Ganar dinero apostando al desastre
Hay quien est¨¢ haciendo un buen negocio exagerando el pesimismo, del mismo modo que antes lo hizo exagerando el optimismo. Durar¨¢ poco: Grecia no quebrar¨¢ y las especulaciones sobre Espa?a son rid¨ªculas
Las agencias de valoraci¨®n tuvieron una gran responsabilidad en el per¨ªodo anterior a la actual crisis sobreponderando activos, empresas y solvencias, y, por tanto, contribuyendo en primera l¨ªnea a la generaci¨®n de burbujas desmesuradas en el sector inmobiliario y en las Bolsas en general, as¨ª como a una err¨®nea confianza de los inversores y de las entidades de cr¨¦dito. Fueron, sin duda -junto a la pol¨ªtica de tipos de inter¨¦s baj¨ªsimos de la FED, la desregulaci¨®n financiera y los blindajes de los ejecutivos-, uno de los factores principales de la crisis.
En estos primeros meses de 2010 la orientaci¨®n ha cambiado: los que exageraron el optimismo y la confianza en el auge pasado ahora exageran, notoriamente, el pesimismo sobre la solvencia de las deudas p¨²blicas y privadas de un cierto n¨²mero de pa¨ªses. Lo mismo que hubo mucha gente que gan¨® dinero insuflando alegr¨ªa a espuertas entre los inversores y los bancos, en esta delicada fase de incipiente recuperaci¨®n econ¨®mica y perentorias necesidades financieras, la propagaci¨®n del pesimismo aumenta las primas de riesgo de los prestamistas de toda clase.
El euro ha sido estupendo para las exportaciones de Alemania. Lo recordar¨¢ pasadas las elecciones
Parte del ajuste en Espa?a ya se ha hecho de modo autom¨¢tico. Ser¨¢ posible recuperar empleo
Es obvio que esto aumenta el coste de los cr¨¦ditos a los pa¨ªses que m¨¢s los necesitan, neutralizando una parte del esfuerzo de los bancos centrales por mantener bajos tipos de inter¨¦s, para impulsar la salida de la crisis. Es el para¨ªso de los especuladores bajistas.
El fen¨®meno m¨¢s demostrativo de los vaticinios pesimistas interesados de este momento, es el de los que se est¨¢n dedicando a propalar que el Estado griego va a una bancarrota irremediable y que los alemanes desean que salga de la Eurozona, tras lo cual Portugal, Espa?a e, incluso Italia, podr¨ªan estar en el borde del precipicio. Con esto han conseguido subir la prima de riesgo del bono a 10 a?os, respecto al alem¨¢n, en 6 puntos porcentuales para Grecia, 2 para Portugal y 1 para Espa?a, Italia y Reino Unido.
La probabilidad de que ocurra la cat¨¢strofe helena es despreciable y son todav¨ªa m¨¢s rid¨ªculas las siguientes en la fila de las casandras contempor¨¢neas.
Alemania hizo un buen negocio macroecon¨®mico componiendo la Uni¨®n Monetaria, aunque no se le ha explicado al alem¨¢n medio para no escamar a los otros socios. Con una moneda com¨²n, el euro, Alemania ha evitado, las posibles devaluaciones de la lira, la peseta, etc. y una competitividad mayor de las exportaciones de Italia, Espa?a y otras. Por otro lado, un euro com¨²n a 15 pa¨ªses es m¨¢s d¨¦bil, respecto al d¨®lar, que un marco alem¨¢n solitario, as¨ª que, tambi¨¦n, se han beneficiado sus exportaciones a los Estados Unidos. El resultado ha sido magn¨ªfico para Alemania. En 1990, las exportaciones de Alemania representaban un 32% de su PIB, y las de Francia un 21%, las de Italia un 19%, y las de Espa?a un 16%. En el 2008, eran respectivamente, del 47%, un 26%, un 29% y un 26,4%. Esto es, mientras que el crecimiento de puntos de PIB de las exportaciones aumentaron en este periodo un 5 para Francia, 9 para Italia y 10 para Espa?a -no est¨¢ anda mal-, en el caso de Alemania fue de 29 puntos.
Alemania no romper¨¢ la Eurozona, abandonando a Grecia, ni por su propio inter¨¦s, ni por la l¨®gica econ¨®mica b¨¢sica que la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria implica. Si entre los pa¨ªses de una Uni¨®n Monetaria, en la que se han perdido los mecanismos de ajuste m¨¢s suaves -devaluaciones y pol¨ªtica monetaria-, los pa¨ªses en mejor situaci¨®n (super¨¢vit de balanza de pagos y menos paro), se negaran a auxiliar con cr¨¦ditos a un socio en dificultades, evit¨¢ndole un calvario inhumano, la asociaci¨®n saltar¨ªa por los aires por incongruente. Ser¨ªa contrario a la l¨®gica que se despleg¨® en Bretton Woods en 1944, cuando para suprimir aranceles y tener menos fluctuaciones de los tipos de cambio, se cre¨® en contrapartida el Fondo Monetario Internacional (FMI), que diese cr¨¦dito adecuado a los pa¨ªses en dificultades.
