El delirio de una arist¨®crata
El psiquiatra C¨¢ndido Polo retrata la extraordinaria vida de Margarita Ruiz de Lihory desde el trastorno megal¨®mano que padec¨ªa
Decir que la vida de Margarita Ruiz de Lihory y Resino (1889-1968) fue apasionante es quedarse muy corto. Gracias a su extraordinaria habilidad para las relaciones sociales trat¨® a algunas de las personalidades m¨¢s influyentes de su tiempo y encarn¨® como pocas la figura de la arist¨®crata glamourosa de la Belle Epoque. Pero tambi¨¦n tuvo que cargar, a lo largo de sus ¨²ltimos a?os, con la leyenda negra que le persigui¨® tras el truculento episodio en el que se vio envuelta en 1950 tras seccionar la lengua, sacar los ojos y amputar la mano derecha de su hija fallecida.
El psiquiatra C¨¢ndido Polo ha recuperado la ins¨®lita vida de Ruiz de Lihory en un ensayo en el que, m¨¢s que su vida, lo que ha hecho es "recorrer el delirio que va paralelo a su biograf¨ªa", lo que ha dado como resultado "una patograf¨ªa".
La baronesa cort¨® la mano de su hija muerta como reliquia
Sangre azul. Vida y delirio de Margarita Ruiz de Lihory, que ha recibido el premio Juan Gil-Albert del Ayuntamiento de Valencia, relata los episodios m¨¢s destacados de la vida de la atractiva y seductora marquesa de Villasante y baronesa de Alcahal¨ª bajo el prisma del trastorno delirante que sufr¨ªa, su megaloman¨ªa y su ansia de reconocimiento social. Hija de un alcalde de Valencia, fue reconocida por la burgues¨ªa de la ciudad como Regina dels Jocs Florals de Lo Rat Penat de 1907 y desde entonces aliment¨® un papel protagonista que la acompa?¨® toda la vida. Tras abandonar a su marido e hijos -en una Espa?a en la que las mujeres ni pod¨ªan votar-, Miguel Primo de Rivera le encarg¨® misiones de espionaje en Marruecos, donde conoci¨® a Francisco Franco y al dirigente de la resistencia rife?a contra Espa?a Abd-el-Krim. En Estados Unidos conoci¨® a Henry Ford y retrat¨® -era una buena pintora- a John Calvin Coolidge, el presidente del pa¨ªs. Colabor¨® con los conservadores de la II Rep¨²blica y fue quintacolumnista en Barcelona durante la Guerra Civil.
Todo ello no le evit¨® acabar -aunque estuvo poco tiempo- en el psiqui¨¢trico de Carabanchel tras resultar involucrada en el descuartizamiento de su hija muerta -los relatos de la ¨¦poca apuntan que deseaba guardar reliquias de la peque?a-, resultado de un estallido del desequilibrio psicol¨®gico que le acompa?¨® a lo largo de toda su vida, sin el cual no se explica una trayectoria tan excepcional. A trav¨¦s de numerosos testimonios y documentos, como el informe psiqui¨¢trico de su ingreso en el sanatorio, Polo traza un perfil cl¨ªnico de la paciente. Y el diagn¨®stico es concluyente: el motor de la vida de la marquesa y baronesa fue el delirio megal¨®mano que impuls¨® sus actos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.