1.040 a?os de c¨¢rcel para cada uno de los tres etarras que atentaron contra la T-4
La furgoneta bomba de Barajas acab¨® con el proceso de paz y caus¨® la muerte de dos ecuatorianos en diciembre de 2006.- La Audiencia Nacional fija tambi¨¦n una indemnizaci¨®n de 1,2 millones para las familias
La Secci¨®n Tercera de la Audiencia Nacional ha condenado esta ma?ana a cada uno de los presuntos etarras Mattin Sarasola, Igor Portu y Mikel San Sebasti¨¢n a 1.040 a?os de c¨¢rcel por el atentado del 30 de diciembre de 2006 en la Terminal 4 (T-4) del aeropuerto de Barajas, en el que murieron dos ecuatorianos, Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate, y que revent¨® el alto el fuego de ETA.
El tribunal considera culpables a los tres acusados de dos delitos de asesinato terrorista (por los que le impone una pena de 30 a?os de c¨¢rcel por cada uno), 48 delitos de asesinato terrorista en grado de tentativa (penados con 20 a?os de c¨¢rcel cada uno) y un delito de estragos, que incrementa en 20 a?os m¨¢s las penas solicitadas, tal y como hab¨ªa solicitado en el juicio el fiscal Daniel Campos.
Adem¨¢s, les obliga a indemnizar con 700.000 euros a la familia de uno de los fallecidos, y con 500.000 a la del otro. La diferencia en la cuant¨ªa se debe, seg¨²n fuentes de la Audiencia, a que la familia de Estacio contaba con abogado particular, que reclam¨® casi 900.000 euros; mientras que los familiares de Palate fueron defendidos por el fiscal, que reclam¨® 500.000 euros. Seg¨²n las mismas fuentes, la sala no puede conceder una indemnizaci¨®n m¨¢s alta que la que se solicita.
La sala, presidida por Alfonso Guevara, ha impuesto en total indemnizaciones por da?os personales y materiales que superan los 2,5 millones de euros. Adem¨¢s, les obliga a indemnizar al Estado con 1.169.002,48 euros y al Consorcio de Compensaci¨®n de Seguros con 41.675.745,95.
La sentencia considera probado que un d¨ªa antes del atentado, Sarasola (que al igual que los otros dos condenados formaba parte del comando Elurra) acudi¨® al aeropuerto al volante de la furgoneta cargada de explosivos disfrazado con una gorra, una mascarilla y una muleta, y aparc¨® en el m¨®dulo D. Despu¨¦s tom¨® un taxi y se reuni¨® con Portu, y posteriormente con San Sebasti¨¢n. Juntos viajaron hasta Lesaka (Navarra). Al d¨ªa siguiente, Purtu, siempre seg¨²n el relato que recoge la sentencia, llam¨® a la DYA para avisar de la colocaci¨®n de la furgoneta en el aparcamiento. Tambi¨¦n avis¨® a los Bomberos de Madrid, a Deiak de San Sebasti¨¢n y a Gara.
La sala aprecia "alevos¨ªa" y aplica a los tres la agravante del disfraz porque "est¨¢ incluida en el proyecto criminal y se benefician porque todos buscan garantizarse la impunidad". Tambi¨¦n considera que "el aviso transmitido antes de que se produzca la explosi¨®n no puede ser interpretado como un deseo de evitar da?os a las personas, sino sencillamente como una reivindicaci¨®n que obviamente orma parte de la estrategia de la banda criminal".
En su informe de conclusiones finales, Daniel Campos, representante del Ministerio P¨²blico pidi¨® al tribunal, presidido por el magistrado Alfonso Guevara, que dictara una sentencia condenatoria contra los supuestos responsables de colocar la bomba que "seg¨® la vida" de dos personas e "hizo saltar por los aires la esperanza de tantos ciudadanos que ve¨ªan que la violencia de ETA pod¨ªa llegar a su fin". Campos defendi¨® que no hay "ninguna duda" de que Sarasola, Portu y San Sebasti¨¢n son "los autores de tan execrable crimen", porque hay "una abundante, contundente, independiente y un¨ªvica prueba" de su participaci¨®n".
El fiscal elev¨® de 900 a 1.120 a?os la petici¨®n de penas para cada uno de los tres acusados al concluir que fueron 52 los heridos en la explosi¨®n y no los 41 que un primer momento calcul¨®. Campos pide 20 a?os de c¨¢rcel por cada una de las v¨ªctimas bas¨¢ndose en los cargos de homicidio y de homicidio en grado de tentativa.
