El alcance de un asalto
El sangriento ataque a la flotilla de Gaza acent¨²a la creciente soledad internacional israel¨ª
La muerte de los activistas propalestinos turcos a bordo del buque con ayuda humanitaria con destino a Gaza tendr¨¢ consecuencias para la pol¨ªtica israel¨ª, m¨¢s all¨¢ de que la investigaci¨®n imparcial del asalto, solicitada tanto por el Consejo de Seguridad como por la Alianza Atl¨¢ntica y la Uni¨®n Europea, d¨¦ resultados o quede en agua de borrajas. Estados Unidos se ha visto atrapado entre dos lealtades por la irresponsabilidad del Gobierno israel¨ª, y el esfuerzo para impedir una condena expl¨ªcita en la ONU le obligar¨¢ a redoblar la insistencia para que Netanyahu levante el atroz e inhumano embargo sobre Gaza. Israel hab¨ªa conseguido hasta ahora mantener fuera del primer plano internacional esta estrategia monstruosa e injustificable, pero ahora la suerte de un mill¨®n y medio de palestinos sometidos deliberadamente a crueles privaciones est¨¢ bajo los focos.
El ataque israel¨ª ha deteriorado, adem¨¢s, sus relaciones con Turqu¨ªa, una de las pocas l¨ªneas de avance diplom¨¢tico de la que cab¨ªa esperar alg¨²n resultado desde el estancamiento de las negociaciones de paz. El error israel¨ª es de tal magnitud que resulta dif¨ªcil determinar si ha obedecido a un fallo de c¨¢lculo potenciado por la mala fortuna o, por el contrario, responde a un tortuoso maquiavelismo. El Gobierno de Erdogan, que ya ten¨ªa dificultades para explicar su apuesta diplom¨¢tica en Oriente Pr¨®ximo ante su opini¨®n p¨²blica, se ha visto forzado a endurecer el discurso contra Israel. Y puede que tenga que perseverar si Israel intenta ventilar la investigaci¨®n imparcial sobre estos hechos como ha hecho con otros esc¨¢ndalos del pasado.
El resto de los actores internacionales, desde la Uni¨®n Europea a pa¨ªses ¨¢rabes como Egipto y Jordania, y, hasta cierto punto, Siria, han quedado diplom¨¢ticamente desbordados por el ataque israel¨ª, imposibilitados, al menos por alg¨²n tiempo, para sugerir v¨ªas intermedias de avance en la estabilizaci¨®n de la regi¨®n. En contrapartida, la radicalizaci¨®n del clima internacional que ha propiciado el Gobierno de Netanyahu con su acci¨®n insensata ha ofrecido un inquietante espacio de protagonismo a Ir¨¢n, justo cuando los interrogantes que suscita su programa nuclear estaban de nuevo en el centro de la preocupaci¨®n internacional. No es solo un coste de imagen lo que Israel deber¨¢ pagar. La creciente soledad de Israel podr¨ªa transformarse en mayor debilidad ante riesgos que su propio Gobierno est¨¢ excitando.
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