Gracias, Aznar
Estamos experimentando el aforismo prof¨¦tico de Mark Twain: el banco es ese invento que te presta un paraguas nuevo en verano y te lo reclama cuando empieza a llover. Ahora resulta que el pesimismo es un negocio estupendo. Y que en el escenario apocal¨ªptico emergen como lupanares curiosos para¨ªsos, no s¨®lo fiscales. El local m¨¢s concurrido es El Para¨ªso de los Especuladores Bajistas. Es el garito preferido por los Black Hat (Sombrero Negro). Un Black Hat es, seg¨²n el Diccionario de Oxford, sin¨®nimo de villano en un filme. Tambi¨¦n, coloquialmente, "a bad guy", un mal tipo. El origen de esta caracterizaci¨®n est¨¢ en las primeras pel¨ªculas del Oeste. Los villanos sol¨ªan portar sombrero negro y los tipos m¨¢s honestos eran los White Hat (Sombrero Blanco). Las metamorfosis de las palabras son tan maravillosas como la zoolog¨ªa fant¨¢stica del pulpo. Esos t¨¦rminos se trasladaron a los piratas inform¨¢ticos. As¨ª que dentro de los hackers tambi¨¦n nos encontramos con malvados sombreros negros y ben¨¦ficos sombreros blancos. Y una tercera v¨ªa: la de los Grey Hat. Estos grises pueden ser unos tipos legales o unos cabrones, depende del negocio. La tipolog¨ªa de los sombreros es muy ¨²til para analizar los comportamientos econ¨®micos, como hacen analistas norteamericanos y ha aplicado en Espa?a con ingenio Manuel Conthe. Hoy es Primero de Mayo, se anuncia una borrasca, y habr¨¢ escasez de paraguas. Habr¨¢ que fijarse tambi¨¦n en los sombreros. Estos d¨ªas se han multiplicado los Black Hat. Hay que ver la chuler¨ªa con que lo llevan los de la agencia de medici¨®n de riesgos Standard & Poor's. Los mismos pavos que tuvieron el morro de sobreponderar los activos de entidades podridas, se ponen ahora farrucos con Espa?a. Ahora que, para sombrero negro, negro, no hay como el que lleva nuestro patriota Aznar. Todos los d¨ªas anima a que nos empujen para que demos de una vez un paso adelante. Al borde del precipicio, se agradece.
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