Vasos medio llenos
Regreso de un intenso viaje a Sarajevo, donde se ha celebrado la reuni¨®n de los ministros de Asuntos Exteriores de la UE y los pa¨ªses de los Balcanes organizada por la presidencia espa?ola de la Uni¨®n Europea.
Para los que ven el vaso medio lleno, los ¨²ltimos seis meses han sido los mejores que ha vivido la regi¨®n en los ¨²ltimos 20 a?os. Aunque las puertas de Europa no se han abierto completamente, la supresi¨®n de visados con Macedonia, Serbia y Montenegro, a los que se sumar¨¢n pr¨®ximamente Bosnia, Albania y, eventualmente, Kosovo, ha sido como abrir las ventanas a Europa y permitir que entren nuevos aires.
A un lado, Croacia est¨¢ a punto de concluir las negociaciones de adhesi¨®n a la UE, lo que ser¨¢ una se?al importante para toda la regi¨®n, ya que desmentir¨¢ que la UE, "fatigada" por las sucesivas ampliaciones, no est¨¢ dispuesta a cumplir con los compromisos adquiridos hace ahora 10 a?os. Al otro, existen esperanzas de que serbios y kosovares puedan comenzar pronto unas conversaciones directas tendentes a normalizar las relaciones entre sus dos pa¨ªses y hacer m¨¢s f¨¢cil la vida de sus ciudadanos. A juzgar por el nulo n¨²mero de incidentes de violencia inter¨¦tnica, la normalizaci¨®n parece estar abri¨¦ndose camino.
Muchos l¨ªderes de los Balcanes siguen instalados en el corto plazo y en la negativa a superar el pasado
La reciente aprobaci¨®n por parte del Parlamento serbio de una resoluci¨®n donde se reconocen y condenan los horribles cr¨ªmenes cometidos en Srebrenica en 1995 por las milicias serbias ha abierto un camino todav¨ªa m¨¢s ambicioso y no menos dif¨ªcil: el de la reconciliaci¨®n. Pero hay m¨¢s: en Sarajevo, el ministro de Exteriores serbio ha aceptado sentarse en la misma mesa que su colega kosovar durante cuatro horas y escuchar su intervenci¨®n como todos los dem¨¢s.
Para ello han sido necesarios malabarismos diplom¨¢ticos, como quitar todas las banderas de los pa¨ªses de los Balcanes o eliminar de los visores de la mesa los nombres de los pa¨ªses para que constaran solo los nombres de los ministros y no sus Estados de procedencia, pero lo importante se ha logrado. Un ejercicio similar, organizado por Eslovenia en Brdo hace dos meses, fracas¨®, as¨ª que el m¨¦rito de Espa?a es innegable. Dos a?os despu¨¦s de la declaraci¨®n de independencia de Kosovo, la presidencia de la UE ha proporcionado a Espa?a una inmejorable oportunidad para adoptar una posici¨®n m¨¢s equilibrada y constructiva entre ambas partes y rehacer su imagen como un actor que puede contribuir a la estabilidad en la regi¨®n.
Para los que ven el vaso medio vac¨ªo, sin embargo, la situaci¨®n no es ni mucho menos tan buena. Muchos l¨ªderes pol¨ªticos de la regi¨®n siguen instalados en el corto plazo y en la negativa a dejar el pasado atr¨¢s. En Bosnia, el pa¨ªs sigue bloqueado por un sistema de Gobierno completamente disfuncional que exige el consenso de las tres comunidades, cada una con su presidencia, para aprobar hasta el ¨²ltimo acuerdo. Se trata de un pa¨ªs que no tiene una Constituci¨®n en sentido estricto, sino un acuerdo de paz firmado en una base militar estadounidense (Dayton) que claramente hay que superar. Lo mismo puede decirse de Serbia, un pa¨ªs que ser¨ªa el primero en entrar en la UE si los l¨ªderes se atrevieran a confesar a sus ciudadanos que la independencia de Kosovo es irreversible; de Albania, donde la clase pol¨ªtica se muestra incapaz de alternarse ordenadamente en el poder; o del propio Kosovo, donde el Gobierno se niega a entender que la corrupci¨®n y el mal gobierno socavan por completo su precaria legitimidad internacional. En todos los discursos europeos se repite el mismo mensaje: la Uni¨®n Europea puede ayudar y facilitar, pero no puede sustituir la voluntad de los l¨ªderes.
El proyecto europeo, que promet¨ªa realizarse de forma completa y pac¨ªfica despu¨¦s de la ca¨ªda del muro en 1989, se torci¨® en los Balcanes, donde se cometieron y se siguen cometiendo muchos errores, pero todo ellos son, en ¨²ltimo extremo, responsabilidad de aquellos que entonces sacrificaron su futuro a la satisfacci¨®n de sus instintos ¨¦tnicos y que ahora sacrifican su futuro europeo en juegos de corto plazo electoral. La UE lleva 10 a?os reafirmando la perspectiva europea de los Balcanes y animando las reformas, pero al ritmo actual es dif¨ªcil pensar que 2020 marque, como muchos desear¨ªan, la fecha de adhesi¨®n a la UE.
En una ocasi¨®n, una persona que asist¨ªa a una conferencia m¨ªa protest¨® en su intervenci¨®n porque yo hab¨ªa usado la met¨¢fora del vaso medio lleno o medio vac¨ªo. "T¨ªpico de ustedes los polit¨®logos", me dijo. "Yo soy ingeniero y lo tengo claro: su problema es que el vaso es demasiado grande". Es una reflexi¨®n que los l¨ªderes de los Balcanes deber¨ªan tener en cuenta: mucha gente piensa de ellos que no son capaces de llenar el vaso europeo sencillamente porque les viene demasiado grande. jitorreblanca@ecfr.eu
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