La sangre y la gloria
La tarde, emocionant¨ªsima, se ti?¨® de sangre al final. Joselillo se las ve¨ªa con un aut¨¦ntico marrajo que le busc¨® las vueltas en los primeros envites, hasta que lo enganch¨® cuando lo cit¨® con la mano izquierda. La voltereta, larga y espeluznante. Una vez en el suelo, volvi¨® a empitonarlo, y el torero qued¨® desmadejado en la arena. Quiz¨¢, fue la guinda de la corrida total: toreros de verdad, toros complicad¨ªsimos y uno, el cuarto, de bandera; un subalterno de lujo, Juan Navazo, que se jug¨® literalmente la vida en el par de banderillas m¨¢s emocionante de a?os, y un triunfador: Rafaelillo.
Rafaelillo -a partir de hoy, bien podr¨ªa llamarse Rafaelazo- se encaram¨® por m¨¦ritos propios a la gloria del toreo, y ojal¨¢ la felicidad le dure largo tiempo. Ayer protagoniz¨® en Las Ventas una gesta emocionant¨ªsima, de principio a fin, y dio toda una lecci¨®n magistral de valor heroico, poder¨ªo, seguridad, t¨¦cnica e inteligencias ante su primero, una mole de toro, dur¨ªsimo de roer, ¨¢spero y bronco como casi toda la corrida; y continu¨® su magisterio con la torer¨ªa del artista ante el toro noble de la tarde, el cuarto, al que cuaj¨® por ambas manos en tandas henchidas de torer¨ªa, de pellizco, hondura y gracia. Fue una pena que lo que debi¨® ser una estocada final quedara en un pinchazo hondo, y cerrara definitivamente una puerta grande que ten¨ªa abierta de par en par por su enorme disposici¨®n ante dos toros distintos, en los que se mostr¨® como un torerazo. No sali¨® a hombros, pero lo mereci¨® de largo, porque devolvi¨® la alegr¨ªa a esta fiesta alica¨ªda; porque nos hizo vivir a todos una tarde para el recuerdo, y porque hizo presente el toreo en su verdad m¨¢s aut¨¦ntica.
AGUIRRE / RAFAELILLO, CRUZ, JOSELILLO
Cinco toros de Dolores Aguirre, muy bien presentados, mansos, broncos
y muy deslucidos, a excepci¨®n del cuarto, bravo y noble. El quinto, de Fernando Pe?a, descastado.
Rafaelillo: estocada -aviso- (vuelta); pinchazo hondo (oreja); dos pinchazos, estocada y un descabello (silencio).
Fernando Cruz: estocada y un descabello (silencio); estocada -aviso-
y un descabello (silencio).
Joselillo: estocada que asoma -aviso- pinchazo y estocada (silencio). Cogido por el sexto. Sufri¨® una herida en el muslo derecho, con trayectoria hacia dentro y atr¨¢s de 20 cent¨ªmetros, que causa grandes destrozos en los m¨²sculos aductores, con contusi¨®n del nervio ci¨¢tico. Pron¨®stico grave.
Plaza de Las Ventas. Domingo, 9 de mayo. Cuarta corrida de la Feria de San Isidro. Lleno.
Es verdad que la tensi¨®n vivida la pusieron los toros de Dolores Aguirre: muy serios, con cuajo, mansos de libro y duros como el pedernal, pero en la plaza hab¨ªa toreros machos, y la conjunci¨®n de unos y otros compusieron una tarde inolvidable.
Honor para la terna, digna en todo momento; especialmente, para Joselillo, que pag¨® su valor con una cornada. Y gloria a?adida para este Rafaelillo, al que se le not¨® en la cara que ven¨ªa a por todas. Con paso marcial se dirigi¨® a pedir permiso al presidente, y con la misma celeridad brind¨® al respetable. Ten¨ªa ganas de toro. Y ese primer toro era un pavo, que hab¨ªa embestido a oleadas. Y soplaba el viento con malas ideas. Pero cuando un torero est¨¢ dispuesto...
Rafaelillo se dobl¨® por bajo con una seguridad pasmosa y se lo llev¨® a los medios. Nada menos. All¨ª, desafiando a las r¨¢fagas ventosas, se mostr¨® firme, seguro y heroico ante los ga?afones y la embestida incierta de su oponente. Tragaba quina el torero, pero no se descompuso, y meti¨® al toro en la muleta en una par de tandas ligadas, una por cada lado, que fueron una demostraci¨®n de inteligencia torera. Segu¨ªan los arreones, pero Rafaelillo era un diestro poderoso que sorteaba con picard¨ªa y seguridad la mala condici¨®n del toro. Fue una victoria aplastante, mientras la plaza vibraba como hac¨ªa tiempo.
Quedaba el cuarto, el toro noble de la tarde, al que Rafaelillo entendi¨® maravillosamente, y le permiti¨® mostrar la cara de torero hondo y elegante. Ante la codicia del animal, el torero, exquisito, embeles¨® a la concurrencia con largos muletazos por ambas manos henchidos de gracia y naturalidad. Lo que pudo ser un triunfo apote¨®sico qued¨® en una oreja porque la espada no se hundi¨® en el morrillo del animal. Fernando Cruz no tuvo suerte. Joselillo, peor a¨²n: pag¨® con su sangre su disposici¨®n para el triunfo.
La corrida de hoy
- Novillos de Carmen Segovia. De procedencia Torrestrella, las novilladas de este hierro salen con m¨¢s movilidad y emoci¨®n que cuando lidian toros. Muy vistosos y variados de capa, pueden dar oportunidades de triunfo.
- Thomas Jouber,
Tomasito. El de Arles es
la ¨²ltima promesa del toreo franc¨¦s. Valiente y tenaz,
Se presenta en Las Ventas con s¨®lo 19 a?os. Alumno de la Escuela de Tauromaquia de Madrid, comienza su segunda temporada en el escalaf¨®n de novilleros con el reto de dejar una buena impresi¨®n.
su entrega le lleva a pasar por la enfermer¨ªa m¨¢s veces de lo deseable.
- Juan del ?lamo. El torero salmantino gust¨® el pasado 30 de abril en Las Ventas. Su muleta poderosa, buena disposici?n y unos pases de pecho que recordaban a los de El Viti fueron impecables carta de presentaci¨®n. Tiene que corroborar esta impresi¨®n.
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