Merkel ha decidido no desgastarse explicando a su ciudadan¨ªa cu¨¢nto le conviene mantener la Uni¨®n Monetaria intacta, ya que la opini¨®n general alemana est¨¢ en una ideolog¨ªa diferente. Pero saltar¨¢, el 10 de mayo, con un paquete de ayuda a Grecia bastante mayor de lo previsto anteriormente.
Que no existen peligros de abandonos catastr¨®ficos, lo saben los interesados voceros del pesimismo, tan bien como los dirigentes de la Uni¨®n Monetaria europea. Pero est¨¢n haciendo un buen negocio en el corto plazo: exactamente hasta las elecciones regionales del 9 de mayo, en Renania-Westfalia.
En este clima lleno de exageraciones negativas y de especuladores, me ha dolido que una agencia de rating de la importancia de Standard&Poor's, haya contribuido a las ideas pesimistas -aunque sea levemente- pasando su rating para la deuda espa?ola de AA+, a s¨®lo AA.
Lo ha hecho aduciendo que sus nuevas estimaciones de crecimiento medio del PIB espa?ol, para el periodo 2010- 2016, son del 0,7%, lo cual dificultar¨¢ la reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico y aumentar¨¢ la deuda al 87,5% (en 2013), en vez del 74,1% programado por el Gobierno. Tambi¨¦n le preocupa a S&P's la "baja capacidad de exportaci¨®n" de Espa?a, debida a los crecimientos de los costes unitarios espa?oles en los a?os pasados.
Pero estas estimaciones del PIB son sensiblemente m¨¢s bajas, incluso que las de instituciones independientes como el FMI -que suele tener un sesgo a la baja en sus predicciones sobre Espa?a- reci¨¦n publicadas, que proyectan crecimientos del PIB del 0,9% al 1,7% entre 2011 y 2015, superiores, pues, a las de S&P's.
Esta trayectoria del PIB y el ahora incipiente crecimiento del IRPF, m¨¢s la subida del IVA, ayudar¨¢n a la reducci¨®n del d¨¦ficit presupuestario, de modo que es poco probable que, partiendo de un 53% en 2009, la deuda llegue a alcanzar el 87,5%. Hay que tener en cuenta que una parte del ajuste se ha hecho ya autom¨¢ticamente: el sector del "ladrillo" est¨¢ en m¨ªnimos y el d¨¦ficit de la balanza de pagos ha ca¨ªdo del 9,6% del PIB al 4,7% y eso manteniendo una tasa de inversi¨®n del 24% del PIB.
Si la demanda global va tirando en los pr¨®ximos a?os, el crecimiento del empleo no ha sido problema en Espa?a hist¨®ricamente, incluso en tiempos de menor peso de la construcci¨®n. El FMI espera que el consumo tendr¨¢ tasas positivas ya en 2010, lo mismo que la inversi¨®n en bienes de equipo y construcci¨®n no residencial, y es optimista respecto al crecimiento de las exportaciones espa?olas. En el periodo 2000-2008 -a pesar del impulso de la demanda interna- el crecimiento real de las exportaciones espa?olas fue del 4,3%, por delante del de Francia (3,9%), Alemania (3,5%) y el de Reino Unido (2,5%), y en los dos primeros meses de 2010 el crecimiento de las exportaciones (a precios corrientes) ha sido del 13%, frente a un 9,4% de Alemania y un 6,5% de Francia e Italia.
En cuanto a los que creen que el dinamismo de la econom¨ªa espa?ola se debi¨® a la aportaci¨®n de la construcci¨®n residencial, pueden echar un vistazo al desglose de la aportaci¨®n de las diversas ramas productivas en el a?o 2007, al crecimiento de un 4% del valor a?adido real: 3,15 el sector servicios; 0,46 la industria; 0,18 la construcci¨®n de viviendas y 0,16 la construcci¨®n de infraestructuras y de edificios empresariales. El ladrillo cre¨® muchos empleos que, por su baja productividad, aportaron poco al valor a?adido total. Y adem¨¢s de consumir una buena parte de la inversi¨®n y estropearnos la balanza de pagos, fue culpable de una ca¨ªda brutal del empleo que hab¨ªa creado antes de la crisis.
Dado que en 2009, la tasa media de paro en los servicios fue de 9,8%, la del sector industrial un 14% y la del sector de la construcci¨®n un 26%, no cabe duda de que, con la mitad de la construcci¨®n residencial, habr¨ªamos estado mejor.
Miguel Boyer es ex ministro de Econom¨ªa y Hacienda.
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