En la explosi¨®n, dos meses antes del fin del alto el fuego permanente que ETA hab¨ªa decretado en marzo de 2006, murieron los ecuatorianos Estacio y Palate. En su escrito provisional de acusaci¨®n, la fiscal¨ªa consideraba que los tres etarras son responsables de dos delitos consumados de asesinato terrorista, uno de estragos terroristas y 41 de intento de asesinato, en relaci¨®n con el n¨²mero de personas heridas por la explosi¨®n.
El secuestro y la matr¨ªcula confundida
Durante la celebraci¨®n del juicio se pudieron conocer algunos aspectos sorprendentes de la gestaci¨®n y ejecuci¨®n del atentado. Por ejemplo, que el jefe de la banda terrorista supervis¨® personalmente los detalles de la colocaci¨®n de la furgoneta bomba. Garikoitz Aspiazu, Txeroki, se?al¨® el camino que deb¨ªan seguir los ejecutores hasta Madrid, les orden¨® que hicieran ensayos previos y tambi¨¦n que se disfrazaran.
Tambi¨¦n se produjo la declaraci¨®n del due?o del veh¨ªculo que estall¨® en el aeropuerto, que fue secuestrado durante tres d¨ªas en la estaci¨®n de esqu¨ª francesa de Luz Ardiden. Iker Lascurain cont¨® que le encapucharon y le esposaron. "Cada cierto tiempo me dec¨ªa que esto no era un juego y me tocaban con la pistola. Insist¨ªa en que no contara nada y que no hablara con nadie. Dec¨ªa que el 31 de diciembre estar¨ªa en casa", indic¨®.
El instructor de las primeras diligencias cont¨® que los terroristas dieron mal la matr¨ªcula de la furgoneta, aunque a pesar de ello uno de los agentes de la comisar¨ªa del aeropuerto localiz¨® la furgoneta 11 minutos antes de que explotara. "La placa ten¨ªa los mismos n¨²meros, pero dos de ellos bailaban", declar¨® ayer al tribunal.
Otra causa pendiente
Los tres presuntos condenados volver¨¢n a sentarse en el banquillo los pr¨®ximos 25 y 26 de mayo por intentar colocar un coche-bomba en la zona comercial de Azca en Madrid, en 2007. La secci¨®n primera de la Audiencia Nacional tambi¨¦n juzgar¨¢ a su compa?ero del comando Elurra Joseba Iturbide.
El fiscal, que pide penas de entre 30 y 33 a?os de prisi¨®n, les imputa un delito de conspiraci¨®n por estragos terroristas, pertenencia a banda armada y tenencia de explosivos, y a?ade para Portu y Sarasola el de tenencia il¨ªcita de armas. Para perpetrar el atentado en Azca, Portu alquil¨® en Ir¨²n (Guip¨²zcoa) un coche, modelo Kia Picanto. Los presuntos terroristas eligieron el aparcamiento existente entre el edificio de El Corte Ingl¨¦s y el BBVA para colocar el citado veh¨ªculo con explosivos, pero al final no lo estacionaron por la detenci¨®n de Portu y Sarasola.
Denuncias de torturas
Respecto a las supuestas torturas sufridas por Portu y Sarasola en el momento de su detenci¨®n, el 6 de enero de 2008, el tribunal ha recordado que existe un procedimiento abierto en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de San Sebasti¨¢n contra 15 guardias civiles que intervinieron en ella, cuatro de los cuales se enfrentan a penas de entre dos y tres a?os de prisi¨®n, informa Efe.
No obstante, ha se?alado que, seg¨²n admitieron los propios agentes durante el juicio -celebrado entre los pasados 3 y 6 de mayo-, las detenciones "resultaron violentas ante la huida y resistencia" de ambos y que el letrado que asisti¨® a Sarasola durante sus declaraciones policiales en las que se autoinculp¨® a ¨¦l y a sus compa?eros asegur¨® en la vista que respondi¨® "bastante espont¨¢neo, natural y sin dudas".
Todo esto "conduce a concluir que Sarasola verific¨® sus declaraciones de forma libre y espont¨¢nea, y bajo el total respeto de sus derechos". Frente a ello, "la defensa no ha logrado probar, ni siquiera generar duda alguna en el tribunal sobre tal extremo", ha concluido.
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