Inolvidable

Quiero expresar en p¨²blico mi gratitud hacia Federico Trillo. Es lo menos que puedo hacer, tras el inmenso alivio que me han procurado sus ¨²ltimas declaraciones. Porque, hace un mes escaso, mientras me manifestaba, como tantos otros espa?oles, contra un auto judicial b¨¢rbara y grotescamente injusto, los portavoces de su partido nos acusaron de intentar tumbar las instituciones democr¨¢ticas de nuestro pa¨ªs.

Sus recientes palabras han contextualizado de manera admirable aquellas soflamas. Porque nosotros, es cierto, pon¨ªamos en duda la actuaci¨®n del juez Varela desde nuestra humilde condici¨®n de ciudadanos particulares, y en defensa de los intereses de, al menos, 113.000 familias a quienes se les niega el derecho de enterrar con dignidad a sus seres queridos. ?l, en cambio, act¨²a en representaci¨®n de todo un partido pol¨ªtico al correr en auxilio de Camps, todo un presidente auton¨®mico, para respaldar sus denuncias de que el caso G¨¹rtel es un montaje de funcionarios corruptos al servicio del Gobierno.

Me atrevo a suponer que Trillo no arremete s¨®lo contra un juez, sino contra toda la judicatura y, de propina, contra los fiscales y contra las fuerzas de seguridad del Estado. Perd¨®nenme si me equivoco, porque soy muy ignorante en esta materia. Lo ¨²nico que s¨¦ es que un art¨ªculo de la Constituci¨®n establece la igualdad de los espa?oles ante la ley. La b¨¢rbara, grotesca discrepancia entre la memoria de 113.000 v¨ªctimas de una dictadura sanguinaria y los intereses electorales de un pol¨ªtico que sabe agradecer los regalos que recibe, ha fijado la lectura que hace el PP del citado art¨ªculo de la Constituci¨®n. En su opini¨®n, el juez Varela es una instituci¨®n democr¨¢tica fundamental; sus colegas, todo lo contrario. ?Qui¨¦n intenta tumbar ahora la democracia? Muchas gracias, se?or Trillo. Le aseguro que nunca olvidar¨¦ sus palabras.