Epitafios, escopetas y enchufados

Franco jugaba a la loter¨ªa y ten¨ªa inter¨¦s por la agricultura. En su archivo se pueden encontrar tanto d¨¦cimos como un libro sobre la invasi¨®n del escarabajo de la patata o notas sobre el cultivo de altramuces. Hay justificantes de compra de acciones de su esposa, Carmen Polo, a la que una marquesa aduladora felicita en el d¨ªa de su santo como "la general¨ªsima", y varios apuntes sobre la finca de Valdelasfuentes. Que le entusiasmaba la caza es sabido, pero sorprende descubrir que conservaba las listas anuales de invitados a sus cacer¨ªas en Gredos. Otros documentos ruborizan por su entreguismo: una admiradora escribe que le ha puesto "tres veces repetido" el nombre de Franco a su hijo, varias personas piden "recomendaciones" para aprobar unas oposiciones y un director general env¨ªa una nota el 15 de octubre de 1965 al ministro de Agricultura que no tiene desperdicio: "Han comunicado de Cazorla que se ha encontrado en la parte Sur de Cabeza de la Vi?a el venado que hiri¨® S. E. en la torreta de los Salaos el d¨ªa 24 de Septiembre, en la espera de la tarde. Parece ser que es, al menos, Medalla de Bronce. En la primera combinaci¨®n que exista se enviar¨¢ a Madrid". En el caos cronol¨®gico de los papeles surgen dos notas mecanografiadas que se presentan como posible "borrador para un epitafio" en el Valle de los Ca¨ªdos, con una versi¨®n corta y otra larga. La corta: "Para un soldado como yo, una tumba en cualquier lugar de Espa?a, con una sencilla cruz de madera, es enterramiento suficiente y honroso". En el ¨ªndice se enumera tambi¨¦n algo prometedor: el documento 1158 se describe como "cuentas de Franco". Pero el rollo de microfilme salta del 1157 al 1159. Una llamativa ausencia.