Elogio y nostalgia del doctor Mara?¨®n
Se defin¨ªa, con bienhumo-rada humildad, como "trapero del tiempo" para explicar su abrumadora capacidad de trabajo y tratar de restarle importancia. Perteneci¨® a cinco de las ocho Reales Academias que existen en nuestro pa¨ªs y particip¨® activamente en sus tareas. Moderniz¨® y renov¨® la ense?anza y la pr¨¢ctica de la medicina. Escribi¨® estudios hist¨®ricos que en algunos casos siguen siendo textos de referencia. Desempe?¨® un papel relevante en la vida pol¨ªtica y social de los a?os veinte y primeros treinta del siglo XX espa?ol.
Pero, ahora que se cumple el medio siglo de su fallecimiento, ?qu¨¦ es lo que a¨²n perdura en la memoria colectiva de los espa?oles de cuanto en su vida hizo, escribi¨® o dijo el doctor Mara?¨®n?
Su figura sigue siendo recordada por el 90% de los espa?oles
El transcurso de los a?os todo lo pule y desgasta y, por lo general, acaba hermanando a la mayor¨ªa de los ilustres de ayer en la an¨®nima y brumosa fosa com¨²n del tiempo -y del olvido-. No en el caso del doctor Mara?¨®n, cuya figura sigue siendo recordada y percibida con nitidez por la ciudadan¨ªa mucho despu¨¦s del que fue su tiempo vital, seg¨²n los datos de una encuesta reciente de Metroscopia.
Para empezar, el doctor Mara?¨®n es conocido por m¨¢s del 90% de la poblaci¨®n, es decir, por la pr¨¢ctica totalidad, sin diferencias estad¨ªsticamente significativas ni por edad ni por nivel de estudios (al igual que, por cierto, ocurre con otras dos ilustres figuras m¨¦dicas, Ram¨®n y Cajal y Severo Ochoa).
Cabr¨ªa pensar que este mero conocimiento nominal significa en realidad poco, pues los tres dan nombre a hospitales, calles o plazas, e incluso, en Madrid, a alguna estaci¨®n de metro. Pero lo que los datos disponibles indican es que, al margen del universal conocimiento de su nombre, en nuestra actual sociedad existe un amplio conocimiento real de lo que el doctor Mara?¨®n signific¨®, hizo y fue.
Un 85% de los espa?oles le considera una figura importante en la historia de nuestro pa¨ªs, y no deja de llamar la atenci¨®n que entre los m¨¢s j¨®venes, o entre las personas con menor nivel de estudios, constituyan tambi¨¦n una abrumadora mayor¨ªa (m¨¢s del 75%) quienes expresan esa opini¨®n.
El consenso, al respecto, es pues generalizado y homog¨¦neo. Pero quiz¨¢ lo m¨¢s llamativo sea que, si bien es recordado fundamentalmente como un m¨¦dico eminente (quiz¨¢ no pod¨ªa ser de otro modo teniendo en cuenta ese "doctor" que autom¨¢ticamente se asocia a su apellido), fracciones muy considerables de la poblaci¨®n espa?ola recuerden y resalten otras aportaciones suyas a nuestra vida colectiva.
As¨ª, un 21% destaca ante todo el papel que desempe?¨® en la vida social, pol¨ªtica y cultural de su tiempo; un porcentaje id¨¦ntico opta por subrayar su compromiso por hacer de Espa?a una sociedad abierta y tolerante (ese "liberalismo" mara-?oniano que ¨¦l mismo definiera como consistente "en dos cosas: primero, estar dispuesto a entenderse con el que piensa de otro modo; y segundo, no admitir jam¨¢s que el fin justifica los medios, sino que, por el contrario, son los medios los que justifican el fin"); un 15% destaca su aportaci¨®n a la renovaci¨®n de la docencia m¨¦dica y un 11% valora de forma especial su contribuci¨®n a la investigaci¨®n hist¨®rica.
Apenas un 10% no sabe con qu¨¦ asociar, de forma espec¨ªfica y prioritaria, su figura y trayectoria vital. No puede decirse, a la vista de estos datos, que la imagen del doctor Mara?¨®n sea brumosa o imprecisa entre los espa?oles.
En realidad, el doctor Mara?¨®n, "tal y como en s¨ª mismo, al fin, la eternidad le ha convertido" (por decirlo con el verso que Mallarm¨¦ dedicara a Edgar Allan Poe en su fallecimiento), conserva intocada, a los 50 a?os de su muerte y casi 80 despu¨¦s de su ¨¦poca de mayor relevancia pol¨ªtica y social, su condici¨®n de figura de referencia, de personalidad-gu¨ªa.
No puede quiz¨¢ caberle mayor elogio. Y su ausencia (y la de figuras como ¨¦l) en nuestra sociedad actual no puede producirnos a los dem¨¢s mayor nostalgia.
Jos¨¦ Juan Toharia es catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa y presidente de Metroscopia.
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