Espa?a se busca y encuentra a Iniesta

A Vicente del Bosque le preocupaba la falta de frescura f¨ªsica de sus jugadores y, sobre todo, la falta de ritmo futbol¨ªstico. El seleccionador sabe que al f¨²tbol se juega mejor cuanto m¨¢s continuada es la relaci¨®n de los integrantes del equipo. Intu¨ªa que, despu¨¦s de tanto tiempo sin jugar un partido juntos, les costar¨ªa encontrarse alrededor de la pelota. As¨ª fue. Espa?a salt¨® al campo y tard¨® en reconocerse. No tuvo el toque fluido de otras veces. Se sucedieron los pases imprecisos, los malentendidos, los desplazamientos excesivamente tocados o demasiado flojos y los desmarques a destiempo. Chirriaron los pistones del motor, saltaron algunas chispas, pas¨® un rato y un gol de Osama hasta que las piezas comenzaron a funcionar arm¨®nicamente. El que puso la gotita de grasa fue Iniesta, que llevaba meses sin competir y que ayer, en la hora que le toc¨® participar, fue el que mejor jug¨®.

Soplaba un viento fr¨ªo. Las nubes de lluvia bajaban descargando chaparrones por el valle y la tarde era desapacible. Del Bosque dispuso un 4-1-4-1, con Villa como ¨²nico punta, para potenciar aquello que mejor hace la selecci¨®n: asociarse en el medio, tener la pelota y llegar con muchos. Pero el equipo no consigui¨® juntarse, ni dar velocidad al juego. Xabi, Xavi y Busquets no lograron jugar a dos toques. Las imprecisiones acarrearon desajustes defensivos y las l¨ªneas se abrieron demasiado. Por ah¨ª entraron los ¨¢rabes para hacer sufrir a Busquets y los centrales. Espa?a necesita el bal¨®n para agruparse defensivamente. Cuando lo pierde, sufre. Los ¨¢rabes no dieron ninguna facilidad. Abdoh, Al Fraidi y Hazari tiraron paredes y aprovecharon el espacio que se abri¨® entre Busquets y sus centrales. As¨ª, lo que se preve¨ªa como un ensayo tranquilo se convirti¨® en un episodio fatigante. Un cabezazo de Ramos al larguero no intimid¨® a los en¨¦rgicos asi¨¢ticos. Hazari respondi¨® con un tiro al exterior de la red. Cinco minutos despu¨¦s, Osama se elev¨® sin problemas en el ¨¢rea peque?a y cabece¨® un c¨®rner al fondo de la red. Casillas sali¨® al vac¨ªo. Manote¨® una sombra antes de girarse y mirar el estropicio.

Espa?a recuper¨® el pulso a medida que se familiarizaban sus jugadores con el bal¨®n. En esa fase del partido se vieron los padecimientos de Arbeloa, tan acostumbrado al juego directo del Madrid y ahora obligado a colaborar en la creaci¨®n. Hay futbolistas que necesitan un periodo de adaptaci¨®n largo y los hay que tienen suficiente con 15 minutos. Iniesta pertenece a la segunda categor¨ªa. Es de los que comprenden las situaciones m¨¢s dif¨ªciles del juego. Ayer no necesit¨® llegar a tanto cuando baj¨® a ofrecerse, recibi¨® de Xavi y encar¨® a Shuhail antes de hacerle un amague, ganar un metro sin esfuerzo aparente y centrar el bal¨®n a Villa templadito a la frente para que lo empujara a la red.

"?Vamos! ?Vamos!". Los gritos y las palmas de ¨¢nimo de Puyol resonaban en todo el estadio. Los jugadores espa?oles parec¨ªan avergonzados de encontrar problemas ante una selecci¨®n que no ir¨¢ al Mundial. Una especie de reacci¨®n rabiosa acab¨® metiendo a los saud¨ªes en su ¨¢rea. Pero Espa?a no lleg¨® con claridad a posiciones de disparo y solo pudo adelantarse con un tiro de Xabi, que enganch¨® un rechace al borde del ¨¢rea.

La tranquilidad de Espa?a dur¨® poco. Hasta el gol de Alnumare, que empat¨® aprovechando otro error defensivo. Para entonces, el partido se hab¨ªa roto. La entrada de Pedro, Javi Mart¨ªnez y Navas le puso v¨¦rtigo. El ingreso de Llorente termin¨® por redondear el tono ¨¦pico de algo que cada vez ten¨ªa menos cadencia de amistoso y m¨¢s de carrera contrarreloj. Faltaba un minuto para el final cuando Xabi Alonso bot¨® un c¨®rner desde la derecha y Llorente se elev¨® sobre los centrales para pegar el frentazo. El bal¨®n se fue a las mallas y el punta del Athletic abri¨® los brazos en cruz para abrazarse a todos sus compa?eros, que le agradecieron su contribuci¨®n.