Los laboristas critican las legislaturas fijas de cinco a?os
La reforma bancaria abre la primera fisura en la coalici¨®n
El acuerdo para que las legislaturas tengan una duraci¨®n fija de cinco a?os est¨¢ empezando a generar cr¨ªticas. En realidad las cr¨ªticas son al hecho de exigir una mayor¨ªa cualificada del 55% de los Comunes para poder disolver la C¨¢mara y convocar elecciones. Los cr¨ªticos, sobre todo entre las filas laboristas, sostienen que esa es una manera de bloquear cualquier moci¨®n de censura al Gobierno.
El acuerdo de coalici¨®n propone establecer por ley legislaturas de un plazo fijo de cinco a?os. "Esta legislaci¨®n estipular¨¢ tambi¨¦n que la disoluci¨®n exigir¨¢ el 55% o m¨¢s de los votos favorables de la C¨¢mara", precisa. En teor¨ªa, eso no impedir¨ªa que se pudiera derribar al Gobierno con la mitad m¨¢s uno de los votos, pero sin que eso implicara la convocatoria de elecciones.
Los ex ministros laboristas Jack Straw y David Blunkett se han declarado contrarios a ese cambio y ya se ha creado un grupo en Facebook para oponerse. Algunos analistas creen que no superar¨¢ el cedazo de la C¨¢mara de los Lores.
Los cr¨ªticos ven en esa modificaci¨®n una maniobra tory para mantenerse en el poder aunque pierdan el apoyo de los liberales, porque tienen el 47% de los diputados y podr¨ªan bloquear cualquier iniciativa del resto de los Comunes. Pero en realidad es una petici¨®n de los liberal-dem¨®cratas para asegurarse de que los conservadores no convoquen elecciones por sorpresa, antes incluso quiz¨¢s de que haya sido sometido a refer¨¦ndum el nuevo sistema electoral.
En el fondo del debate palpita la creencia de que la coalici¨®n no durar¨¢ m¨¢s de un par de a?os porque los recortes salvajes del gasto p¨²blico que ha de afrontar har¨¢n que el Gobierno sea muy impopular y que empiece a haber problemas entre los dos partidos que la forman. Un diputado conservador ha declarado ya en un peri¨®dico local que la coalici¨®n s¨®lo durar¨¢ dos a?os.
Las primeras 24 horas del nuevo Gobierno quedaron marcadas por la buena sinton¨ªa mostrada por David Cameron y Nick Clegg en su primera rueda de prensa conjunta en Downing Street. Pero ha habido ya algunos malentendidos. El Tesoro tuvo que aclarar que las competencias sobre la reforma de la banca corresponden al canciller del Exchequer, George Osborne, y no al liberal Vince Cable, ministro de Negocios, que defiende la separaci¨®n de la banca comercial y la banca de negocios.
Cable cre¨ªa que iba a presidir el comit¨¦ que se crear¨¢ para impulsar esa reforma, pero el Tesoro ha precisado que el comit¨¦ estar¨¢ presidido por Osborne y que Cable ser¨¢ copresidente. El lenguaje corporal hace pensar que Vince Cable, el pol¨ªtico liberal m¨¢s conocido hasta que estall¨® el fen¨®meno Clegg, no est¨¢ demasiado feliz con su nuevo cargo. Quiz¨¢s por eso David Cameron le acompa?¨® ayer en su primer d¨ªa en el ministerio y dijo que es "una estrella absoluta en t¨¦rminos de pol¨ªtica econ¨®mica y pensamiento econ¨®mico".
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