La serenidad l¨²cida de Blas de Otero
M¨¢s de treinta a?os despu¨¦s de la muerte del poeta bilba¨ªno, acaso el m¨¢s hondo y exigente de su generaci¨®n, aparece, como antesala de la pr¨®xima publicaci¨®n de la poes¨ªa completa, su tan esperado libro in¨¦dito Hojas de Madrid con La galerna con pr¨®logo de Mario Hern¨¢ndez y edici¨®n de Sabina de la Cruz, viuda del poeta y profunda conocedora de su obra. Al hablar de libro in¨¦dito es obligado hacer algunas precisiones: se trata de dos poemarios en un solo volumen; casi la mitad de los 306 poemas que lo integran han sido publicados, en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas, en revistas, antolog¨ªas y recopilaciones varias; el resto "han permanecido rigurosamente in¨¦ditos hasta hoy", tal y como subraya Sabina de la Cruz en su nota previa. La ordenaci¨®n, decidida por la propia Sabina, es cronol¨®gica, puesto que Blas de Otero siempre fechaba cada poema. Ello no obsta para que Hojas de Madrid con La galerna sea, en su condici¨®n de libro, de propuesta global, una obra in¨¦dita. No compuesta, como pudiera pensarse, por materiales sobrantes, prescindibles, sino por textos a la altura de lo mejor de su autor, de un alt¨ªsimo nivel y de una madurez serena y contagiosa, casi perturbadora, que mira a C¨¦sar Vallejo, a Machado, al Alberti del exilio, a Nazim Hikmet, a Rimbaud entre otros. Acaso quepa objetar a su edici¨®n la falta de un ¨ªndice que informe al lector de qu¨¦ poemas son rigurosamente in¨¦ditos y cu¨¢les y d¨®nde fueron publicados el resto.
Hojas de Madrid
con La galerna (1968-1977)
Blas de Otero. Edici¨®n de Sabina de la Cruz
Pr¨®logo de Mario Hern¨¢ndez
Galaxia Gutenberg / C¨ªrculo de Lectores
Barcelona, 2010. 397 p¨¢ginas. 22 euros
Todos ellos fueron escritos entre julio de 1968 y mayo de 1977, a?os de tr¨¢nsito a la democracia, y de esa peripecia existencial habla la primera parte (el primer libro), Hojas de Madrid. La integran poemas apegados al tiempo hist¨®rico, en los que las urgencias de un compromiso construido desde su nunca negada militancia comunista se ven cruzadas por un hondo deseo de serenidad, por un impulso vitalista, de gozo de lo cotidiano, de recuperaci¨®n de la memoria de la ni?ez y de reconciliaci¨®n con los paisajes y escenarios de la juventud. Todo ello, atravesado por la experiencia de un amor renovado, por la conciencia de la enfermedad (fue operado de un tumor pulmonar) y por la presencia de la muerte. La primera secci¨®n de Hojas la constituyen poemas compuestos en Madrid, reci¨¦n llegado de Cuba, en el proceso de adaptaci¨®n a una realidad nueva. En la segunda, ser¨¢ el viaje a Bilbao, la recuperaci¨®n del mar y de los paisajes de la infancia y los amigos. Las dos ¨²ltimas secciones nos muestran a un Blas de Otero muy poco conocido: una poes¨ªa intimista (aunque siempre con ventanas a lo colectivo), sencilla y culta a la vez, una poes¨ªa de lo cotidiano, en la que el amor, la casa y sus rincones, un raro fervor dom¨¦stico, juegan un papel esencial. Un aire de sosiego, cierto distanciamiento ir¨®nico que bromea con la tradici¨®n y una madurez vital hija de los m¨¢s duros a?os de la dictadura encuentran cauce en una l¨ªrica de gran tensi¨®n expresiva y formalizada, siempre con eficacia y originalidad, mediante las m¨¢s diversas opciones (sonetos de una dif¨ªcil e innovadora perfecci¨®n, verso libre de tono conversacional, casi prosaico, juegos vanguardistas, poemas breves de factura cl¨¢sica, canciones populares o con ecos de la l¨ªrica medieval). En La galerna encontramos la cr¨®nica poetizada de los estados depresivos del poeta durante los a?os 1973 y 1974. Aunque la mayor parte de los poemas trata de la intimidad m¨¢s honda, de la pugna de Blas de Otero con una realidad hostil, dura, condicionante de sus equilibrios emocionales, el poeta no abandona la iron¨ªa, ni la reflexi¨®n sobre la poes¨ªa como b¨¢lsamo para las heridas propias y ajenas (la enfermedad, el ni?o perdido, Vietnam, Camboya), sobre la moralidad del poema y el misterio de la escritura y sobre su experiencia viajera, casi n¨®mada, durante dos d¨¦cadas. Es una poes¨ªa moderna en su acepci¨®n m¨¢s profunda, una poes¨ªa directa que no desde?a el experimento y que bebe de la complejidad del yo, que tiene algo de trastienda ¨ªntima, de rec¨¢mara del libro Hojas de Madrid y en la que experimenta y juega con el lenguaje a pesar de los estados depresivos que la originan. Si la tardanza en la aparici¨®n de este libro gener¨® no poca desconfianza respecto a su contenido, llevando a pensar que los mejores poemas estaban ya publicados en revistas y antolog¨ªas, su lectura desmiente de modo radical esa sospecha. Estamos ante un libro mayor, ante uno de los m¨¢s importantes poemarios publicados en lo que va de siglo.
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