El presidente catal¨¢n: "Est¨¢ en riesgo el sentido del pacto constitucional"

Fue el d¨ªa de Jos¨¦ Montilla. Las funestas consecuencias que un recorte del Estatuto tendr¨ªa para las fuerzas catalanistas llev¨® al presidente de la Generalitat a echar mano ayer de uno de los altavoces m¨¢s potentes que tienen las autonom¨ªas para dirigirse al conjunto de Espa?a: la comisi¨®n general de comunidades aut¨®nomas del Senado. Era la primera vez que el organismo se reun¨ªa a petici¨®n de un presidente auton¨®mico. Y Montilla consigui¨® sacarle partido. Ocho horas largas de debate le permitieron dejar claro que una sentencia negativa sobre el Estatuto no ser¨ªa algo inocuo, sino una bomba de relojer¨ªa para las relaciones entre Catalu?a y el resto de Espa?a.

El presidente de la Generalitat intent¨® evitar las expresiones apocal¨ªpticas, pero no se qued¨® corto alertando de la que se avecina si un Tribunal Constitucional con la mitad de sus miembros en situaci¨®n "an¨®mala" recorta un Estatuto refrendado por las Cortes y el pueblo catal¨¢n. "No s¨®lo est¨¢ en juego el prestigio de las instituciones. Tambi¨¦n est¨¢ en riesgo el sentido y el alcance del pacto constitucional", dijo antes de pedir "respeto" para Catalu?a.

El representante del Gobierno de Madrid tild¨® el acto de "p¨¦rdida de tiempo"

Montilla centr¨® sus esfuerzos en convencer de que no pide ninguna barbaridad. "No tengo intenci¨®n de ir ni un mil¨ªmetro m¨¢s all¨¢ de la Constituci¨®n, ni de permitir quedarnos a un mil¨ªmetro de lo que permite el Estatuto". Tambi¨¦n dej¨® claro que no pide un trato de favor ante el Constitucional, sino el cumplimiento estricto de lo que dice la ley: eso es renovar los cuatro miembros del alto tribunal con el mandato agotado y cubrir la plaza del fallecido Roberto Garc¨ªa-Calvo antes de dictar sentencia sobre el Estatut. Por este motivo el presidente de la Generalitat declin¨® poner en primer plano otras exigencias expresadas por su Gobierno y suscritas por Converg¨¨ncia i Uni¨®, como pedirle al Constitucional que se declare incompetente para sentenciar el Estatuto.

De ah¨ª que Montilla apelara a los sentimientos para intentar ganarse una audiencia entre la que no hab¨ªa ning¨²n presidente auton¨®mico del PP -todos delegaron en consejeros de sus Gobiernos- y s¨ª dos ministros: el vicepresidente tercero, Manuel Chaves, y el titular de Trabajo y dirigente socialista catal¨¢n, Celestino Corbacho. Montilla, poco h¨¢bil con los idiomas, hasta habl¨® en euskera y gallego, adem¨¢s de catal¨¢n. Todo para dejar claro que lo que busca el Estatuto no es romper Espa?a sino integrar sus nacionalidades, seg¨²n el esp¨ªritu de la Constituci¨®n de 1978.

El vicepresidente tercero, Manuel Chaves, recogi¨® el guante y urgi¨® a la renovaci¨®n del Tribunal Constitucional dejando claro, eso s¨ª, que las acusaciones de falta de legitimidad de este organismo procedentes de Catalu?a no tienen fundamento.

Los dirigentes auton¨®micos del Partido Popular dejaron claro que no piensan lo mismo, en especial el consejero de Presidencia madrile?o, Francisco Granados, que en tono despectivo calific¨® la reuni¨®n de "p¨¦rdida de tiempo". En el turno de los grupos parlamentarios, el PP entreg¨® el protagonismo a Alicia S¨¢nchez-Camacho, candidata a la presidencia de la Generalitat. ?sta no se desmarc¨® del gui¨®n y calde¨® el debate acusando a Montilla de estar m¨¢s preocupado por el Estatuto que por la crisis. "Esto es pura demagogia", le respondi¨® el portavoz socialista, Jos¨¦ Ignacio P¨¦rez S¨¢enz. Que subray¨®, adem¨¢s, que el PSOE sigue viendo "constitucional" el Estatuto.

Lo que no logr¨® visualizar Montilla fue el frente unitario de partidos catalanes en defensa del Estatuto. Aunque el PSC, Esquerra, Iniciativa y Converg¨¨ncia registraron ayer en el Senado su propuesta para reformar la ley del Constitucional, el l¨ªder de CiU, Artur Mas, fue el gran ausente de la sesi¨®n. Se tom¨® el d¨ªa libre.