Sin corbata
Escucho a mi alcalde Od¨®n en la SER. Le preguntan primero por la Real y medio desconecto. Una mala noticia la derrota ante el Betis del pasado domingo, y una verg¨¹enza la actuaci¨®n del ¨¢rbitro. Negro va el panorama, teniendo en cuenta que la entrevista se realiza en el marco de la pol¨¦mica decisi¨®n sobre Tabakalera. El descenso al abismo, sin embargo, dura muy poco, pues inmediatamente emerge el Od¨®n m¨¢s genuino. "Mire", dice, "tengo una buena noticia que darle, y es que ayer domingo me di un paseo, yo solo, por el nuevo paseo fluvial que une Riberas con Loyola, y le puedo asegurar que es una maravilla; pero no es la ¨²nica buena noticia de hoy, ya que adem¨¢s..." Creo que han sido tres las maravillosas noticias del d¨ªa, todas ellas de innegable provecho para los ciudadanos, de modo que tras ese pr¨®logo, el asunto de Tabakalera ha perdido su dramatismo y ha sido sometido a unos criterios de racionalidad que todos podemos aceptar. Pero la ciudad sigue en marcha y, con buen humor y mayor optimismo, Od¨®n ha desgranado lo que ya se est¨¢ realizando y lo que est¨¢ a punto de emprenderse. No ha hablado de cigarras ni de hormigas, tampoco de justos o pecadores; no ha recurrido al discurso del rencor y de la suficiencia y de la insolidaridad al que algunos nos est¨¢n acostumbrando estos d¨ªas. Ha afrontado la realidad, ¨¦sta que nos desvela la crisis, y lo ha hecho con su habitual energ¨ªa.
La entrevistadora le ha comentado luego lo de la camiseta. Se conmemoraba el pasado domingo el trig¨¦simo aniversario de la declaraci¨®n de Vitoria como sede del Gobierno y del Parlamento, y, como ustedes sabr¨¢n ya, el alcalde Od¨®n se present¨® al acto hecho una pancarta reivindicativa. Nada de traje y corbata, sino camiseta y chaqueta casual. ?l se ha defendido en la entrevista declarando que es poco convencional vistiendo, y lo es, pero su indumentaria portaba esta vez un mensaje y una demanda: ya que nos reunimos aqu¨ª para hablar de capitales, hablemos de todas. San Sebasti¨¢n compite para ser Capital Europea de la Cultura, s¨ª, aunque no debemos olvidar que, en ¨¦sta nuestra capitalidad flotante, pretende ser tambi¨¦n la capital cultural de Euskadi. Junto a las corbatas de Lazcoz y del lehendakari, y la corbata en ausencia de Azkuna, ?a qui¨¦n parece representar Od¨®n? No, desde luego, a "la mejor ciudad del mundo mundial" y con escasa deuda, sino al informal y generoso despilfarro de la cultura: una mendiga. Od¨®n parece estar all¨ª para recibir un premio. Si Bilbao, con la ecu¨¢nime generosidad de los hoy mendigos, ha sabido convertirse en la capital de hecho, y Vitoria pretende llegar a ser la capital de derecho, qu¨¦ le queda a San Sebasti¨¢n salvo degradarse de balneario a villorrio. Bueno, le queda Od¨®n, y su empe?o por convertir esta ciudad en una ciudad de verdad, una ciudad europea, como le gusta declarar. Un estilo, un descaro, una visi¨®n, un sue?o. Lo tiene dif¨ªcil, visto el panorama y la fauna y flora, pero aplaudo su empe?o.
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