Los usos de las calles de Barcelona y su complejo mobiliario
El libro 'La U urbana' pide que se eliminen elementos de la v¨ªa p¨²blica
Dos personas instalan una mesita y dos sillas plegables en el espacio se?alado como zona azul. A continuaci¨®n se sientan para tomar el t¨¦, no sin antes haber sacado de la m¨¢quina correspondiente el obligado tiquet para una hora y media. Los empleados municipales no entendieron que aquello fuera demasiado legal y les se?alaron que, con tique o sin ¨¦l, all¨ª no se pod¨ªan quedar. ?Por qu¨¦ un coche s¨ª y una mesa no? Es uno de los conflictos de interpretaci¨®n que se pueden dar en el uso del espacio p¨²blico urbano, es decir, calles y plazas. Un espacio, dijo el arquitecto Juli Capella, "de todos", pero donde no todo el mundo puede hacerlo todo, por m¨¢s que se hagan muchas m¨¢s cosas de las previsibles. Capella explic¨® que se hab¨ªa hecho el experimento de la zona azul en el curso de la elaboraci¨®n del libro La U urbana. El libro blanco de las calles de Barcelona, que acaba de publicarse en catal¨¢n y castellano. Se trata de un volumen colectivo que analiza las calles de la ciudad y el mobiliario urbano, su distribuci¨®n y sus usos.
La ciudad tiene 28.012 sem¨¢foros, 1.158 quioscos y 107.084 farolas
La U hace referencia a la figura que forman las dos fachadas de una calle m¨¢s el suelo. El espacio p¨²blico por excelencia, seg¨²n coincidieron en afirmar en la presentaci¨®n del libro, celebrada en el Colegio de Arquitectos de Barcelona, Capella, pero tambi¨¦n Jordi Farrando, que lo ha coordinado, y Joan Subirats, que se ci?¨® a analizar los usos de la calle recordando que el debate sobre la organizaci¨®n de las calles no es "t¨¦cnico, sino pol¨ªtico y social". Subirats destac¨® que en Barcelona hay una tradici¨®n que hace que las calles sean monol¨ªticas: siempre el mismo uso, siempre la misma direcci¨®n. No es algo universal, dijo. En Washington, donde encontrar un espacio grande para una escuela es un problema considerable, se ha optado por cerrar durante unas horas el tramo de calle que quede frente a un colegio, logrando as¨ª un amplio espacio de recreo. En cualquier caso, sostuvo Subirats, el uso de la calle es diferente en Pedralbes que en Ciutat Vella. En su opini¨®n, la gente usa m¨¢s la calle cuanto menos espacio y confort tiene en la propia casa.
Pero la calle est¨¢ ocupada. Por la gente, por supuesto, pero por muchas otras cosas: los elementos urbanos. Hay 703.540, explic¨® Ferrando. Se cuentan aqu¨ª, por ejemplo, los 107.084 soportes para iluminaci¨®n, que no son todos iguales. Hay columnas, farolas, farolas hist¨®ricas (7.310 para ser precisos), apliques y otros. Pero tambi¨¦n 28.012 sem¨¢foros y m¨¢s de 20.000 contenedores para basuras diversas. A lo que habr¨ªa que a?adir 1.158 quioscos, 2.690 terrazas de bar y 150.912 alcorques para otros tantos ¨¢rboles. Elementos que, defendi¨® Ferrando, no caben todos en todas partes, de ah¨ª que el libro se cierre con algunas propuestas que se resumen en la necesidad de eliminar elementos (por ejemplo, en Barcelona ya no hay relojes, por decisi¨®n municipal), soterrar otros, agrupar muchos y, por supuesto, innovar y sistematizar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.