Conciliador y poco dado al amiguismo

Son pocos los vinculados al mundo del arte que no conocen a Carlos Urroz (Madrid, 1966). Por su trabajo en la subdirecci¨®n de Arco con Rosina G¨®mez-Baeza, en la galer¨ªa Helga de Alvear o la sala de exposiciones de la Comunidad, en Alcal¨¢ 31.

Ha sido el ajo de casi todas las sopas art¨ªsticas que se han cocido dentro y fuera de este pa¨ªs durante los ¨²ltimos treinta a?os. Conciliador y poco dado al amiguismo, Urroz se presenta como la ¨²ltima posibilidad de salvar una feria que agoniza.

Pocos minutos despu¨¦s de conocer que hab¨ªa sido el elegido, Urroz declaraba que era el momento de ponerse a trabajar. La elecci¨®n de un comit¨¦ asesor es su primer objetivo. No parece que tenga problemas de colaboraci¨®n, porque las opiniones de los galeristas eran un¨¢nimes a favor del nuevo responsable.

"Hay que dejar de hablar y echar todas las manos posibles para que la feria se recupere", dec¨ªa ayer Juana de Aizpuru, inventora y ex directora de Arco y presencia imprescindible en las ferias de todo el mundo.

Junto a ese comit¨¦, tendr¨¢ que dar a conocer en breve las bases de la cita, escoger a los participantes y reconstruir la presencia internacional. Su dominio de seis idiomas y el tratar de t¨² a t¨² a los grandes coleccionistas le va a facilitar, sin duda, el dif¨ªcil reto al que ha aceptado enfrentarse.