"Lo que ahora se sabe era lo ¨²ltimo que pod¨ªamos imaginar"
La ca¨ªda de Marcial Maciel a los infiernos de la Iglesia romana ha herido en el alma a sus seguidores. El fundador de los Legionarios de Cristo les parec¨ªa un santo y un genio. "Nuestro Padre", lo llamaban con reverencia m¨¢xima. Hoy conoce todo el mundo que era un gran cr¨¢pula. El mism¨ªsimo papa Benedicto XVI lo ha bajado del pedestal de santo con severidad inusitada. Los hombres de la Legi¨®n van asumiendo la terrible realidad con gran dolor, resignados a emprender un camino de espinas durante a?os. Pero resisten. En lo que va de a?o, s¨®lo han abandonado la organizaci¨®n 22 sacerdotes, apenas el 2%, y no todos a causa del desvelamiento de estos esc¨¢ndalos.
Jes¨²s Mar¨ªa Delgado, el director de los Legionarios de Cristo y del Movimiento Regnum Christi en Espa?a, tiene el dato a mano, como un general que ordena pasar lista despu¨¦s del toque de retreta. Veintid¨®s abandonos "en todo el mundo", subraya este sacerdote cordob¨¦s, de 50 a?os. Su voz es grave, pausada, y se expresa con la tranquilidad de quien acaba de despertar de un mal sue?o y comprueba que las ventanas de la habitaci¨®n siguen en su sitio, pese a todo.
"?Retratos de Maciel? Por coherencia, han desaparecido de donde estaban"
"Hay entre nosotros como una sensaci¨®n de liberaci¨®n. Por fin hemos terminado"
"Hay entre nosotros como una sensaci¨®n de liberaci¨®n, s¨ª. Bueno, por fin hemos terminado. Mal, pero todo ha acabado. Existe todav¨ªa una sensaci¨®n de expectaci¨®n, de espera, con el deseo de que el Papa nos indique el camino que debemos seguir. En ese sentido, hay, s¨ª, una especie de respiro, de liberaci¨®n. Ya sabemos por d¨®nde hay que caminar. Hay unas pautas y la certeza de lo que es cierto y lo que no lo es".
A Jes¨²s Mar¨ªa Delgado lo orden¨® sacerdote el papa Juan Pablo II en persona, el 3 de enero de 1991. Ocurri¨® en la bas¨ªlica de San Pedro, en Ciudad del Vaticano, el coraz¨®n de la cristiandad. Fue una ma?ana de gloria tambi¨¦n para Marcial Maciel. En medio de una pavorosa escasez de vocaciones, la Legi¨®n de Cristo aportaba ese d¨ªa 60 nuevos sacerdotes a la Iglesia cat¨®lica. El papa Wojtyla se lo agradec¨ªa celebrando en persona la consagraci¨®n de los nuevos pastores. A?os m¨¢s tarde, Juan Pablo II lleg¨® a calificar a Maciel de "gran gu¨ªa de la juventud".
El padre Delgado tiene aquella fecha en el coraz¨®n. ?Ungido sacerdote por el mism¨ªsimo Papa! "La ordenaci¨®n en San Pedro coincidi¨® con el 50 aniversario de la fundaci¨®n de la Legi¨®n. Era una fecha impresionante. Imagine".
Cordob¨¦s de nacimiento, Jes¨²s Mar¨ªa Delgado ten¨ªa 20 a?os cuando decidi¨® hacerse legionario de Cristo. "Hab¨ªa terminado segundo de Derecho y me iba tan torcido que decid¨ª cambiar de carrera", afirma. As¨ª que en 1979 ingresa en el noviciado de la legi¨®n en Salamanca, donde pas¨® dos a?os, y complet¨® con ¨¦xito el resto de una carrera eclesi¨¢stica que le ha llevado a dirigir la poderosa organizaci¨®n en uno de los pa¨ªses, Espa?a, donde m¨¢s peso tiene. Lleva cinco a?os en el cargo. Antes fue rector del noviciado y centro de humanidades de la Legi¨®n en Salamanca.
Pregunta. Doy por sentado que conoci¨® y trat¨® al padre Marcial Maciel.
