Aclimataci¨®n psicol¨®gica

Nevaba sobre las cumbres del R?tikon y ca¨ªa la lluvia sobre el valle de Montafon, ayer por la tarde, y sobre la cabeza imponente del seleccionador espa?ol, Vicente del Bosque. Pero nada parec¨ªa importar al t¨¦cnico, que no pudo dejar de sonre¨ªr extasiado durante la media hora que dur¨® el calentamiento de Espa?a. Ante ¨¦l, a un par de metros, Cesc, Xavi, Alonso, Silva, Piqu¨¦, Torres, Puyol y Pedro hicieron un rondo a un toque como solo se puede ver en el equipo espa?ol. Tocaban con todos los perfiles, interior, empeine, exterior y tac¨®n, y a tal velocidad que la circulaci¨®n imposible de la pelota parec¨ªa insinuar una forma superior de comunicaci¨®n, una armon¨ªa, una met¨¢fora de la felicidad. Se re¨ªa Del Bosque porque estaba contento y estaba contento porque la superioridad t¨¦cnica de sus jugadores le brinda una ventaja t¨¢ctica y fisiol¨®gica.

Por debajo de 2.000 metros no hace falta adaptaci¨®n. La sede m¨¢s alta est¨¢ a 1.767

El m¨¦dico de la selecci¨®n espa?ola, ?scar Celada, dijo al llegar a los Alpes que la concentraci¨®n en Schurns ten¨ªa como objetivo la aclimataci¨®n a unas condiciones parecidas a las que encontrar¨¢ el equipo al llegar a Sud¨¢frica, el 11 de junio, rozando el invierno austral, con temperaturas pr¨®ximas al cero y riesgo de precipitaciones en forma de lluvia o incluso nieve. Algunos jugadores pensaron que Schurns se encontrar¨ªa a m¨¢s de 1.000 metros para aproximarse a la localidad sudafricana de Potchesfstroom, el lugar de residencia del equipo, que est¨¢ a una altitud de 1.400 metros sobre el nivel del mar. Sin embargo, el viaje desde la concentraci¨®n madrile?a de Las Rozas al hotel de Schurns tuvo un desnivel negativo de 18 metros, pues el pueblo austriaco est¨¢ a 700 metros y Las Rozas a 718.

El fisi¨®logo Julio C¨¦sar Legido Arce, director de la Escuela de Medicina de la Educaci¨®n F¨ªsica de la Universidad Complutense, asegura que por debajo de los 2.000 metros el organismo no necesita aclimataci¨®n. Mucho menos, en el caso de un equipo que fundamenta su estilo de juego en la habilidad para controlar el bal¨®n. "En Madrid estamos casi a 800 metros sobre el nivel del mar y no hay grandes problemas", dice Legido; "la peque?a merma que excepcionalmente puedan tener los jugadores de la selecci¨®n como consecuencia del cambio de altura la van a suplir con la preparaci¨®n f¨ªsica y sobre todo porque son grandes t¨¦cnicos. La buena t¨¦cnica ayuda mucho en el f¨²tbol, en el que el componente aer¨®bico es importante, pero el anaer¨®bico es decisivo. El talento hace que la precisi¨®n sea mayor y el desgaste f¨ªsico sea menor".

El campo m¨¢s alto de Sud¨¢frica es Ellis Park, en Johanesburgo, y se encuentra a 1.767 metros. Ah¨ª jugar¨¢ Espa?a contra Honduras 10 d¨ªas despu¨¦s de aterrizar, el 21 de junio. El profesor Legido asegura que para entonces los jugadores estar¨¢n totalmente aclimatados: "A 2.000 metros puede haber una peque?a disminuci¨®n de la capacidad aer¨®bica, pero el componente explosivo, la velocidad, que es lo m¨¢s importante en el f¨²tbol, no se va a ver afectada. Mucho menos hoy en d¨ªa, con los futbolistas tan bien preparados f¨ªsicamente. No obstante, puede haber algunos jugadores que se sientan afectados, pero ser¨ªan casos excepcionales. Las adaptaciones a m¨¢s de 2.000 metros tardan dos semanas. Pero la peque?a adaptaci¨®n que necesiten para ajustarse a los 1.700, ese aumento en la producci¨®n de gl¨®bulos rojos y de hemoglobina, les tomar¨¢ unos ocho d¨ªas".

"Espa?a ganar¨¢ el Mundial", enfatiza Legido, que se considera amigo de Del Bosque. "Es un psic¨®logo excepcional", le califica; "no les tiene que decir nada a los jugadores. Les induce, nada m¨¢s". Siguiendo la pista psicol¨®gica, Legido descarta que los futbolistas espa?oles, desde un punto de vista fisiol¨®gico, necesiten adaptarse en Austria al fr¨ªo que encontrar¨¢n en Sud¨¢frica. En este sentido, Jorge Carretero, el portavoz de la federaci¨®n, afirma que la elecci¨®n de los Alpes como centro de preparaci¨®n se hizo con m¨¢s fines psicol¨®gicos que otra cosa: "La temperatura en Schruns ronda los 10 grados y, adem¨¢s, permite a los jugadores cambiar de aires".

Xabi Alonso dio fe del convencimiento de la tropa cuando ayer alab¨® el clima tirol¨¦s: "Nos encontramos muy bien porque las condiciones de temperatura y altitud son parecidas a las que encontraremos en Sud¨¢frica. Ya estuvimos en el Tirol durante la Eurocopa y nos sentimos muy a gusto".