Sano humor cruel

L¨¢stima que la pel¨ªcula de Ricky Gervais Incre¨ªble, pero falso, no merezca en Espa?a ni una copia subtitulada. Cada vez se le exige menos a una oferta que languidece, alej¨¢ndose de la vocaci¨®n universal de la cartelera de Par¨ªs. En la nuestra caben m¨¢s de 800 copias de Avatar, pero ganadoras de Cannes o Berl¨ªn tardan un a?o en estrenarse si es que lo hacen. La serie Extras, escrita y protagonizada por Gervais, sigue pasando en canales de pago. Son dos temporadas donde Gervais recrea con c¨®mica crueldad la vida de un figurante que pone en pie una penosa telecomedia. En cada cap¨ªtulo, un actor conocido se interpreta a s¨ª mismo cargando el acento en su demencia, su miseria o sus malas pulgas. El primero, donde Kate Winslet encadena obscenidades vestida de monja, o en el que Ben Stiller se retrata como un imb¨¦cil hist¨¦rico, son delicias que demuestran que el sentido del humor es terap¨¦utico.

Despu¨¦s del ¨¦xito de The office, Gervais logr¨® que sus siguientes productos, siempre afilados, c¨ªnicos y salvajemente incorrectos, fueran producidos en entente envidiable por la BBC y la HBO, es decir, abrir en dos el Atl¨¢ntico para cruzarlo a pie del humor ingl¨¦s. Para ellos va a crear, tras Extras, la serie La vida es demasiado corta, protagonizada por el estupendo actor enano Warwik Davis. Pero Gervais no es el ¨²nico que pasa de la tele al cine con asiduidad. Tina Fey y Steve Carrell son un matrimonio en crisis en Noche loca, que hubiera requerido al Scorsese de Afterhours en lugar de la deprimente torpeza y falta de ambici¨®n con que est¨¢ rodada. Ella es la c¨®mica del momento, interpreta a Sarah Palin en el Saturday night live y tiene serie propia: Rockefeller Plaza. ?l protagoniza desde hace seis a?os la versi¨®n norteamericana de The office. Ambos provienen de la compa?¨ªa teatral de Chicago Second City, de donde salieron entre otros Bill Murray, John Belushi, Dan Aykroyd, Elaine May, Mike Nichols o Mike Myers, grandes comediantes. En la sala de Chicago ahora hay en cartelera un t¨ªtulo prometedor Russ Limbaugh el musical, que es algo as¨ª como si en la Gran V¨ªa madrile?a pudi¨¦ramos ver Jim¨¦nez Losantos no se puede levantar.