Shanghai, una 'expo' tama?o XXL

En superlativo. As¨ª celebr¨® anoche Shanghai la inauguraci¨®n de la primera Exposici¨®n Universal celebrada en un pa¨ªs en v¨ªas de desarrollo. No pod¨ªa ser de otra manera. China volvi¨® a echar mano de la artiller¨ªa pesada en la segunda ocasi¨®n en la que acoge al mundo. La pantalla LED m¨¢s grande del mundo, la mayor concentraci¨®n de l¨¢seres y focos jam¨¢s vista, y hasta cien mil fuegos artificiales lanzados a lo largo de 3,5 kil¨®metros del r¨ªo Huangpu iluminaron el cielo de una ciudad colapsada por las masas y la paranoia de la seguridad, dos elementos que van a marcar la actividad de una Expo llamada a batir todos los r¨¦cords.

Es la m¨¢s grande de la historia, con una superficie de 5,28 kil¨®metros cuadrados, similar a la de M¨®naco y veinte veces superior a la que ocup¨® la Expo de Zaragoza. Tambi¨¦n es la que ha conseguido reunir al mayor n¨²mero de pa¨ªses (192) y de organizaciones internacionales (50), ansiosos todos por darle un bocado al jugoso pastel econ¨®mico chino. Claro que no ha salido barato, porque s¨®lo en la organizaci¨®n del evento se han gastado unos 3.155 millones de euros. Una minucia si se tiene en cuenta que el lavado de cara de Shanghai ha disparado la factura final a 44.000 millones, el doble de lo que costaron los Juegos Ol¨ªmpicos de Pek¨ªn.

Ocupa una superficie de 5,28 kil¨®metros, similar a la de M¨®naco

Pero, si se cumplen las previsiones, habr¨¢ merecido la pena el dispendio. Porque se prev¨¦ la visita de entre 70 y 90 millones de personas, que convertir¨¢n a Shanghai 2010 en la Expo m¨¢s concurrida en sus 159 a?os de vida. Podr¨¢n asistir a 20.000 eventos culturales diferentes, entre ellos el concierto de Fito y un espect¨¢culo de la Fura dels Baus. Y ser¨¢n guiados por un ej¨¦rcito de m¨¢s de dos millones de voluntarios por las maravillas de algunos de los mejores arquitectos y artistas del mundo, que aportan empaque cultural a la cita.

"La Exposici¨®n Universal de Shanghai pertenece al mundo, y abre un nuevo cap¨ªtulo en su interacci¨®n con China", asegur¨® anoche el presidente chino, Hu Jintao, durante el discurso inaugural del acontecimiento, que lleva como lema "Better city, better life" (Mejor ciudad, mejor vida). "Si conseguimos rentabilizar todos los avances que se muestran aqu¨ª, nuestras ciudades ser¨¢n mejores y nuestro futuro m¨¢s brillante. China continuar¨¢ con su pol¨ªtica de apertura y de reforma, y mejorando la vida de sus 1.300 millones de habitantes", apostill¨® despu¨¦s de haber estrechado la mano de los 30 dirigentes internacionales que asistieron a una ceremonia en la que el mandatario chino escenific¨® la buena sinton¨ªa recuperada con Francia. Nicolas Sarkozy y Carla Bruni cerraron el desfile de autoridades, en el que Espa?a estuvo representada por Jos¨¦ Bono, presidente del Congreso de los Diputados.

Mientras tanto, cientos de millones de telespectadores segu¨ªan en directo una noche que los comentaristas de la cadena oficial CCTV, con la que conectaron casi todos los canales, no dudaron en calificar de "gloriosa". La gala que sigui¨® al banquete no alcanz¨® tal calificativo. Fue una Noche de fiesta en la que no faltaron ni el polifac¨¦tico Jackie Chan, en su papel de cantante, ni los tradicionales bailes chinos en un escenario abarrotado de figurantes sincronizados al milisegundo.

Ajenos a la retransmisi¨®n televisiva, decenas de miles de personas disfrutaban en el remozado paseo del Bund del espect¨¢culo pirot¨¦cnico. No quedaron defraudados. El enfado lleg¨® despu¨¦s, al intentar abandonar el lugar y encontrarse con interminables colas en todas las direcciones. Habr¨¢ que acostumbrarse a las aglomeraciones, dicen los organizadores. "La afluencia masiva es uno de los principales retos, porque la escala de esta Expo no tiene precedentes", asegura Vicente Gonz¨¢lez Loscertales, Secretario General del Bur¨® Internacional de Exposiciones, que reconoce fallos en ciertos aspectos, "como el precio de la comida dentro del recinto", que ya han sido subsanados.

Pero mientras los visitantes a la Expo sudan, los pa¨ªses participantes se frotan las manos. Quedan por delante seis meses en los que van a competir por captar la atenci¨®n de los consumidores m¨¢s deseados. "Esta es una oportunidad que tienen que aprovechar nuestras empresas", comenta Mar¨ªa Tena, comisaria del Pabell¨®n de Espa?a. "Queremos mostrar una Espa?a moderna y derribar los t¨®picos por los que se nos conoce". Para eso estar¨¢n tambi¨¦n representadas, con espacios individuales las ciudades de Madrid, Barcelona y Bilbao.