Dos tesis y un bar¨®metro
Digan lo que digan los recientes sondeos de urgencia, el ¨²ltimo bar¨®metro del CIS corrobora dos de las principales tesis que, de manera intuitiva, he defendido aqu¨ª en alguno de mis art¨ªculos. La primera es que la profesi¨®n de pol¨ªtico se halla tan devaluada entre el p¨²blico en general que ya no puede extra?ar a nadie que ¨¦sta por fin haya conseguido situarse en el tercer puesto del ranking entre las preocupaciones de los espa?oles.
La segunda es que el principal lastre para el desarrollo de este pa¨ªs no est¨¢ tanto en el sesgo ideol¨®gico de quien gobierna como en la incompetencia generalizada que muestran unos y otros (con algunas excepciones muy notables en el seno del Gobierno) a la hora de abordar los asuntos verdaderamente importantes. Los ciudadanos, naturalmente, no lo expresan de manera tan directa a trav¨¦s de los bar¨®metros, pero se les acaba entendiendo todo cuando responden a determinadas preguntas.
Por ejemplo, cuando se les pide que valoren la gesti¨®n del Gobierno, un 52,2% responde que ¨¦sta es mala o muy mala, indicando que una mayor¨ªa de la poblaci¨®n estar¨ªa dispuesta a dejarse tentar por cualquier otra opci¨®n (sin importar mucho su ideolog¨ªa) a poco que ¨¦sta pudiera mostrar una m¨ªnima seriedad y solvencia t¨¦cnica para resolver algunos de los problemas que m¨¢s le angustian. El PP, por tanto, lo tendr¨ªa ahora muy f¨¢cil de no ser porque la valoraci¨®n que los ciudadanos otorgan a su gesti¨®n, como principal partido de la oposici¨®n, es todav¨ªa peor que la del Gobierno (un 60%).
Cabe pensar que esta opini¨®n tan negativa sobre las opciones pol¨ªticas a su alcance pudiera mejorar algo si se personalizara en los l¨ªderes respectivos. Pero no es as¨ª, porque mientras Zapatero genera poca o ninguna confianza en un 75% de los ciudadanos (un resultado esperable a tenor de lo que uno oye por bares y plazas), de Rajoy desconf¨ªa nada menos que el 82% de la poblaci¨®n (?siete puntos m¨¢s!). Y desde luego, existe unanimidad a la hora de creer que, tanto un partido como otro, no se preocupan demasiado por los asuntos que m¨¢s interesan a los espa?oles (el PP, todav¨ªa menos).
?Puede sorprenderle entonces a alguien que el mismo bar¨®metro otorgue una distancia de tan solo 1,5 puntos en la intenci¨®n de voto al PP, con la que est¨¢ cayendo? A m¨ª, no, desde luego. Parece muy evidente para todo el mundo, excepto para el propio afectado, que todo esto ocurre a causa de la total e irresponsable ausencia de sentido de Estado que caracteriza al principal grupo de la oposici¨®n, sobre todo en momentos en los que ¨¦ste resulta decisivo para reducir la incertidumbre y tranquilizar a los malditos mercados. Seguramente creen, los muy ingenuos, que incluso en estas dram¨¢ticas circunstancias el viejo lema de "cuanto peor, mejor" les va a llevar en volandas a la Moncloa.
No s¨¦ qui¨¦n compone el grupo de asesores del PP (en el caso de que algo parecido a esto exista), pero no tengo ninguna duda de que est¨¢ invadido de izquierdistas infiltrados. Eso, o se trata de una cuadrilla de incompetentes, lo que no vendr¨ªa sino a avalar, una vez m¨¢s, la veracidad de mi segunda tesis.
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