El Papa pide a Zapatero que pare la ley de libertad religiosa
Berlusconi planta al presidente en una rueda de prensa
"?C¨®mo estamos?". Fue un saludo espont¨¢neo y campechano, quiz¨¢ demasiado para tratarse del Papa de Roma y estar en ese entorno tan imponente, la Biblioteca del Palacio Pontificio. Pero qued¨® claro que la empat¨ªa marc¨® el tercer encuentro entre Benedicto XVI y el presidente espa?ol, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, que le visitaba por primera vez en el Vaticano. Las diferencias no resueltas (el aborto, la ley de libertad religiosa, la ense?anza de religi¨®n) coexisten ahora con intereses pol¨ªticos comunes (Cuba, la ¨¦tica de la econom¨ªa, Oriente Pr¨®ximo). Y el Vaticano sabe reconocer, aunque no en p¨²blico, que el otrora temido Zapatero ha mejorado la aportaci¨®n econ¨®mica del Estado a la Iglesia.
Los 25 minutos de reuni¨®n sirvieron para "tratar los temas que suscitan debate", en palabras del propio Zapatero. Con respeto y en un tono siempre cordial, Ratzinger expres¨® sus recelos a la prometida ley de libertad religiosa, que es la principal discordia bilateral en este momento. Y sugiri¨® que preferir¨ªa que no prosperara.
Al Vaticano no le disgusta en absoluto la norma en vigor, aprobada en 1980. El Ejecutivo socialista defiende, y as¨ª se lo explic¨® Zapatero al Papa, que ser¨ªa conveniente adaptarla a los cambios experimentados por la sociedad espa?ola en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas, en las que se han consolidado importantes comunidades religiosas no cat¨®licas.
Sin embargo, fuentes de La Moncloa reconocen que la ley no figura en la agenda inmediata del Gobierno. No se cumplir¨¢ la promesa de aprobarla antes del verano y es muy improbable que se apruebe antes de final de a?o.
Sinton¨ªa sobre Cuba
El Vaticano subray¨® en su nota oficial que ambos Estados mantienen visiones comunes en econom¨ªa y pol¨ªtica exterior. Cuba es el nudo fundamental de este entendimiento. Zapatero explic¨® en su comparecencia posterior ante la prensa que Espa?a y el Vaticano insistir¨¢n en su pol¨ªtica de "di¨¢logo exigente" con las autoridades de la isla.
Las bases de ese di¨¢logo se sentaron en una reuni¨®n posterior con el secretario de Estado, Tarcisio Bertone, y el arzobispo Dominique Mamberti, encargado de las Relaciones con los Estados, que viaja este mes a La Habana. Particip¨® tambi¨¦n el ministro de Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos. Se trataron temas europeos y se acordaron pol¨ªticas concretas sobre derechos humanos y presos pol¨ªticos. El acuerdo se alarg¨® m¨¢s tarde a Italia, que se mostr¨® dispuesta a acoger, si llega el caso, a algunos ex presos del pa¨ªs caribe?o.
Tras el encuentro con el Papa, Zapatero acudi¨® a entrevistarse con Silvio Berlusconi. Pero esta cita no sent¨® bien en el Vaticano, que considera poco adecuado compartir visitas diplom¨¢ticas con el Estado vecino. Fuentes de La Moncloa se apresuraron a asegurar que la visita a Berlusconi se debi¨® a la insistencia de su anfitri¨®n.
Los dos jefes de Gobierno se reunieron durante media hora y comparecieron ante la prensa. Berlusconi se mostr¨® encantador con su invitado. Zapatero no pareci¨® darse por aludido ante los halagos y se limit¨® a citar la buena relaci¨®n entre los dos Gobiernos. Quiz¨¢ por eso, cuando el presidente espa?ol invit¨® a Berlusconi a dar paso a las preguntas, ¨¦ste se despidi¨® dejando estupefactos a los periodistas y a su hu¨¦sped. "Y ahora les dejo con Zapatero para que le pregunten por su visita al Vaticano. Yo le saludo como a un santo porque viene de ser bendecido por el Papa y est¨¢ en estado de gracia absoluta. Y me voy", dijo haciendo mutis entre sonrisas.
[Zapatero se reuni¨® tambi¨¦n por la noche en La Moncloa con el nuevo viceprimerministro brit¨¢nico Nick Clegg. El presidente explic¨® a Clegg el plan de ajuste espa?ol y recomend¨® tomar este tipo de medidas en bloque, inform¨® Efe]
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