Frank Frazetta, dibujante, el canon de la fantas¨ªa
El dibujante Frank Frazetta (Nueva York, 1928) falleci¨® el pasado lunes, 10 de mayo, a los 82 a?os de edad, v¨ªctima de un derrame cerebral.
Un talento inusual para la ilustraci¨®n le llev¨® a la Brooklyn School of Fine Arts con apenas ocho a?os, iniciando una formaci¨®n que se ver¨ªa truncada con la muerte de su tutor en la escuela, Michele Falanga, y le obligar¨ªa a ponerse a trabajar con tan s¨®lo 16 a?os. Sus primeros trabajos fueron en el mundo del c¨®mic, como ayudante de dibujantes entonces consagrados como Graham Ingels, que pronto se dar¨ªa cuenta de las posibilidades del joven Frazetta e impulsar¨ªa su carrera dentro de Standard. En apenas unos a?os, el joven Frazetta pas¨® por varias editoriales como EC Comics o National Comics (la precursora de la actual DC Comics), hasta conseguir una serie regular en prensa, Johnny Comet, que le abrir¨ªa las puertas de ser contratado por el estudio del entonces influyente Al Capp para trabajar en su famos¨ªsima serie Li'L Abner. Un trabajo oscuro, en el que su nombre no aparec¨ªa acreditado, pero que era evidente en los niveles de calidad de acabado que alcanz¨® la serie. Por desgracia, una mala relaci¨®n con Capp tuvo como consecuencia que se prolongase su labor de negro de lujo, y su preciso y elegante trazo segu¨ªa quedando an¨®nimo en otras famosas series de la ¨¦poca, como el Flash Gordon, de Dan Barry, o Little Annie Fanny, de Harvey Kurtzman.
El anonimato terminar¨ªa a partir de los a?os sesenta, cuando el encargo de realizar las portadas de las novelas de Edgard Rice Borroughs y otros libros de fantas¨ªa cambi¨® radicalmente la vida del dibujante. Los espectaculares ¨®leos de Frazetta se conviertieron entonces en el reclamo m¨¢s eficaz para la compra de las novelas, y pronto el editor James Warren le contratar¨ªa para ilustrar las portadas de sus reci¨¦n nacidas revistas Creepy y Eerie. El ¨¦xito fue instant¨¢neo: las espectaculares ilustraciones de Frazetta, basadas en sencillas pero impactantes composiciones y un barroco acabado, abrieron una nueva concepci¨®n de la fantas¨ªa y crearon una escuela que a¨²n hoy sigue vigente en el g¨¦nero. Su visi¨®n de Conan se convirti¨® casi en el canon del personaje, y pronto su labor se traslad¨® tambi¨¦n a la ilustraci¨®n de carteles de cine. Convertido ya en una leyenda, en los ochenta intent¨® el salto a la animaci¨®n de la mano del directo Ralph Baski con la pel¨ªcula Tygra, hielo y fuego, que result¨® un fracaso comercial que no afect¨® al prestigio de Frazetta: en 1985 inaugur¨® un museo dedicado a su obra, todo un hito para un autor vivo.
Pero, a partir de ese a?o, comenz¨® tambi¨¦n todo un largo reguero de problemas de salud (que le llevaron incluso a tener que aprender a dibujar con la mano izquierda, en una nueva demostraci¨®n de su incre¨ªble talento y car¨¢cter) y de enfrentamientos familiares por una obra que ya cotizaba millonariamente en las subastas.
Con su fallecimiento, desaparece el artista m¨¢s influyente que ha tenido la ilustraci¨®n de fantas¨ªa.
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