El juez maleducado
Alfonso Guevara es un juez de la Audiencia Nacional. No es tan conocido como alguno de sus compa?eros, pero un par de juicios m¨¢s con inter¨¦s medi¨¢tico ser¨ªan suficientes para acortar distancias. Presidente del tribunal que juzga a los presuntos autores del atentado de la T-4 en diciembre de 2006, Guevara ha demostrado que un magistrado puede juzgar con criterio y valent¨ªa, como ha hecho en ocasiones anteriores, y ser al tiempo un perfecto maleducado.
El primer d¨ªa de juicio se inici¨® siguiendo el gui¨®n tradicional de ETA. Los tres acusados hablaron en euskera, se negaron a reconocer a un "tribunal fascista" y denunciaron torturas. Los togados, como es habitual, no movieron una ceja ante la desgastada estrategia.
La perplejidad de los asistentes comenz¨® despu¨¦s, cuando tres de las v¨ªctimas sufrieron la altaner¨ªa del juez. Su primer damnificado fue el due?o de la furgoneta en la que los terroristas cargaron los explosivos. Secuestrado durante tres d¨ªas y tres noches, el testigo respond¨ªa al fiscal cuando Guevara le interrumpi¨® para pedirle "respeto". Su pecado: haber tuteado al fiscal.
M¨¢s tarde, la v¨ªctima fue la madre de uno de los fallecidos en el atentado, el ecuatoriano Diego Armando Estacio. Nerviosa tras pasar junto a los presuntos asesinos de su hijo y situarse a su lado, la mujer dud¨® en su respuesta al fiscal, momento en el cual el juez exigi¨® imperiosamente que se expresara con claridad, insistiendo con evidente tono de impaciencia: "M¨¢s sencillo, agua". El estupor entre el p¨²blico iba en aumento.
Finalmente fue el turno de un empleado de la T-4 herido en el atentado. Tuvo la osad¨ªa de volverse hacia el abogado, situado detr¨¢s de ¨¦l. El juez le espet¨®: "?Mire al tribunal..! La presidencia est¨¢ aqu¨ª. Esta cara es la que tiene que ver. No tengo otra".
Los abogados de la acusaci¨®n popular expresaron al juez su malestar por la insensibilidad demostrada. "Por lo menos", adujo, "tengo la entereza de criticar en la sala. No lo hago en los pasillos ni busco a los periodistas". Lo dicho, dos vistas m¨¢s y supera a Bel¨¦n Esteban en notoriedad. Al menos, mientras llega el veredicto, les ha robado todo protagonismo a los acusados.
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