"A los mexicanos nos llamaban vagos, pero ya no pueden"
El padre de Genaro M. Padilla trabajaba como herrero en los ferrocarriles de Nuevo M¨¦xico. La madre, que solo ten¨ªa estudios de primaria, a menudo repet¨ªa a sus hijos que si consegu¨ªan un t¨ªtulo universitario ya nunca tendr¨ªan que disculparse ante los americanos.
Genaro alcanz¨® el famoso sue?o americano hace 25 a?os en la universidad de Berkeley (California). "Si por sue?o se entiende el hecho de que empec¨¦ a desempe?ar la profesi¨®n que m¨¢s me gusta en una de las mejores universidades del mundo, yo lo consegu¨ª. Y fue gracias a mi madre". Sus hermanos tambi¨¦n: uno es profesor, otro m¨¦dico y otro abogado. Padilla tiene 60 a?os, cinco hijos y es especialista en literatura de chicanos, la que escriben los estadounidenses de origen mexicano. Recomienda leer a Ana Castillo (Tan lejos de Dios) y a Sandra Cisneros (Caramelo).
El profesor de literatura chicana en Berkeley conquist¨® el sue?o americano
Pod¨ªa haber elegido un restaurante mexicano, pero de eso ya tiene de sobra en California. "En Alburquerque, donde nac¨ª, cuando vas a un restaurante directamente te preguntan: ?qu¨¦ quiere usted, rojo o verde? Y ya sabes que se refieren al chile; cuanto m¨¢s picante, mejor". El almuerzo se desarrolla en ingl¨¦s y espa?ol, aunque se expresa mejor en ingl¨¦s. En la mesa elige todo lo que suena espa?ol: setas boletus, Rioja y solomillo de buey. Estos d¨ªas ser¨¢ inevitable que le pidan su opini¨®n sobre la pol¨¦mica ley de Arizona que permitir¨ªa identificar a cualquiera con aspecto hispano y solicitarle la documentaci¨®n que acredite su nacionalidad estadounidense. "Esa ley discrimina a la gente en funci¨®n de su aspecto. No tiene sentido, como tampoco lo tiene levantar un muro en la frontera para impedir la entrada de mexicanos. La gente seguir¨¢ viniendo. Siempre ha sido as¨ª".
El hecho de que Barack Obama alcanzase la presidencia ha inyectado optimismo en muchos hispanos, seg¨²n Padilla. "Cuando yo era joven, hab¨ªa una expresi¨®n que me enojaba mucho: dumb mexican, est¨²pido mexicano. Hoy en d¨ªa esa expresi¨®n sigue vigente, aunque disfrazada. Se suele decir que no se les dan bien las matem¨¢ticas, que no sirven para estudiar... El peligro consiste en interiorizar esas frases. Cuando uno, sin ser consciente, empieza a creerlas, ya est¨¢s empezando a perder. Antes llamaban vagos a los mexicanos, pero est¨¢ claro que ya no pueden llamarles eso porque algunos tienen hasta dos y tres empleos para sacar adelante a su familia".
Padilla cree que la primera meta de los hispanos ha de ser la educaci¨®n. "En California, la mitad de los estudiantes en primaria son latinos. Pero como las escuelas p¨²blicas son muy malas, llegan muy pocos a la universidad. Y eso es un problema, porque de ah¨ª salen los l¨ªderes del futuro". Cuando le preguntan de qu¨¦ parte de M¨¦xico es, Padilla siempre responde: "De Nuevo M¨¦xico". Le suelen replicar: "Vale, pero tus padres, ?de d¨®nde son?". Y Padilla insiste: "De Nuevo M¨¦xico". Hay quienes perseveran: "?Y tus abuelitos?" Y ¨¦l: "De Nuevo M¨¦xico tambi¨¦n".
Mucho antes de que la ley de Arizona pusiera el punto de mira en los latinos, los abuelos de Padilla ya hablaban espa?ol en Estados Unidos.
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