Respuesta. S¨ª, claro. Sol¨ªa visitar nuestros centros de estudios y estuvo en la ceremonia de nuestra ordenaci¨®n en Roma. En esas visitas y en las reuniones era cercano, pero en su vida privada era muy reservado.
P. La gran pregunta es c¨®mo pudo ocurrir todo lo que ahora se conoce sin que nadie lo supiera, o nadie interviniera para impedirlo o denunciarlo.
R. Cuando empezamos a leer las primeras denuncias, pensamos que eran literalmente calumnias. Lo que se escrib¨ªa no se correspond¨ªa con lo que nosotros o¨ªamos, ve¨ªamos y viv¨ªamos. No d¨¢bamos cr¨¦dito a lo que se dec¨ªa. Resultaba incre¨ªble. ?C¨®mo ocurri¨® sin que nos di¨¦ramos cuenta? ?l era el fundador, y externamente no s¨®lo no hac¨ªa cosas malas, sino que hac¨ªa cosas muy buenas. Lo que ahora se sabe era lo ¨²ltimo que se pod¨ªa imaginar. Le ten¨ªamos grand¨ªsimo respeto y una gran credibilidad.
P. ?Cu¨¢ndo empieza a dudar?
R. Las denuncias crecen como una bola de nieve y llega un momento en que internamente uno se plantea si habr¨¢ verdad... Pero pesa m¨¢s lo que uno vive. Hasta que un d¨ªa el director general [el mexicano ?lvaro Corcuera] nos dice lo que est¨¢ pasando y qu¨¦ hay de verdad. Creo que fue en 2008.
P. La condena del Vaticano a Maciel es muy severa, pero el comunicado oficial no toma decisi¨®n alguna. ?Qu¨¦ esperan?
R. Sabemos que el Papa nombrar¨¢ un delegado y en ese momento nos pondremos a su disposici¨®n. Nuestro deseo, nuestra determinaci¨®n, es colaborar. Iremos por el camino por donde el Papa quiere que vayamos.
P. Las instituciones suelen tener retratos de los fundadores por todas partes. ?Qu¨¦ han hecho ustedes ahora con los de Marcial Maciel?
R. Por elemental coherencia, han desaparecido de donde estaban.
P. ?Hab¨ªa alg¨²n colegio que llevase su nombre, u otros s¨ªmbolos que hayan tenido que retirar?
R. No, no hab¨ªa.
P. Los fundadores son considerados santos en vida, y tratados como tales. Ocurri¨® con Escriv¨¢ de Balaguer, el fundador del Opus Dei, ya canonizado. ?Tambi¨¦n ustedes con Maciel?
R. S¨ª y no. Hab¨ªa respeto y admiraci¨®n hacia ¨¦l, pero siempre nos dijo que nuestro centro y gu¨ªa deb¨ªa ser Cristo, no el fundador. Hay muchos escritos con ese mensaje. Si alguien lo deific¨® o mitific¨®, como usted dice, ese fue su error, y supongo que el batacazo que ha vivido ahora, valga el t¨¦rmino, habr¨¢ sido mayor.
P. Usted entra en la Legi¨®n con 20 a?os. Es estudiante de Derecho, una persona formada. ?Qu¨¦ pasa con los jovencitos, que llegan al noviciado con diez o doce a?os?
R. Esos chicos entran j¨®venes pero adquieren una gran formaci¨®n: se licencian en Filosof¨ªa, estudian Teolog¨ªa y humanidades... No creo que haya mucha diferencia. En todos los casos, hay el mismo dolor por lo sucedido, un sufrimiento grande, pero tambi¨¦n una paz y una tranquilidad interior enormes. Acabo de llegar de Salamanca, y percibo esa paz en nuestro noviciado all¨ª. Pero la herida y el dolor existen, claro.
P. La gente busca nombres de famosos o poderosos entre ustedes, y les acusa de acumular riquezas. ?Son legionarios algunos ex ministros de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, la empresaria Koplowitz, Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos...?
R. A ver. No hay ninguna persona relevante de ning¨²n ¨¢mbito nacional que sea directamente miembro del Regnum Christi [la secci¨®n laica de los Legionarios de Cristo], aunque tenemos tratos con algunas de esas personas, que nos ayudan y nos han ayudado con much¨ªsima generosidad, como Ruiz-Mateos, por ejemplo.
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