Boni
La amistad entre pol¨ªticos y periodistas es moneda corriente. Conste que no siempre es deseable y puede resultar compleja pero compartimos demasiados espacios comunes y el trato hace al cari?o. Para administrar bien esa relaci¨®n nunca hay que olvidar d¨®nde est¨¢ cada cual con el fin de que nadie traicione sus lealtades y c¨®digos profesionales. Aunque siempre presum¨ª de escoger bien los amigos, alg¨²n pol¨ªtico me ha defraudado haci¨¦ndome sentir como un idiota. Es algo que no me ha pasado con Bonifacio de Santiago, el alcalde de Las Rozas. El suyo es hoy el ¨²nico municipio del corredor noroeste de Madrid que ostenta el honor de no haber sido corrompido por la banda de los G¨¹rtel. Y no ser¨¢ porque no lo intentaron. Hace unos d¨ªas, EL PA?S revelaba hasta qu¨¦ punto y con qu¨¦ insistencia el corruptor oficial del Partido Popular, Francisco Correa, trat¨® de tentar al alcalde roce?o para que prosperara uno de esos negocietes en que todos ganan, menos el contribuyente.
El alcalde de Las Rozas rechaz¨® un intento de soborno de Correa, el corruptor oficial del PP
La acci¨®n se sit¨²a en febrero de 2003, s¨®lo unos meses despu¨¦s de que Correa firmara como testigo en aquella boda de Estado que Aznar le mont¨® a su hija y en la que el capo de la G¨¹rtel pudo alternar con los Reyes y los jefes de Gobierno y mandatarios de media Europa. Con semejantes credenciales ning¨²n Ayuntamiento de derechas parec¨ªa tener pelotas para cerrarle las puertas a un tipo as¨ª. Correa llam¨® al de Las Rozas y don Bonifacio lo recibi¨®.
El asuntejo que all¨ª le tra¨ªa era el contrato de recogida de basuras y limpieza urbana del municipio cuyo concurso estaba a punto de convocarse. Un suculento bocado por el que, seg¨²n le espet¨® Correa, estaba dispuesto a meterle 350 millones de las antiguas pesetas en un bonito malet¨ªn; 350 kilos, 2,1 millones de euros solo por apa?ar un poco las cosas para que SUFISA, una de las empresas de la G¨¹rtel, se levantara el contrato. Correa por sus servicios tambi¨¦n cobrar¨ªa una peque?a comisi¨®n de 50 kilos. En total, 400 millones a repartir que era como sacarles unos mil duros por cabeza a cada ciudadano de Las Rozas, ni?os y ancianos incluidos.
Visto con la perspectiva de aquel entonces la operaci¨®n tampoco cantaba demasiado, al fin y al cabo SUFISA obtuvo contratos similares en municipios como Boadilla, Majadahonda y Alcal¨¢ de Henares o en el distrito madrile?o de Moratalaz. A pesar de ello y, seg¨²n cont¨® EL PA?S, Bonifacio de Santiago, m¨¢s conocido como Boni, invit¨® al se?or Correa a que abandonara de inmediato su despacho conmin¨¢ndole a que no fuera a verle nunca m¨¢s.
Es verdad que, seg¨²n ha confirmado el propio alcalde, la forma en que le ech¨® del despacho fue amable y cort¨¦s en lugar de escupirle a la cara y darle una patada en el culo por insultarle cuestionando su integridad con semejante oferta. Tambi¨¦n es cierto que no denunci¨® el intento de soborno ni lo aire¨® para conjurar otros cohechos, pero entiendo que no debe de ser f¨¢cil con un tipo que entraba en G¨¦nova como Pedro por su casa y era amiguete del yerno de Aznar. A pesar de ello, mantuvo el tipo en los nuevos embates de Correa cuando intent¨® comprar despu¨¦s a su concejal de Urbanismo invit¨¢ndole a navegar en su yate, y al chal¨¦ en Marbella. Don Bonifacio amenaz¨® al edil con cesarle en sus funciones si aceptaba la invitaci¨®n.
Visto lo visto y con el sumario G¨¹rtel en la mano aquel proceder resulta casi conmovedor. Al menos me lo resulta a m¨ª que conoc¨ª al personaje como Boni 10 a?os antes de saber siquiera que se llamaba Bonifacio de Santiago. Boni era el tipo simp¨¢tico y afectuoso que defend¨ªa el bar de su padre donde desayun¨¢bamos cada ma?ana quienes abr¨ªamos la radio en la cadena SER.
Con Boni entonces apenas habl¨¢bamos de pol¨ªtica. Compart¨ªamos las cosas sencillas de la vida y nos un¨ªa la solidaridad de los madrugones severos. Despu¨¦s supimos mantener nuestra amistad sin que ¨¦l traicionara sus lealtades pol¨ªticas ni yo mis c¨®digos profesionales. Ahora s¨¦ hasta qu¨¦ punto ha merecido la pena.
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