Y Font de Mora asumi¨® el catal¨¢n 35 sentencias despu¨¦s
La cruzada del Consell ha costado a las arcas p¨²blicas 16.500 euros en costas
35 sentencias en sentido amplio. 28 en sentido estricto. Tres tribunales (TSJ valenciano, Supremo y Constitucional). 16.500 euros en costas. Unas cuantas horas de funcionarios perdidas. Y un tono cada vez m¨¢s parecido al rapapolvo en la redacci¨®n de los fallos judiciales... La rendici¨®n no ha sido f¨¢cil, pero el Consell y su consejero de Educaci¨®n, Alejandro Font de Mora, han sacado la bandera blanca en su persecuci¨®n contra el t¨¦rmino catal¨¢n en disposiciones oficiales (como los estatutos de las universidades) y contra la titulaci¨®n de Filolog¨ªa Catalana.
Durante ocho a?os, desde que en 2002 introdujo el deber de conocer el valenciano como requisito para ingresar en el cuerpo de profesores de Primaria y Secundaria, la Generalitat omiti¨® convocatoria tras convocatoria la licenciatura de Filolog¨ªa Catalana de la relaci¨®n de t¨ªtulos que acreditaban el conocimiento de la lengua y exim¨ªan a sus poseedores del examen de idioma.
La Generalitat ha obligado al Supremo a emitir siete fallos id¨¦nticos en un a?o
Esa discriminaci¨®n, que le ha costado al Consell siete derrotas ante el Tribunal Supremo s¨®lo en el ¨²ltimo a?o, termin¨® hace unos d¨ªas con la publicaci¨®n en el Diario Oficial de la Comunidad Valenciana de las nuevas convocatorias de profesorado. La asunci¨®n de la carrera se ha hecho, por descontado, a su estilo: Incluyendo en la orden una frase que dice: "Sin perjuicio de lo que dispone el anexo del Real Decreto 1954/1994 de 30 de septiembre" sobre homologaci¨®n de t¨ªtulos universitarios. Y ello porque durante ocho a?os, al mismo tiempo que exclu¨ªa la Filolog¨ªa Catalana, la Consejer¨ªa de Educaci¨®n reconoc¨ªa la validez de carreras extinguidas y de nombres largos del tipo Filolog¨ªa Secci¨®n Hisp¨¢nica (Valenciano). El decreto mencionado confirma la desaparici¨®n de todas esas viejas carreras y su reconversi¨®n en la moderna Filolog¨ªa Catalana.
El sindicato STEPV y la entidad Acci¨® Cultural del Pa¨ªs Valenci¨¤ celebraron ayer la rectificaci¨®n. A pesar, dijo Marc Candela, portavoz del sindicato, del "circunloquio rid¨ªculo" elegido por el Consell. El abogado del STEPV, Alfons Esteve, se?al¨® como causa probable de la claudicaci¨®n la intensidad y el rango de los ¨²ltimos pronunciamientos judiciales: Font de Mora ha obligado al Tribunal Supremo a emitir siete fallos id¨¦nticos en otros tantos recursos de casaci¨®n desde mayo de 2009. Y si nunca es bueno irritar de esa manera al Supremo, en el contexto judicial en que se halla el Gobierno valenciano probablemente menos.
Toni Gisbert, portavoz de Acci¨® Cultural, se felicit¨® de que la "tozudez" del Gobierno Camps haya generado una jurisprudencia aparentemente indestructible sobre la unidad de la lengua, "que podr¨¢ ser utilizada en otros ¨¢mbitos". Y Comisiones Obreras lo consider¨® "una muy buena noticia" para los opositores de este a?o, que no tendr¨¢n que reciclar las sentencias de cursos anteriores para defender su carrera.
La primera derrota de la cruzada anticatalanista, ante el Constitucional, lleva fecha de 21 de abril de 1997, y establece el derecho de la Universitat de Val¨¨ncia de llamar catal¨¢n a la lengua en sus estatutos. Desde entonces, los jueces se han cansado de escribir lo mismo, y ese cabreo ha calado en los fallos. Como el del TSJ de abril de 2006: "S¨®lo el empecinamiento en la ignorancia y el rechazo de los criterios cient¨ªficos que avalan la unidad ling¨¹¨ªstica se manifiesta como exclusiva raz¨®n del mantenimiento de la posici¨®n contraria por parte de la Generalitat".
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