Un juego de espacios
El Bayern se limita a la profundidad y el Inter desbloquea por dentro
![Jordi Quixano](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F15947109-0adc-4953-b242-58c820cdd3e6.png?auth=46faa5da37d765018853ea3bacc01b9da4cf07983b79d689fdda160adfdb5e2e&width=100&height=100&smart=true)
El Bayern, generoso en la amplitud, ensanch¨® el campo con Robben. Pretend¨ªa el equipo b¨¢varo utilizar las carreras del extremo, exprimir los espacios y la profundidad. Pero se entrecort¨® la artima?a, sin rematadores libres, con la zaga del Inter abrochada, sin lugar a los espacios. La propuesta neroazzurra era opuesta; jugar por el pasillo interior, con Sneijder como trampol¨ªn y enlace con Diego Milito, un ariete que juega como nadie con los espacios. Result¨® definitivo.
- Julio C¨¦sar. Frontera infranqueable. Tiene manoplas de hierro y pies salvadores. Desbarat¨® todo el peligro -Olic, M¨¹ller y Robben- y transmiti¨® una serenidad absoluta. Un genio.
- Van Buyten y Demichelis. Los kilom¨¦tricos centrales respondieron casi siempre por arriba y se desajustaron cuando la pelota corr¨ªa por el suelo y apareci¨® el requiebro. Desastrosos ambos zagueros en el gol, fallaron en el marcaje, en la carrera, en la colocaci¨®n y en la correcci¨®n. La culpa: una simple pared. Demichelis, que amorat¨® el tobillo de Milito, se carg¨® con una tarjeta y se difumin¨®. Van Buyten redonde¨® la actuaci¨®n, roto en pedazos, tras el recorte del segundo gol de Milito.
- Lucio y Samuel. Unos molinillos, siempre con los brazos de paseo. Lo permiti¨® el colegiado y, abrigados en el ¨¢rea por la solidaridad de los medios centros, desdibujaron con pleno acierto a los arietes adversarios, con la misma rigidez de cintura. Nulos con la pelota controlada.
- Chivu. Calamitoso. Descordado el casco, sud¨® de lo lindo para atar a Robben. Perdi¨® todas las carreras, recibi¨® una cartulina y, a buen seguro, le doli¨® la cadera de los recortes que le dedic¨® el extremo. Le cambiaron.
- Zanetti y Cambiasso. Minimalistas. Con el bal¨®n en los pies evitaron todo adorno y se limitaron a sacud¨ªrselo de encima, siempre en pases horizontales. En el ejercicio defensivo, sin embargo, se desgastaron sin miramientos, pendientes del corte y las coberturas.
- Schweinsteiger y Van Bommel. Al contrario que sus rivales, lanzaron balones en diagonal a las carreras de Robben pero desatendieron los huecos a sus espaldas, la movilidad de entre l¨ªneas de Sneijder. Una r¨¦mora penalizadora e irreversible.
- Altintop. Ten¨ªa la dif¨ªcil papeleta de suplir a Rib¨¦ry y respondi¨®, hasta el punto de que fij¨® a Maicon. Desequilibrante, le falt¨® una pizca de punter¨ªa y le sustituyeron por Klose, anulado.
- Sneijder. Catapulta. Desligado de la presi¨®n rival y sin exigencias defensivas, jug¨® a sus anchas sobre el c¨¦sped. Rein¨® su parcela y desbloque¨® el pasillo interior, protagonista con el bal¨®n anudado a la bota. Lanz¨® al equipo con sus pases, absorbi¨® toda jugada ofensiva interista y suya fue la asistencia del tanto. Lo prob¨® a bal¨®n parado y s¨®lo Butt le priv¨® del gol.
- Eto'o. Sin apenas participaci¨®n en el juego, dio el pase del segundo gol a Milito. Se corona con tres Champions, y dos tripletes consecutivos, tras el obtenido el a?o anterior con el Bar?a.
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