Un castillo de leyenda para Madrid
Abre al p¨²blico la fortaleza medieval reci¨¦n restaurada en Barajas
La leyenda nombra un castillo famoso en Madrid. Ahora es ya una realidad, visitable por el p¨²blico. Acaba de culminar la restauraci¨®n de la fortaleza medieval edificada en s¨ªlex y cercada por un foso escarpado que el linaje de los Mendoza, tan potente en la Edad Media como los reyes, erigi¨® en el siglo XV sobre un altanero promontorio en Barajas.
Cuatro a?os de obras impulsadas por la Concejal¨ªa de Las Artes, precedidos por excavaciones arqueol¨®gicas del Gobierno regional iniciadas ya en 1986, han recobrado un testimonio palpitante de la historia madrile?a. Est¨¢ situado entre las calles de Joaqu¨ªn Ibarra y Antonio Sancha, a un kil¨®metro del centro del distrito.
Enclavado en un paraje rodeado de urbanizaciones, atesora un yacimiento de la Edad del Bronce; vestigios romanos del siglo I; un jard¨ªn renacentista con juegos de agua soterrados; ruinas de una casa-palacio del Siglo de Oro; un pante¨®n funerario rom¨¢ntico, obra del marqu¨¦s de Cubas, donde yacen los duques de Fern¨¢n N¨²?ez; y como culmen, un fort¨ªn subterr¨¢neo que proteg¨ªa el ¨²ltimo reducto militar del Madrid republicano al fin de la Guerra Civil.
Una propietaria, la condesa de Priego, fue retratada en 'Las Meninas'
Desde su atalaya, el castillo de Alameda -tal es su nombre- dominaba el valle del Jarama, distante dos kil¨®metros, y guarec¨ªa Madrid por el noreste. Erigido en 1431, es el ¨²nico de su clase que Madrid alberga en su caser¨ªo. Fue reformado en el siglo XVI por la poderosa familia madrile?a de los Zapata, que lo hered¨® de los Mendoza a trav¨¦s de In¨¦s de Ayala, amante y prima de su primer castellano, el duque del Infantado. Un v¨¢stago de los Zapata, Juan, tom¨® partido contra Carlos I en la guerra de las Comunidades de Castilla. El futuro emperador no le perdon¨® nunca su desafecci¨®n y le dej¨® morir exiliado en ?frica. D¨¦cadas despu¨¦s, en 1580, la fortaleza fue restaurada en clave renacentista y convertido su foso en un jard¨ªn de divertimento a la italiana que sirvi¨®, empero, de prisi¨®n del III duque de Alba, ex gobernador de Flandes y d¨ªscolo contra su se?or, Felipe II. En 1599, el castillo aloj¨® a Margarita de Austria tras su boda en Valencia con el rey Felipe III. En 1620 otro preso ilustre pas¨® por sus mazmorras: Pedro T¨¦llez Gir¨®n, III duque de Osuna, jefe del impar secretario pol¨ªtico, escritor y poeta Francisco de Quevedo en el virreinato de N¨¢poles. Una de sus propietarias, la condesa de Priego, fue retratada en Las meninas por Vel¨¢zquez.
Incendiado en 1690, el castillo qued¨® abandonado gran parte del siglo XVIII. Sucesivos propietarios, los Osuna, Fern¨¢n N¨²?ez y Benavente, construyeron con sus sillares buena parte de los edificios del cercano Parque del Capricho, en la Alameda de Osuna. Por ello, los muros castellanos se muestran desdentados y perdida su torre del homenaje, pero conserva en su integridad el foso escarpado y el contra-foso, jalonado por 60 contrafuertes, que yacieron enterrados tres siglos y que ahora han sido rescatados.
El Museo de los Or¨ªgenes gestiona el castillo de la Alameda. A partir de este s¨¢bado y durante los fines de semana, puede ser visitado entre las diez de la ma?ana y las nueve de la noche. La entrada es gratuita. Un itinerario de carteles, planos y fotograf¨ªas informa de cuantos tesoros contiene. La concejal de Las Artes, Alicia Moreno, resalt¨® la tarea de arque¨®logos, historiadores, muse¨®grafos y arquitectos como Juanjo Echeverr¨ªa, Gregorio Y¨¢?ez, Francisco Mar¨ªn Perell¨®n, Eduardo Salas, Salvador Quero, Fernando S¨¢ez y Javier Ortega, y la colaboraci¨®n de la Direcci¨®n General de Patrimonio del Gobierno regional.
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