"La moda se ha vuelto aburrida y llena de ansiedad"
El narcisismo, el sexo, la imperfecci¨®n y el rid¨ªculo forman partes casi iguales de la obra del fot¨®grafo alem¨¢n Juergen Teller. Afincado en Londres desde 1986, Teller es uno de los fot¨®grafos de moda m¨¢s influyentes de las ¨²ltimas d¨¦cadas gracias a ese inmaculado realismo sucio marca de la casa que atraves¨® el coraz¨®n de las revistas de tendencias a principios de los noventa para que nada volviera a ser lo mismo. Ayer se inaugur¨® en la sala Alcal¨¢ 31, organizada por la Comunidad de Madrid y dentro del festival PhotoEspa?a, su exposici¨®n Calves&Things. M¨¢s de un centenar de im¨¢genes por las que circulan Charlotte Rampling, Vivienne Westwood o Yves Saint Laurent pero en las que solo hay un verdadero protagonista: el propio Juergen Teller.
Uno se sienta al lado del fot¨®grafo conociendo perfectamente d¨®nde est¨¢n sus cicatrices, la forma de su barriga cervecera o la de su sexo. "Pero eso no quiere decir que exponga mi intimidad", aclara ¨¦l. "En todo caso, la represento". Teller empez¨® a fotografiarse a s¨ª mismo y a su familia a principios de 2000: "No recuerdo exactamente cu¨¢ndo, pero recuerdo perfectamente por qu¨¦. Estaba absolutamente agotado de fotografiar a otros. Sobre todo a actrices. Me hab¨ªa quedado seco despu¨¦s de lidiar con sus neurosis. Necesitaba retratar a alguien que no me replicara. Al principio el impacto f¨ªsico me result¨® muy extra?o, pero me ayud¨® a hacer nuevas preguntas y a acercarme mejor a los dem¨¢s. Entend¨ª mejor el proceso".
Teller puede contar una tragedia, un cuento o un chiste casi con los mismos elementos. Basta como ejemplo de eso que ¨¦l define como "impulso est¨¦tico" su pulpo sobre unas s¨¢banas blancas: ?un brutal s¨ªmbolo sexual, una broma de dudoso gusto o una f¨¢bula color rosa? "Me gustan los cuerpos desnudos", a?ade minutos despu¨¦s se?alando sus retratos de dos mujeres maduras, Westwood y Rampling. Esta ¨²ltima le abraza como un beb¨¦ desnudo o come el caviar que cae sobre su pene. "Es una mujer muy importante en mi vida, pero a un nivel personal, me ha dado muchos consejos que me han ayudado mucho. Su cuerpo me parece precioso, me gusta como me gusta un ¨¢rbol, es algo puro. Como fot¨®grafo de moda me enfrento demasiadas veces a la m¨¢scara de la ropa cuando lo que me interesan son las personas, su piel y su m¨²sculo, esas diferencias que los hace preciosos".
Bebe agua para despejar la resaca de la noche anterior, fuma y habla mirando a la ventana y no a la cara del interlocutor. Pese a eso afirma: "soy un fot¨®grafo directo, que sabe mirar a los ojos. Y eso ha sido muy importante en mi trabajo, la gente conf¨ªa en m¨ª, s¨¦ tranquilizar". Al preguntarle si es de esos fot¨®grafos que van con un c¨¢mara a todas partes reta: "?De verdad lo piensa? Detesto la fotograf¨ªa documental y no me gustan los fot¨®grafos que se r¨ªen de la gente. La realidad me interesa para vivirla, digerirla y, luego, retratarla. Busco experiencias y con una c¨¢mara en la mano es dif¨ªcil tenerlas".
Un v¨ªdeo de s¨ª mismo contemplando la final del Mundial de 2002 entre Alemania y Brasil le sirve para confesar ese lugar com¨²n tan inconfesable de la c¨¢mara terap¨¦utica. "Cuando contempl¨¦ mi rostro durante un partido me vino a la cabeza toda la agresividad de mi padre alcoh¨®lico haciendo exactamente lo mismo que yo ante el televisor. Quise filmarme para ver exactamente esa acumulaci¨®n de idiotez que tenemos todos los seres humanos y que tanto me aterraba".
Si eso es arte o no es una respuesta que no le corresponde a este fot¨®grafo que cuando intenta explicar el secreto de sus ya c¨¦lebres campa?as de publicidad para Marc Jacobs lo resume con extra?a emoci¨®n: "Es el resultado de confianza y lealtad. ?l me dej¨® solo y eso fue un buen revulsivo. La moda se ha vuelto aburrida y llena de ansiedad y un profundo conservadurismo. Pero aqu¨ª no hab¨ªa ni directores de arte ni estilistas poniendo la foto de un est¨²pido caballo al fondo. Yo ten¨ªa todo el poder. As¨ª que pens¨¦ que si mi figura contaba tanto era por algo, as¨ª que me utilic¨¦ y otra vez me interpret¨¦ a m¨ª mismo".
Babelia
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