La enorme fuerza del ahorro

Puede que la carga de la deuda de Italia sea tan alta como la de Grecia. Pero comparar no es lo mismo que razonar. Italia tiene sus puntos fuertes, aunque, naturalmente, el Gobierno sigue teniendo que abordar sus problemas estructurales, principal causa de su an¨¦mico crecimiento.

A principios de este mes, parec¨ªa que el contagio que se hab¨ªa extendido de Grecia a Portugal y a Espa?a tambi¨¦n podr¨ªa afectar a Italia. Espa?a y Portugal ya han dado pasos para reducir sus d¨¦ficits, pero Italia, no. Hay un motivo para no adoptar medidas de emergencia. Su d¨¦ficit es del 5% del PIB, inferior al de la mayor¨ªa de los pa¨ªses de la zona euro, despu¨¦s de que el ministro de Econom¨ªa, Giulio Tremonti, se resistiera a la tentaci¨®n de salir de la recesi¨®n del a?o pasado a base de gasto p¨²blico.

Aun as¨ª, el r¨¢pido envejecimiento de la poblaci¨®n italiana -con m¨¢s de un 30% de los adultos por encima de los 65 a?os- har¨¢ dif¨ªcil que consiga deshacerse de sus problemas de deuda. S¨®lo Alemania tiene una situaci¨®n demogr¨¢fica peor. La deuda de Italia supone el 115% del producto interior bruto, m¨¢s o menos igual que la de Grecia. Los m¨¢rgenes de su deuda soberana se duplicaron en abril, y s¨®lo bajaron despu¨¦s del enorme paquete de rescate de la eurozona. Tambi¨¦n se enfrenta a amortizaciones por valor de 260.000 millones de euros para finales de 2010.

Italia tiene un fuerte tejido industrial, que ir¨®nicamente se ver¨¢ beneficiado por la actual tendencia bajista del euro. Sus bancos han sobrevivido a la tormenta. Y los italianos son grandes ahorradores: son titulares de aproximadamente el 60% de la deuda de su Gobierno, mientras que unos dos tercios de la deuda soberana griega es propiedad de bancos extranjeros.

Pero, salvo que el pa¨ªs aborde sus problemas estructurales, profundamente arraigados, la carga de la deuda y el envejecimiento de la poblaci¨®n acabar¨¢n atrap¨¢ndolo. Los grandes problemas son tomar medidas en¨¦rgicas contra la evasi¨®n fiscal en su gran econom¨ªa sumergida, reducir el goteo constante de subvenciones a las regiones del Sur y disminuir el tama?o del sector p¨²blico. El Gobierno ha puesto en marcha algunas reformas profundas del sistema de pensiones, pero puede hacer m¨¢s en ese sentido. Roma deber¨ªa aprovecharse de la calma que ha provocado el rescate de la zona euro para aplicar cambios estructurales. Entonces, las comparaciones entre Atenas y Roma se quedar¨¢n donde les corresponde: los libros de historia.