M¨¢s ruso que las 'matrioskas'
Para Pilar Bonet, que lleva 22 a?os viviendo en Mosc¨², todo el que ame la cultura del pa¨ªs de los zares debe visitar el Museo de Arte Ruso de Kiev (Ucrania). Entre sus tesoros, los lienzos de Vereschaguin
Kiev, domingo por la ma?ana. Cualquier estaci¨®n es buena para pasear por esta ciudad de dimensiones todav¨ªa humanas, lo que a mi entender quiere decir que se ofrece a un andar¨ªn razonablemente esforzado, como conjunto y no como fragmento inconexo.
Si es primavera, los casta?os estar¨¢n frondosos en el bulevar Tar¨¢s Shevchenko y los ¨¢lamos dibujar¨¢n con nitidez la perspectiva que se abre frente al mercado de Besarabia y se pierde al descender hacia la plaza de la Victoria.
La meta es el Museo de Arte Ruso (Tereschenkovska, 9; www.museumru.kiev.ua), albergado en una de las mansiones que pertenecieron a la familia que da nombre a la calle. Los Ter¨¦schenko fueron industriales y mecenas del siglo XIX y principios del XX. Artemi, fundador de la dinast¨ªa, vend¨ªa pan y madera. Sus hijos Nikol¨¢i, Iv¨¢n y Fi¨®dor ten¨ªan ya f¨¢bricas de az¨²car y coleccionaban arte, al igual que Varvara, hija de Nikol¨¢i, y esposa del jurista Bohd¨¢n Janenko. Tras la revoluci¨®n bolchevique, las colecciones expropiadas pasaron a formar el n¨²cleo de dos museos, el de arte ruso, y el Museo de los Janenko en el n¨²mero 5 (fachada azul) y 15 (fachada rosa) de la calle. En ¨¦l hay pinturas espa?olas (un vel¨¢zquez, un zurbar¨¢n y un carre?o de miranda), adem¨¢s de iconos bizantinos y alfombras y cer¨¢micas persas.
Vigilantas lectoras
El interior del Museo de Arte Ruso es c¨¢lido, casi dom¨¦stico. El parqu¨¦ cruje bajo los pies y la luz que se filtra por los ventanales se multiplica entre las vitrinas repletas de porcelana y cristaler¨ªa. Las vigilantas leen, dormitan y aconsejan c¨®mo circular entre los iconos y los paisajes de Vasili Polenov, Iv¨¢n Ayvazovsky, Isaac Levitan o los hermanos V¨ªctor y Apollinari Vasnetsov. Entre los retratos de Iv¨¢n Kramskoy y los bosques de Iv¨¢n Shishkin est¨¢n las obras de Vasili S¨²rikov y de Ili¨¢ R¨¦pin, hermanas de otras dispersas en la galer¨ªa Tretiakov de Mosc¨² o el Museo Ruso de San Petersburgo.
La raz¨®n por la que vengo aqu¨ª se llama Vasili Vereschaguin (1842-1904), que fue pintor de batallas, viajero infatigable y minucioso cronista del vasto imperio zarista. Vereschaguin viaj¨® por el C¨¢ucaso y por Turkest¨¢n, particip¨® en expediciones etnogr¨¢ficas y gestas coloniales como la defensa de la fortaleza de Samarkanda, recorri¨® las fronteras de China, luch¨® en la guerra ruso-turca (1877-1878), deambul¨® por el Himalaya y la India, visit¨® Siria, Palestina, adem¨¢s de Filipinas y Cuba, poco despu¨¦s de que estos dos territorios dejaran de ser colonias del imperio espa?ol. El artista pereci¨® como hab¨ªa vivido. Al estallar la guerra ruso-japonesa, fue v¨ªctima de la explosi¨®n del acorazado Petropavlovsk, en Port Artur.
Inspirado por sus viajes, realiz¨® series pict¨®ricas de sobrecogedor realismo, impregnadas de literatura y de historia, y tambi¨¦n de una luz ¨²nica que parece aunar dimensiones meridionales, esteparias y asi¨¢ticas. En Kiev est¨¢n varios ¨®leos de la serie de los Balcanes, como Despu¨¦s de la victoria o Saqueadores (1878-1879), en el que los turcos se prueban los uniformes de los soldados rusos yacentes en el campo de batalla. Dos halcones representa a dos prisioneros turcos prestos a aprovechar la oportunidad de escapar. El colorido de los hombres amarrados entre s¨ª contrasta con las lonas blancas del campamento y la imagen del centinela. Hay tambi¨¦n apuntes del Himalaya, Cachemira y la India, monta?as nevadas sobre un fondo de intenso azul, nieblas, lamas y templos budistas, y obra sobre sus estancias en el C¨¢ucaso, incluido un "m¨¢rtir voluntario" de la procesi¨®n chiita del Mojarrem en Shush¨¢ (en el Alto Karabaj, hoy ocupado por Armenia), que presenci¨® y describi¨® en 1865.
Pocas postales
El Museo de Arte Ruso es municipal y ofrece escaso surtido de postales y material de referencia. Las vigilantas est¨¢n mal pagadas y cuando enferman no son sustituidas, por lo que en ocasiones hay salas cerradas al p¨²blico. Con el tiempo, este museo se ha convertido para m¨ª en la prueba de fuego de la sinceridad y el amor por su propia cultura de los rusos que, en calidad de pol¨ªticos o tecn¨®logos electorales, participan en la vida de Ucrania. Rara vez estos "patriotas" obsesionados por el imperio perdido conocen este punto de referencia de su propia cultura en Kiev.
Desandamos lo andado y descendemos por el bulevar Shevchenko hasta la avenida Jresch¨¢tik, para enfilar la calle dedicada al arquitecto Gorodetski, el autor de la fascinante casa de las Quimeras (hoy residencia oficial del presidente de Ucrania). Llegamos a una plazoleta arropada por casta?os y balcones nobles, un microcosmos urbano m¨¢gico donde est¨¢ el caf¨¦ Voljonski, a dos pasos del teatro Iv¨¢n Franc¨®. Su director, Bohd¨¢n Stupka, entusiasma a los amantes del teatro, en Kiev, San Petersburgo y Varsovia, en ucraniano, en ruso y en polaco; y en cierto modo encarna esta atm¨®sfera centroeuropea que en ocasiones parece flotar en Kiev.
Gu¨ªa
C¨®mo llegar
?KLM (www.klm.com) vuela a Kiev con escala en ?msterdam o Par¨ªs a partir de 290 euros, tasas incluidas.
? Malev (www.malev.com). La aerol¨ªnea h¨²ngara hace escala en Budapest y cuesta 212 euros, precio final.
? Czech Airlines (www.czechairlines.com), con escala en Praga, por 361 euros.
Informaci¨®n
? Embajada de Ucrania: www.mfa.gov.ua/spain/sp
? Museo de Arte Ruso (00 380 44 224 61 07). Tereschenkovska, 9. Kiev. Abre de 11.00 a 18.00.
Cierra lunes y jueves.
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