Una deuda con la poes¨ªa de Chile
Las Academias celebran a Neruda y Mistral con dos ediciones conmemorativas
Hay deudas que tardan en zanjarse. Gabriela Mistral (1889-1957) muri¨® hace m¨¢s de medio siglo y, hasta ayer, pocos la hab¨ªan puesto en su sitio. Ni siquiera el nobel de Literatura (1945) la coron¨® entre el Olimpo po¨¦tico. Ninguneada por algunos grandes como Borges, como si la poes¨ªa de una maestra fuese un g¨¦nero menor, tampoco le han hecho justicia quienes la han venerado en miles de homenajes sensibleros. Secuestrada "entre la leyenda negra y la leyenda blanca", en palabras del director de la Real Academia Espa?ola (RAE), V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, la poetisa chilena cuenta con una edici¨®n conmemorativa, publicada por la editorial Alfaguara, la asociaci¨®n de academias de la lengua espa?ola y la RAE, que la sienta en el pedestal que merece. "Padeci¨® de cierto ternurismo y un halo de poetisa cuando en realidad es una voz desgarrada", plante¨® Garc¨ªa de la Concha.
El terremoto impidi¨® presentar los libros en el Congreso de la Lengua
La elecci¨®n de Gabriela Mistral tuvo como grandes valedores al Gobierno y a la Academia chilenos. La RAE y el resto de academias se inclinaban por dedicar la obra especial a Pablo Neruda, tambi¨¦n chileno, tambi¨¦n poeta, tambi¨¦n Nobel de Literatura. As¨ª que la decisi¨®n fue salom¨®nica: dos ediciones conmemorativas que deber¨ªan haberse presentado en Chile en el marco del congreso de la lengua que frustr¨® un demoledor terremoto. "Quer¨ªamos homenajear toda la deuda con Am¨¦rica", dijo Garc¨ªa de la Concha ante el auditorio lleno de Casa de Am¨¦rica.
En esa tarde de deudas pendientes, tambi¨¦n son¨® a ajuste con su propia infancia el reconocimiento del fil¨®sofo y acad¨¦mico Emilio Lled¨® hacia la poes¨ªa nerudiana. Confes¨® que hab¨ªa sido un "ni?o de la guerra" que hab¨ªa buscado "cobijo" en Pablo Neruda. A diferencia de Mistral, el poeta goza de un reconocimiento universal que ha sido editado infinitas ocasiones. Aun as¨ª, la Antolog¨ªa general presentada ayer incluye un texto in¨¦dito: San Pancho, el nombre de la chabola en la que se refugi¨® Neruda cuando fue perseguido por la dictadura. La edici¨®n de Neruda, preparada por el acad¨¦mico cubano Hern¨¢n Loyola, incluye un recorrido por su biograf¨ªa y textos en prosa que dan pistas sobre el contexto vital que alimentan sus versos. La obra de Mistral fue preparada por el acad¨¦mico chileno Cedomil Goic.
No hay grandes encuentros entre la poes¨ªa de Neruda y Mistral -recitada ayer por los actores Juan Diego Botto y Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n-, pero s¨ª entre algunas peripecias biogr¨¢ficas y pol¨ªticas, como el compromiso social o sus estancias europeas. Lled¨® se detuvo en otra coincidencia: el "fen¨®meno de ocultaci¨®n" que delatan sus nombres art¨ªsticos. Ella naci¨® como Lucila Godoy Alcayaga y ¨¦l, Neftal¨ª Ricardo Reyes. Clara Jan¨¦s record¨® el momento en que se cruzan Neruda y Mistral por primera vez. ?l ten¨ªa 16 a?os y la poetisa, 31. El gran consejo que le da al joven Ricardo Reyes es que lea a los rusos.
'Babelia' en la feria
- La revista cultural de EL PA?S lleva la feria a su blog, Papeles perdidos.
- 10.00. V¨ªdeo. ?Qu¨¦ personaje le hubiera gustado ser? Responde la escritora Donna Leon, desde el Retiro.
- 12.00. Cuento en cadena. Los lectores contin¨²an el relato Silla para alguien, iniciado por Andr¨¦s Neuman.
- 18.00. Chat. Ciclo Temas clave de la literatura. Am¨¦rica Latina en el siglo XXI, con Jorge Volpi.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.