriorada posici¨®n de Saura.
Delort y algunos mandos han mostrado sus recelos (aunque nunca en p¨²blico) ante las medidas de control democr¨¢tico de la polic¨ªa que ha impulsado Interior, en manos de Iniciativa. Proyectos como el reglamento de armas (que prohibi¨® el uso del kubot¨¢n), la ISO (para calibrar la calidad del sistema) y, sobre todo, la instalaci¨®n de c¨¢maras de vigilancia en las comisar¨ªas (para prevenir casos de malos tratos como los que ocurrieron en la comisar¨ªa de Les Corts en la ¨¦poca de la consejera Montserrat Tura) han topado con la resistencia del secretario.
Esa resistencia, en ocasiones, ha alcanzado la categor¨ªa de boicoteo gracias a la excelente relaci¨®n de Delort con altos dirigentes del PSC, que le han permitido puentear a Saura y llegar directamente al presidente, Jos¨¦ Montilla, en m¨¢s de una ocasi¨®n. Pese a todo, en marzo del a?o pasado el consejero situ¨® a Delort al frente de la direcci¨®n general tras la dimisi¨®n de Rafael Olmos por las cargas de los Mossos contra los estudiantes anti-Bolonia. Fuentes del departamento reprochan a Saura aquella decisi¨®n, que a su juicio se ha vuelto abiertamente contra el consejero.
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