Benditos micr¨®fonos
Si no fuera por los indiscretos micr¨®fonos, los ciudadanos no dispondr¨ªan de sistemas fiables para confirmar sus sospechas sobre los pol¨ªticos o las opiniones que de ellos publican los periodistas. Hace a?os que estos ¨²ltimos vienen alertando sobre el car¨¢cter endemoniado del primer ministro brit¨¢nico, pero la realidad es que s¨®lo ahora, gracias a su despiste al no cerrar el micr¨®fono prendido de su solapa, se ha podido constatar cu¨¢nto de cierto hab¨ªa en ello.
Gordon Brown, tras conversar con una votante laborista llamada Gillian Duffy, se meti¨® en el coche y empez¨® a despotricar contra sus ayudantes por haber permitido el encuentro con una se?ora tan "intransigente", que no hab¨ªa hecho m¨¢s que importunarle. El desliz, en plena campa?a electoral, puede salirle muy caro al mandatario, que tuvo que acudir en busca de la se?ora para presentar sus excusas. En todo caso, parece un regalo inesperado para el favorito, el conservador David Cameron, y para la estrella emergente de los liberales, Nick Clegg.
Tambi¨¦n es cierto que nunca se sabe de antemano qu¨¦ efecto provocar¨¢n en los electores los desahogos verbales de los pol¨ªticos, siempre tan constre?idos por la correcci¨®n y el disimulo. En 2002, a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, tras un discurso ante el Parlamento Europeo, se le escap¨® a micr¨®fono abierto: "?Vaya co?azo que he soltado!". Al menos es refrescante comprobar que un primer ministro es de carne y hueso y suelta tacos como los dem¨¢s. Ciertamente, su partido perdi¨® las elecciones, pero nadie lo achacar¨ªa a aquello. Un a?o m¨¢s tarde, otro micr¨®fono indiscreto fue testigo de las lagunas econ¨®micas del l¨ªder de la oposici¨®n, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Su asesor Jordi Sevilla le indic¨® que en un par de tardes le pondr¨ªa al d¨ªa, y Zapatero ya ha ganado dos veces en las urnas.
El caso de Esperanza Aguirre, como el de Brown, es una inc¨®gnita. Gracias a otro micro sabemos que adem¨¢s de llevar hasta el final su credo liberal (en el sentido m¨¢s peyorativo del t¨¦rmino, que dir¨ªa Rosa D¨ªez) es de las que llaman "hijoputa" a sus adversarios. La ventaja sobre Brown es que las auton¨®micas espa?olas est¨¢n algo m¨¢s lejos.
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