Ocho meses como esclava
Una joven marroqu¨ª denuncia haber sido secuestrada, violada y explotada por un empresario de Vizcaya, detenido por la Ertzaintza - Dos c¨®mplices imputados
Solo pod¨ªa comer cuando ¨¦l estaba en casa. La violaba, insultaba y pegaba de forma reiterada. La obligaba a ponerle las zapatillas, a lavar y planchar la ropa para despu¨¦s revolverla y a servirle agua siempre que ten¨ªa sed. Durante ocho meses, Aquilino O. D., de 47 a?os, presuntamente retuvo y maltrat¨® en su piso de Barakaldo (Vizcaya) a una joven marroqu¨ª de 21 a?os a la que hab¨ªa contratado como asistenta. "La trataba como a una esclava", describen fuentes de la investigaci¨®n, abierta despu¨¦s de que la chica denunciara en un descuido de su supuesto captor.
Pero Aquilino, que fue detenido el martes, no actu¨® solo. Cont¨® con la colaboraci¨®n de un amigo, Ram¨®n, de 59 a?os, y de su propio hijo, un joven de 17. Seg¨²n la Ertzaintza, ambos, ahora imputados en la causa, sab¨ªan lo que ocurr¨ªa en el c¨¦ntrico piso de la localidad con mayor poblaci¨®n de Euskadi -100.000 habitantes-, tras las tres capitales y "no hicieron nada por evitarlo". De hecho, sol¨ªan vigilar a la joven cuando Aquilino O. D. no estaba en casa.
La v¨ªctima no cobraba y adelgaz¨® 10 kilos durante el cautiverio
Logr¨® escapar tras pedir el n¨²mero de la polic¨ªa en un locutorio
La chica apenas llevaba un a?o en Espa?a. Hasta el pasado mes de noviembre comparti¨® piso con una prima en Valencia. Fue entonces cuando respondi¨® al anuncio que Aquilino, propietario de un chalet en las afueras de la ciudad que usaba como segunda residencia, hab¨ªa puesto a trav¨¦s de una Empresa de Trabajo Temporal del municipio. Necesitaba una empleada del hogar para su piso de Barakaldo y ofrec¨ªa un sueldo de 600 euros al mes.
La chica acept¨® y se desplaz¨® con su jefe a Vizcaya. Aquilino es natural de Bilbao y est¨¢ empadronado en Barakaldo, pero sol¨ªa pasar temporadas en Valencia. De hecho, vivi¨® en la ciudad durante un tiempo con Ram¨®n, natural de la capital levantina. Seg¨²n figura en el Registro Mercantil, el presunto agresor fue nombrado en 2006 administrador ¨²nico de una inmobiliaria valenciana, que fue constituida ese mismo a?o. Sin embargo, esa compa?¨ªa no ha registrado ning¨²n movimiento empresarial desde su creaci¨®n.
Al poco de llegar, la joven empez¨® a sufrir abusos sexuales, vejaciones, insultos y agresiones f¨ªsicas continuas por parte de Aquilino, siempre seg¨²n la denuncia de la v¨ªctima. Tampoco percib¨ªa salario alguno, sino que su empleador le daba 100 euros de vez en cuando que ella enviaba a su familia en Marruecos. La joven ten¨ªa la documentaci¨®n en regla, pero, seg¨²n su testimonio, su jefe "la rompi¨®" al llegar a Barakaldo.
La v¨ªctima, que perdi¨® 10 kilos durante su cautiverio, permanec¨ªa encerrada bajo llave cuando se quedaba sola y solo pod¨ªa salir una o dos horas cada semana o cada 15 d¨ªas para comunicarse con su familia en un locutorio cercano. En esas ocasiones siempre iba acompa?ada de su secuestrador, del hijo de este, o de su amigo Ram¨®n, que viv¨ªa en otro piso pr¨®ximo. Sin embargo, la ¨²ltima vez que pis¨® la calle para llamar a sus familiares, el pasado lunes, aprovech¨® para gestionar su huida. Seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n, una vez en el locutorio, la chica pregunt¨® a una mujer el tel¨¦fono de la polic¨ªa. Al d¨ªa siguiente, cogi¨® un m¨®vil y pidi¨® auxilio. La Ertzaintza acudi¨® a la vivienda y detuvo a Aquilino, que pas¨® a disposici¨®n judicial y fue puesto en libertad el mi¨¦rcoles con la obligaci¨®n de presentarse en el juzgado los d¨ªas 1 y 15 de cada mes. Sobre ¨¦l y su c¨®mplice, Ram¨®n, pesa, adem¨¢s, una orden de alejamiento de la v¨ªctima. Ambos individuos y el menor, todos ellos sin antecedentes, contin¨²an imputados a la espera de que se se?ale la fecha del juicio. Sobre Aquilino pesan las acusaciones de detenci¨®n ilegal, abusos sexuales, lesiones y vejaciones. Estos delitos y faltas podr¨ªan traducirse en penas de hasta 18 a?os de c¨¢rcel.
A la Ertzaintza le consta que antes de contactar con la v¨ªctima, Aquilino ten¨ªa empleada a una rumana, pero no figuran denuncias por su parte.
La joven qued¨® en manos del ?rea de Igualdad del Ayuntamiento de Barakaldo y tras recibir atenci¨®n psicol¨®gica fue trasladada a un piso de acogida fuera del municipio. El Consistorio anunci¨® ayer que se personar¨¢ como acusaci¨®n popular en el juicio.
Algunos de los vecinos de la v¨ªctima describ¨ªan ayer a Aquilino, con quien manten¨ªan un pleito por impago de los gastos de la comunidad, como un hombre "chulo", que sol¨ªa adornarse con "joyas de oro". Muchos eran reticentes a hablar de ¨¦l por "miedo". "Es malo", resum¨ªa una residente en el mismo bloque, de cuatro alturas. Los vecinos nunca sospecharon nada. "La de veces que he pasado por aqu¨ª sin saber nada. Es horrible", se dol¨ªa una vecina. La direcci¨®n vasca de Atenci¨®n a las V¨ªctimas de la Violencia de G¨¦nero conden¨® los hechos, que "no hacen sino reforzar la posici¨®n de inferioridad en la que se encuentran las mujeres".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.