La trama intent¨® su ¨²ltimo 'pelotazo' en la plaza de Europa de L'Hospitalet
Prenafeta, Alavedra y Luigi se repartieron un mill¨®n por asesorar a Espais
Unos terrenos ocupados durante d¨¦cadas por chatarreros se convirtieron de repente en solares codiciados por el gremio del ladrillo. El soterramiento parcial de la autov¨ªa de Castelldefels a su paso por L'Hospitalet era una asignatura pendiente que cosi¨® el urbanismo de esta ciudad hace ya seis a?os. En aquellos terrenos se levantan ahora flamantes edificios de oficinas, hoteles de dise?o y las sedes corporativas de diversas sociedades, Proinosa entre otras.
La plaza de Europa de L'Hospitalet se ha convertido en el espacio de centralidad de la zona y eso era conocido por la trama pretoriana, que si algo sab¨ªa era anticiparse a la revalorizaci¨®n de los terrenos, aunque hubiera que forzarla con actuaciones susceptibles de ser incluidas en el C¨®digo Penal.
La inmobiliaria ofreci¨® los edificios al Departamento de Medio Ambiente
Para acometer el soterramiento de la autov¨ªa, desde el barrio del Gornal hasta la plaza de Cerd¨¤, la frontera con Barcelona, se cre¨® un consorcio p¨²blico en enero de 2002, siendo alcalde Celestino Corbacho, ahora ministro de Trabajo e Inmigraci¨®n. Tras la reparcelaci¨®n, a la sociedad Inmuebles God¨®, SA, le fueron adjudicadas cinco parcelas. Como se le exigieron 6,3 millones de euros en concepto de cargas urban¨ªsticas, opt¨® por vender dos de esos solares a la sociedad Doskasde, SA, en enero de 2003. Cada parcela ten¨ªa 2.371 metros cuadrados de superficie y 7.661 de techo edificable. En ambos casos eran de uso residencial y se pag¨® un total de 22,98 millones de euros.
En esa venta act¨²an dos intermediarios. Uno fue Enrique Lacalle, ex concejal del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, quien percibi¨® 1.124.853 euros m¨¢s IVA a trav¨¦s de sociedades de su propiedad. ?l mismo mostr¨® las facturas a la Guardia Civil cuando declar¨® el pasado 6 de febrero en el cuartel de Sant Andreu de la Barca.
Apenas a?o y medio despu¨¦s de comprar, el 19 de agosto de 2004, Doskasde, SA, firm¨® un contrato privado de compraventa con Espais, la inmobiliaria del imputado Llu¨ªs Casamitjana, que luego vendi¨® dos solares al Incas¨°l en Cerdanyola y El Prat, y que pinch¨® con la venta un edificio de la avenida Diagonal a la Generalitat. Por la compra de las dos parcelas de la plaza de Europa, Espais pag¨® 32,2 millones y ese mismo d¨ªa firm¨® un contrato con Poliafers, SA, la sociedad instrumental de Llu¨ªs Prenafeta, por el que este cobr¨® 1.107.600 euros, IVA incluido, de los que 458.200 se los qued¨® ¨¦l, 348.000 fueron para Maci¨¤ Alavedra y los restantes 301.400 para Luigi. El motivo oficial que siempre aparece en las facturas es "trabajos de asesoramiento", pero la Guardia Civil explica en el informe entregado al juez que la intervenci¨®n de Poliafers "sigue patrones semejantes a los propios" de las operaciones de Badalona y Sant Andreu de Llavaneres supuestamente delictivas, si bien en este caso no hubo una recalificaci¨®n urban¨ªstica de los usos. El informe policial recuerda que fue otra empresa distinta a Poliafers la que asesor¨® a Espais, por lo que se sugiere que "esta cuesti¨®n posiblemente deber¨ªa ser aclarada por Llu¨ªs Prenafeta".
En esas parcelas se est¨¢n construyendo dos torres que tendr¨¢n un m¨¢ximo de 15 plantas cada una y que Espais est¨¢ promocionando como viviendas. Sin embargo, el a?o pasado se ofrecieron los edificios a la Generalitat para que se trasladara all¨ª la sede del Departamento de Medio Ambiente y Vivienda. Fue a trav¨¦s de una carta remitida el 5 de marzo de 2009 a la secretaria de Vivienda, Carme Trilla, y de diversas llamadas y reuniones en las que tampoco se lleg¨® a nada.
"?nicamente ha quedado pendiente conocer el objeto concreto de la sociedad Poliafers" y otras, que "est¨¢n vinculadas a la operativa" de Prenafeta, Alavedra y Garc¨ªa S¨¢ez, admite la Guardia Civil en su informe dirigido al juzgado. La investigaci¨®n sigue abierta y habr¨¢ que esperar.
El interrumpido sigilo policial
El soufl¨¦ medi¨¢tico del caso Pretoria estaba desinflado a primeros de febrero. Entonces ya empezaban a circular los comentarios de los agoreros de turno que pronosticaban "otra garzonada", una expresi¨®n acu?ada para desacreditar al juez de la Audiencia Nacional.
Suele ser propia de los que confunden el deseo con la realidad, hasta que ¨¦sta les desborda. Y m¨¢s despu¨¦s de que Alavedra, Prenafeta y Mu?oz se hubiesen comido los turrones en casa, se les hubiesen rebajado las cuantiosas fianzas que prestaron para quedar en libertad y solo Luigi permaneciese entre rejas.
Los tiempos period¨ªsticos nada tienen que ver con los policiales, y mucho menos con los judiciales. La Guardia Civil, actuando a las ¨®rdenes del juez luego defenestrado, segu¨ªa trabajando en sigilo, pero trascendi¨® que un grupo de agentes llevaban semanas en Barcelona con los flecos de la trama. Se ignoraba d¨®nde ni qu¨¦ investigaban, porque el caso segu¨ªa bajo secreto de sumario.
El levantamiento de esa medida, despu¨¦s de que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional estimase un recurso de la abogada de Luigi, ha revelado que aquellas pesquisas se centraban en dos parcelas de la plaza de Europa. La investigaci¨®n policial se recoge en un informe de la Guardia Civil fechado el 3 de mayo, en el que se sugiere que se vuelva a tomar declaraci¨®n a Prenafeta para que aclare el cobro de comisiones a trav¨¦s de Poliafers, la sociedad instrumental que cre¨® para estos fines.
Ahora le toca mover ficha al juez Santiago Pedraz o al sustituto de Garz¨®n que nombre el Consejo General del Poder Judicial. Eso s¨ª que ha producido un indisimulable alborozo en aquellos agoreros. Y se ha perdido el sigilo del que disfrut¨® la Guardia Civil para trabajar. Nada es lo mismo.
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