La CAM, entre la fusi¨®n con Bancaja y la absorci¨®n por Caja Madrid
La entidad de ahorro afronta una semana decisiva para su futuroLos datos de 2009 reflejan que las cajas valencianas sufren menor morosidad
El futuro de Caja Mediterr¨¢neo (CAM) se cocina a fuego r¨¢pido. La entidad, fruto de 28 uniones desde que en 1940 se aliaran las cajas de ahorros y monte de piedad de Alicante, Elche, Jumilla, Yecla, Cartagena y Murcia, lleva desde el lunes trabajando a contrarreloj para cerrar una alianza y responder a la voluntad del Banco de Espa?a de acelerar las fusiones. Un sprint que provoca una sensaci¨®n de presi¨®n que en el consejo de administraci¨®n disgusta y que preocupa a nivel empresarial. El fracaso a ¨²ltima hora del pasado lunes de las negociaciones con Cajamurcia evidenci¨® las prisas y ha reducido las opciones b¨¢sicamente a dos: la integraci¨®n con Caja Madrid, v¨ªa SIP o absorci¨®n, o la uni¨®n con Bancaja. Pese a ello, algunas fuentes no descartan que la CAM pueda buscar socios en una o varias cajas de mediano tama?o.
La encrucijada llega, adem¨¢s, mientras a nivel nacional muchas de las fusiones que cuajan son de ¨¢mbito auton¨®mico, a pesar de que el emisor apuesta por uniones interregionales. En la Comunidad Valenciana, Bancaja y la CAM volvieron la semana pasada a sentarse en busca del entendimiento, pese a las dificultades.
Dos fracasos les preceden, durante los gobiernos del socialista Joan Lerma y del popular de Eduardo Zaplana. Y aunque la situaci¨®n es diametralmente distinta, la oposici¨®n alicantina se mantiene especialmente a nivel pol¨ªtico. Entre los empresarios hay fisuras, ya que tras ver fracasar la negociaci¨®n con Cajamurcia (la opci¨®n favorita en Alicante), temen el perjuicio de la absorci¨®n por Caja Madrid. El viernes la CAM tiene una asamblea general ordinaria. Todas las fuentes apuntan a un anuncio de fusi¨®n antes. El 30 de junio es la fecha l¨ªmite para aprovechar las ayudas a la reestructuraci¨®n, y el Banco de Espa?a quiere fusiones antes.Caja Mediterr¨¢neo (CAM) ha vivido una semana de inc¨®modo protagonismo a ra¨ªz de la abrupta ruptura de la negociaci¨®n con Cajamurcia. La entidad que preside Carlos Egea acab¨® pidiendo demasiado, una presidencia ejecutiva para cinco a?os prorrogables, a pesar de que el presidente Camps hab¨ªa aceptado que la sede social de la nueva entidad se ubicara en Murcia. Otras fuentes apuntan a que el presidente de la CAM, Modesto Crespo, pretend¨ªa compartir en parte esa responsabilidad con Egea.
Y el pacto se rompi¨® cuando ya el consejo de administraci¨®n de la CAM estaba convocado para bendecir la operaci¨®n al d¨ªa siguiente. Horas despu¨¦s, se atribu¨ªa a Rodrigo Rato, presidente de Caja Madrid, un despectivo comentario hacia la posibilidad de un acercamiento a la CAM ante la asamblea general ordinaria de la caja madrile?a, la segunda de Espa?a por volumen de activos. La Generalitat invit¨® de inmediato a la CAM y Bancaja a explorar de nuevo una aventura conjunta que pese a los contactos el propio Jos¨¦ Luis Olivas, presidente de la caja de Valencia, rebajaba de tono el jueves.
Las sensaciones tienen mucho peso en el mercado financiero y la CAM resultaba aparentemente debilitada por ese c¨²mulo de circunstancias. Pero una atenta lectura de las comunicaciones de la CAM, Bancaja y Caja Madrid a la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores revela que la posici¨®n de la caja alicantina es tan s¨®lida como las de sus supuestos novios.
A finales de 2009, el ¨ªndice de morosidad de la CAM era el m¨¢s bajo de las tres cajas. Bancaja se manten¨ªa por debajo de la media del sector, pero Caja Madrid la rebasaba en cinco d¨¦cimas. El ratio de cobertura, el porcentaje de dotaciones obligatorias apartadas para cubrir posibles fallidos en los cr¨¦ditos concedidos, tambi¨¦n era notablemente m¨¢s elevado en el caso de la CAM. Y Caja Madrid arrojaba los peores porcentajes. En el caso del coeficiente de solvencia, es similar en las tres cajas. Lo mismo que el core capital, porcentaje de fondos de los que puede disponer de inmediato una entidad en relaci¨®n al total de deudas a las que podr¨ªa verse abocado a afrontar en una situaci¨®n extrema.
Resulta llamativo que el margen de intereses de la CAM, el resultado del negocio m¨¢s puramente bancario, los ingresos obtenidos a partir de los intereses de los pr¨¦stamos a clientes, creciera un 33% a lo largo de un ejercicio en el que los tipos de inter¨¦s bajaron gradualmente hasta los m¨ªnimos actuales. S¨®lo Bancaja sufri¨® un recorte en los ingresos obtenidos como margen de intereses. Y todo apunta a nuevas ca¨ªdas de ese margen en todas las entidades financieras en el presente ejercicio.
Los beneficios a final del ejercicio cayeron en los tres casos. Caja Madrid y Bancaja los recortaron a tres cuartas partes. La CAM, casi a la mitad. Las tres esgrimieron los fondos dedicados a dotaciones para explicar la ca¨ªda. Caja Madrid, de hecho, declar¨® unos beneficios inferiores a los de Bancaja en el primer trimestre de 2010 porque sigue acumulando fondos ante la previsi¨®n de posibles impagos.
En estas circunstancias, cobra cuerpo de nuevo la posibilidad de un acercamiento entre Bancaja y la CAM. Los ¨®rganos de gobierno y, en ¨²ltimo t¨¦rmino, las asambleas generales de ambas entidades tienen la ¨²ltima palabra. Pero empresarios, patronales y grupos de presi¨®n invitan a la negociaci¨®n entre las dos cajas. Lo mismo que el Consell, tras meses reclamando sin ¨¦xito el acercamiento.
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