La revoluci¨®n de los discapacitados

Desde su silla de ruedas, de la que no se separa desde que una lesi¨®n medular la dej¨® tetrapl¨¦jica hace 15 a?os, N¨²ria G¨®mez acerca su mano inerte a un peque?o sensor y la puerta de su piso se abre lentamente. El mismo artilugio le permite subir las persianas y abrir las ventanas en este apartamento domotizado que ha cambiado la vida de esta psic¨®loga de 35 a?os. "Es mi casa", afirma N¨²ria. Y lo dice enfatizando el posesivo para destacar que, por fin, vive en un hogar que siente como propio y en el que, a diferencia de lo que suced¨ªa en la residencia en la que estuvo ingresada m¨¢s de tres a?os, puede decidir no s¨®lo a qu¨¦ hora se levanta, sino qu¨¦ comer¨¢ y cu¨¢ntas veces ir¨¢ al servicio. Tambi¨¦n tiene libertad para contratar como asistente personal a quien ella escoja y durante las horas que decida. Porque este profesional no s¨®lo debe suplir a sus extremidades adormecidas y llegar hasta donde no alcanza la dom¨®tica. "Es alguien con quien debes sintonizar, porque debe compartir contigo muchas horas y tratar con tu cuerpo y con tu intimidad", se?ala.

Su vida ha dado un giro desde que no est¨¢ sujeta a la rigidez de las normas y los horarios que impon¨ªa la residencia. Con el apoyo de una asistente personal, ha tomado las riendas de su vida, se ha incorporado al mercado laboral, puede salir de noche cuando le apetece y viaja. Su experiencia en el piso adaptado de la Vila Ol¨ªmpica, por el que paga un alquiler social al Ayuntamiento de Barcelona, le ha reforzado en su convicci¨®n de que las residencias "segregan" a las personas con discapacidad y les impiden llevar una vida independiente, limitando sus posibilidades de trabajo, estudios y participaci¨®n social."Desinstitucionalizar" los recursos destinados a los discapacitados, es decir, cerrar residencias y ofrecer alternativas que promuevan la vida comunitaria es el objetivo que persigue el Foro de Vida Independiente, al que pertenece N¨²ria G¨®mez. Es un movimiento que naci¨® en Estados Unidos en la d¨¦cada de 1960 y que en Europa ha arraigado sobre todo en los pa¨ªses n¨®rdicos, donde se est¨¢n cerrando los grandes centros residenciales para discapacitados.

En Espa?a est¨¢ ganando defensores a ritmo acelerado y un millar de personas ya forman parte de la comunidad virtual que apuesta por esta filosof¨ªa, que se ha materializado en varias experiencias exitosas apoyadas por las administraciones. Una de ellas es el programa Hacia la Vida Independiente, que puso en marcha en 2006 el Instituto Municipal de Personas con Disminuci¨®n de Barcelona. Ha permitido que 12 personas con diversidad funcional (es la expresi¨®n que el foro utiliza para referirse a la discapacidad) se hayan independizado (muchos lo desean para no convertirse en una carga para sus allegados) o bien, como N¨²ria G¨®mez, han podido salir de la "deshumanizadora" y "opresiva" residencia.

Los participantes reciben el apoyo de uno o varios asistentes personales, que ellos eligen y que son contratados por la oficina de Vida Independiente, creada por el Ayuntamiento y en la que trabaja N¨²ria G¨®mez a media jornada. Tambi¨¦n reciben prestaciones econ¨®micas si sus ingresos no les llegan.

Otra experiencia, m¨¢s amplia, ha dado la misma oportunidad de emancipaci¨®n a 60 personas discapacitadas de distintas localidades de Catalu?a. Es un plan impulsado por la Generalitat en 2007, a trav¨¦s del Instituto Catal¨¢n de Asistencia y Servicios Sociales y por la Federaci¨®n ECOM, que agrupa a 161 asociaciones de personas discapacitadas y que apuesta decididamente por este nuevo modelo desinstitucionalizado de atenci¨®n. Usuarios y promotores de ambas pruebas coinciden en puntuarlas con nota m¨¢xima.

Para el concejal del Ayuntamiento de Barcelona Ricard Gom¨¤, que apost¨® sin dudar por el Foro de Vida Independiente, la experiencia representa "la punta de lanza de un cambio en la prestaci¨®n de servicios" para estas personas. "Algunos de los participantes con un elevado grado de discapacidad no hab¨ªan imaginado nunca que podr¨ªan llegar a emanciparse y han visto que era posible", explica. "Hemos visto c¨®mo personas que llevaban una vida pasiva en una residencia, en el momento en que han podido tener un piso propio, se han incorporado a la vida laboral y social, y est¨¢n encantados", dice Rosa Torrent¨®, gerente del Instituto Municipal de Personas con Disminuci¨®n.

Gom¨¤ y Torrent¨® aportan otro argumento a favor de esta experiencia: en general, el coste de la asistencia personal para un discapacitado que vive emancipado no supera los 3.200 euros mensuales de media de una plaza residencial.

Es uno de los muchos razonamientos que Antonio Centeno, miembro del Foro de la Vida Independiente, expuso el pasado 8 de abril en la comisi¨®n de estudio de la situaci¨®n de las personas con discapacidad del Parlament. "Nadie quiere vivir apartado de la sociedad. La vida en instituciones es inhumana", asevera Centeno, quien recuerda que las Naciones Unidas instan a desinstitucionalizar la atenci¨®n a este colectivo y a adoptar medidas para garantizarles la plena igualdad.