Israel y los jud¨ªos
El "Estado de los jud¨ªos" se convierte en protagonista de la semana, tanto por el llamamiento de JCall, firmado por personalidades afines al movimiento sionista, como por el ataque a la flotilla de solidaridad con Gaza
Coloquio en Londres sobre la pol¨ªtica exterior de Obama y sus supuestos "regalos" a sus enemigos. ?Mi tesis? Un florilegio de citas de Sun Tzu, aquel general chino de la ¨¦poca de los Reinos Combatientes que ha permanecido en los anales gracias a un tratado genial de estrategia militar destinado al rey Ho Lu. "Si te es posible, somete al enemigo sin combatir" (el Ir¨¢n de Ahmadineyad)... O: "La guerra es similar al fuego; el que no quiere deponer las armas perece consumido por sus armas" (la retirada programada del cuerpo expedicionario de Irak). O: "Si tu enemigo est¨¢ unido, div¨ªdelo" (el famoso discurso de El Cairo, que sembr¨® una beneficiosa discordia entre esa mayor¨ªa que se identifica con el islam moderado y la minor¨ªa -de momento- de los fascislamistas recalcitrantes)... O: "La regla es que el general mejor informado es el que triunfa" (?qu¨¦ otra cosa ten¨ªa en mente el cuadrag¨¦simo cuarto presidente de Estados Unidos cuando se decidi¨®, al poco de empezar su mandato, a poner un poco de orden en las agencias de informaci¨®n norteamericanas?). O incluso: "Trata bien a tus prisioneros; alim¨¦ntalos como a tus propios soldados" (Guant¨¢namo, Abu Ghraib...). S¨¦ que el caso Obama es ya muy complicado: mestizo, Kenia, Hawai, un poco de islam, Indonesia... Pero, de todos modos, creo que no comprenderemos nada ni del personaje ni de su conducci¨®n de los "asuntos exteriores" si no tenemos en cuenta una dimensi¨®n y una complejidad complementarias: este es el m¨¢s chino de los presidentes americanos.
Estoy seguro de que la "flotilla humanitaria" ten¨ªa m¨¢s en cuenta el impacto medi¨¢tico que la miseria del pueblo
Ciertos dirigentes de Israel se creen solos en el mundo y rechazados. El autismo no es una pol¨ªtica. Ni una estrategia
"Jud¨ªos contra Israel", rezaba el titular del Lib¨¦ration de hoy refiri¨¦ndose a ese otro coloquio que inauguro ma?ana, domingo, en Tel Aviv y que, bajo la ¨¦gida del peri¨®dico Haaretz y de la Embajada de Francia en Israel, pretende reflexionar sobre el ideal democr¨¢tico com¨²n a nuestros dos pa¨ªses. El Lib¨¦ration se refiere tambi¨¦n al llamamiento de JCall, que firm¨¦ junto con otras personas y sostiene, en particular, que la solidaridad -por principio y en sus principios- incondicional con lo que Theodor Herlz bautiz¨® como "Estado de los jud¨ªos" no puede existir sin libertad de expresi¨®n frente a los eventuales desaciertos de cualquiera de sus gobernantes. El titular de Lib¨¦ration es absurdo, por supuesto. Desafortunada y completamente absurdo, pues los signatarios de ese llamamiento no se han movilizado "contra", sino "por" Israel. Entre ellos, Alain Finkielkraut, infatigable adversario de quienes reprueban a Israel. Entre ellos, Elie Barnavi, que fue uno de los m¨¢s brillantes embajadores en Europa del nada sospechoso Ariel Sharon, as¨ª como Avi Primor, uno de los m¨¢s ilustres pioneros de la muy sionista Agencia Jud¨ªa. Entre ellos, un hombre, servidor, que desde el primer d¨ªa de la guerra desencadenada por los iranosaurios de Hezbol¨¢, durante el verano de 2007, insisti¨® en dirigirse al frente norte para compartir el d¨ªa a d¨ªa de los ciudadanos israel¨ªes bombardeados. Todos estos signatarios afirman dos cosas simples. Que la incondicionalidad sin di¨¢logo no es ni democr¨¢tica ni, a¨²n menos, sionista. Y que existen situaciones en las que, retomando el t¨ªtulo de un famoso libro de Amos Oz, hay que ayudar a los pueblos a divorciarse: por supuesto, no imponerles esto o lo otro ni, a¨²n menos (me he pasado la vida luchando contra ello), idear no s¨¦ qu¨¦ "boicot", sino proponer embajadores, facilitadores de la paz, mediadores de buena voluntad -el Estados Unidos de Obama, la Francia de ese otro amigo de Israel que es Nicolas Sarkozy, o Europa.
Las medidas de control son tales que ya hab¨ªa escrito esta columna cuando me he enterado, en Tel Aviv, de la calamitosa operaci¨®n de inspecci¨®n llevada a cabo por unidades del Tsahal contra esos seis barcos zarpados de Turqu¨ªa con intenci¨®n de forzar el bloqueo de Gaza. En el momento de escribir estas l¨ªneas tengo, como todo el mundo, muy poca informaci¨®n sobre lo que realmente ha sucedido. Estoy seguro de que no tardaremos en saber que esta "flotilla humanitaria" solo ten¨ªa de humanitaria el nombre; que se aprovechaba de los signos y los s¨ªmbolos, y que ten¨ªa mucho m¨¢s en cuenta el impacto medi¨¢tico que la miseria de un pueblo; y que la rama turca de los Hermanos musulmanes -o incluso alguna fuerza de gobierno en Turqu¨ªa-, que est¨¢ detr¨¢s de esta provocaci¨®n, ten¨ªa buenas razones para rechazar la propuesta israel¨ª de una escala en el puerto de Ashdod para poder inspeccionar el contenido de las bodegas de los nav¨ªos. Pero aun as¨ª. Estoy seguro, igualmente, de que el Tsahal que yo conozco, el Tsahal que economiza vidas humanas y es adepto a la pureza de las armas, ese ej¨¦rcito no s¨®lo ultrasofisticado, sino profundamente democr¨¢tico, cuya conducta en tiempo de guerra he alabado tantas veces, podr¨ªa haber actuado de otra forma y evitado este ba?o de sangre. Y si yo hubiera tenido una duda, una sola, sobre la conveniencia de una mayor vigilancia por parte de los amigos de Israel; si me hubiera quedado una duda, una sola, sobre la importancia de este JCall y de la disyunci¨®n que permite entre el apoyo sin falla a Israel y la necesaria cr¨ªtica de las malas acciones de un mal Gobierno, esta iniciativa a la vez est¨²pida, irresponsable, criminal y, para el propio Israel, desastrosa, habr¨ªa zanjado la cuesti¨®n. Luto. Tristeza. Ira, tambi¨¦n, ante esa tentaci¨®n por parte de ciertos dirigentes de Israel que consiste en creerse solos en el mundo e indefectiblemente rechazados, y en actuar en consecuencia. El autismo no es una pol¨ªtica. Ni, a¨²n menos, una estrategia. Es importante decirlo. Y con firmeza.
Traducci¨®n: Jos¨¦ Luis S¨¢nchez-Silva
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.