Fomento plantea de nuevo suprimir el reparto de correo en zonas rurales
El Consejo Econ¨®mico y Social pide que se garantice el servicio a las aldeas
Los carteros del rural gallego vuelven a mirar con desconfianza una normativa llegada del Gobierno central. Si en 2007 el que desat¨® la alarma fue un decreto que por la presi¨®n sindical y social nunca se lleg¨® a aplicar -aunque tampoco se derog¨®- ahora es el anteproyecto de Ley de Servicio Postal Universal el que ha puesto en alerta al colectivo, que ayer estuvo de huelga en toda Espa?a. El Consejo Econ¨®mico y Social, ¨®rgano consultivo del Gobierno, acaba de hacer p¨²blicas las alegaciones sobre el borrador de la norma, que prev¨¦ excepciones en el servicio de recogida y env¨ªo universal por "circunstancias o condiciones geogr¨¢ficas especiales". El dictamen del consejo muestra su preocupaci¨®n por la prestaci¨®n efectiva del servicio postal universal a aquellos ciudadanos que habitan en el rural. "No est¨¢ suficientemente claro el papel reservado para los carteros en las aldeas", aseguran desde este ¨®rgano consultivo, que emiti¨® el dictamen de urgencia la semana pasada.
El texto del anteproyecto, respuesta a una directiva comunitaria para la que algunos pa¨ªses de la UE han pedido una moratoria de dos a?os, no especifica, sin embargo, qu¨¦ "condiciones geogr¨¢ficas especiales" tendr¨ªan que darse para que se produjese una excepci¨®n en el servicio universal, aunque el decreto de 2007, del que es heredero la nueva norma, da algunas pistas. Este texto, que aunque no se aplica est¨¢ en vigor, establece que las viviendas situadas a m¨¢s de 250 metros de una v¨ªa de comunicaci¨®n tendr¨¢n que valerse de buzones comunitarios para recibir el correo postal.
Los sindicatos rechazan esta norma, que afecta especialmente a Galicia, la comunidad m¨¢s envejecida y con la poblaci¨®n m¨¢s dispersa de Espa?a, junto a los caser¨ªos vascos y mas¨ªas catalanas. La huelga de ayer contra el anteproyecto de ley fue seguida por el 50% de los carteros en la comunidad gallega, seg¨²n las centrales, y por el 21%, seg¨²n Correos.
"El reparto postal se entiende como carga y no como servicio", lamenta Suso Rivas, de CC OO. Serxio Mart¨ªnez, secretario nacional de Correos de la CIG, entiende que el anteproyecto de ley supone una "discriminaci¨®n hacia el rural" y ahonda en la reducci¨®n de personal en los pueblos peque?os. "Con la nueva ley, el reparto en determinadas zonas queda en el aire", asegura Miguel N¨²?ez, cartero rural en Nogueira de Ramu¨ªn (Ourense).
La reducci¨®n de personal, con o sin ley, no es nueva en el rural gallego, especialmente en las provincias de Lugo y Ourense, m¨¢s envejecidas y con n¨²cleos de poblaci¨®n m¨¢s peque?os y dispersos. "En los ¨²ltimos a?os, se han perdido el 33% de los carteros rurales de la provincia de Ourense", lamenta N¨²?ez. La mayor¨ªa, porque los veteranos -los mismos que se conocen al dedillo los barrios y lugares, no siempre bien se?alizados en el rural- se jubilan y sus plazas no se vuelven a cubrir. La tarea de repartir el correo postal de la zona que pierde su titular es transferida normalmente a carteros de otras aldeas, con la consiguiente sobrecarga de trabajo.
"Los vecinos del rural pagan sus impuestos igual que los de la ciudad, tambi¨¦n la contribuci¨®n por sus casas, que son legales", recuerda con iron¨ªa Serxio Mart¨ªnez. "Que nuestra orograf¨ªa provoque que el servicio p¨²blico universal resulte m¨¢s caro en Galicia que en el resto del Estado no significa que haya que prescindir de ¨¦l", afirma N¨²?ez. Como ¨¦l, 1.284 carteros rurales recorren actualmente las aldeas gallegas, en las que trabajan la mitad de los distribuidores de correo de Espa?a. Tanto CIG como CC OO coinciden en afirmar que una reducci¨®n del servicio implicar¨ªa una p¨¦rdida de empleos en un colectivo que ha visto mermar sus efectivos en los ¨²ltimos a?os y que ha denunciado en varias ocasiones la dificultad para ser sustituidos en vacaciones.
Silencio de Fomento
En Correos no tienen dudas de que la reducci¨®n de servicios en el rural "no ocurri¨®, ni ocurre, ni ocurrir¨¢". Al menos as¨ª se refer¨ªan fuentes de la empresa p¨²blica al anteproyecto de ley presentado en mayo por Fomento. El ministerio que dirige Jos¨¦ Blanco da la callada por respuesta. "No vamos a decir nada porque la ley todav¨ªa est¨¢ en fase de anteproyecto", se?alan, antes de recordar que ya hay zonas a las que el cartero no llega todos los d¨ªas.
La reducci¨®n de servicios y puestos de trabajo en Correos no afecta ¨²nicamente a aldeas remotas: un municipio altamente industrial como O Porri?o ha visto mermar su personal de Correos en los ¨²ltimos tiempos, consecuencia, seg¨²n el delegado de Correos de CC OO, de un criterio de contrataci¨®n errado. "Para contratar personal se basan en el volumen de env¨ªos, no en la poblaci¨®n", explica el sindicalista. "Si el servicio p¨²blico lo miramos desde el punto de vista de la rentabilidad econ¨®mica, tenemos un problema", insiste.
Poco rentables -en t¨¦rminos econ¨®micos- para el Estado y a veces para ellos mismos. El cartero rural, a diferencia del resto de sus colegas de villas y ciudades, tiene que pagarse de su bolsillo el coche para llegar a los buzones. La desgravaci¨®n por el combustible no se actualiza todos los a?os.
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