El estado de Andaluc¨ªa y Robin Hood
Los andaluces cre¨ªamos que el tiempo de las mentiras o de las rectificaciones sobre la marcha, hab¨ªa pasado. Los ciudadanos que siguieron por Canal Sur el debate sobre el estado de la comunidad, pudieron percibir cierta autocr¨ªtica cuando el presidente de la Junta, Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, admiti¨® que en la crisis econ¨®mica, se pudieron cometer errores. Falsa apreciaci¨®n. El debate acab¨® en un gran teatro de la farsa y de la confusi¨®n. El Gobierno y los socialistas, intentaron colar un paquete demoledor de subida fiscal que solo fue rectificado cuando el grupo popular denunci¨® p¨²blicamente la t¨¢ctica del enga?o: Gri?¨¢n presentaba la cara menos mala en el pleno, dejando para el BOJA y la letra peque?a el verdadero rostro de sus medidas, que habr¨ªan afectado a un m¨ªnimo de 368.862 andaluces.
Llevo dos a?os ofreciendo a Gri?¨¢n reformas que ¨¦l ha menospreciado
Yo me pregunto hoy qu¨¦ hubiera ocurrido si el PP no denuncia inmediatamente la verdadera dimensi¨®n de esa subida fiscal. Seguramente, que el Gobierno andaluz habr¨ªa firmado en el BOJA, sin mancharse, la m¨¢s sucia subida de impuestos que se recuerde. Que hoy se acuse a mi partido de haber montado un alboroto por esta cuesti¨®n es un insulto a la inteligencia de los andaluces. Porque fue la Junta de Andaluc¨ªa la que comunic¨® oficialmente la descomunal subida de impuestos y la que alborot¨® el sosiego institucional al rectificar sobre la marcha lo que hab¨ªa ocultado al pleno y a todos los andaluces.
El aumento impositivo oficialmente aprobado es un hito m¨¢s en la supeditaci¨®n de las pol¨ªticas de Gri?¨¢n a las de Zapatero. Se ha plegado al inter¨¦s demag¨®gico del socialismo de escenificar, cara a su desconcertado electorado, una subida de impuesto a los m¨¢s ricos tras el castigo a pensionistas y funcionarios.
Es curioso, y evidencia el fracaso de las pol¨ªticas socialistas en nuestra tierra, que en Catalu?a un rico sea el que gana m¨¢s de 120.000 euros y en Andaluc¨ªa el que gana m¨¢s de 80.000.
El presidente andaluz no ha tenido en cuenta la peculiaridad de Andaluc¨ªa: la segunda mayor tasa de paro de Espa?a no se combate retrayendo la inversi¨®n (p¨²blica y privada), espantando el consumo y ahuyentando a los creadores de empleo. Eso es remar a favor de la crisis.
?Y qu¨¦ decir del impuesto sobre las bolsas de pl¨¢stico de un solo uso! Es un impuesto indirecto nada anecd¨®tico que gravar¨¢ a todos los andaluces y lograr¨¢ aumentar el paro en las empresas andaluzas dedicadas al sector. Gri?¨¢n dijo que este impuesto ten¨ªa un car¨¢cter m¨¢s ecol¨®gico que recaudatorio, pese a que supondr¨¢ 95 millones de euros. Pero, adem¨¢s, ?existe alg¨²n producto en el que su impuesto sea superior en siete veces a su precio? Otro castigo al bolsillo de los andaluces.
Lo vengo repitiendo hasta la saciedad: junto a un plan de austeridad y de reducci¨®n del gasto p¨²blico, para subir la recaudaci¨®n el camino m¨¢s directo es estimular el crecimiento econ¨®mico. Todo lo dem¨¢s es demagogia ideol¨®gica. Gri?¨¢n ha hecho como Zapatero: poner las luces cortas y no ver m¨¢s all¨¢ de la coyuntura cortoplacista. Tampoco es para sorprenderse: lo que intent¨® hacer Gri?¨¢n con los impuestos -y que har¨¢ con menos prisas y m¨¢s pausas- fue el mismo error de Zapatero y el BOE con los ayuntamientos. El mimetismo de ambos en las equivocaciones y en el enga?o intencionado es ya preocupante.
Ambos negaron la crisis y tuvo que venir Europa a contarnos las verdades del barquero: que nuestra econom¨ªa y que nuestra tasa de paro se hab¨ªa convertido en el elemento m¨¢s t¨®xico contra la recuperaci¨®n europea. Si la crisis en Espa?a es m¨¢s profunda que en el resto de Europa, la de Andaluc¨ªa es m¨¢s profunda que en el resto de Espa?a.
Hace unos d¨ªas, el Banco Mundial alert¨® de la gravedad de la crisis espa?ola por su alt¨ªsimo nivel de paro. ?Qu¨¦ no ser¨¢ para Andaluc¨ªa, con un porcentaje de paro del 27%, casi el r¨¦cord de la Uni¨®n Europea?
La crisis, en su origen podr¨ªa ser un fracaso colectivo como sostuvo Gri?¨¢n. Pero se lo expliqu¨¦ en el pleno: es como aquel torero al que, herido en la plaza, su mozo de espada le dijo: "Maestro, menuda corn¨¢ nos han dado". Y el maestro, socarr¨®n hasta en el lecho del dolor, le espet¨®: "Mayormente a m¨ª". Todos sufrimos con la crisis de Espa?a y de Andaluc¨ªa, pero la corn¨¢ de la responsabilidad es mayormente de los que gobiernan.
Respecto al se?or Zapatero ya escrib¨ª en otro art¨ªculo c¨®mo el hombre que quiso ser Robin Hood ha acabado por convertirse en el sheriff de Nottingham, el antih¨¦roe que robaba a los pobres, acribill¨¢ndolos a impuestos. Y hoy, la igualdad de las pol¨ªticas de Zapatero y Gri?¨¢n alcanza tambi¨¦n a esa comparaci¨®n. El presidente andaluz se present¨® en el debate como el Robin Hood que iba a robar a los ricos para d¨¢rselo a los pobres: una subida de impuestos a partir de los 80.000 euros. Pero, en realidad, en muchos casos, es una penalizaci¨®n del ¨¦xito personal, una medida que oculta su verdadera intenci¨®n: la de no acometer un aut¨¦ntico plan de austeridad p¨²blico, de recorte de la administraci¨®n y de los sectores p¨²blicos empresariales.
Si al decretazo del se?or Gri?¨¢n, sumamos los recortes de Zapatero, m¨¢s la subida del IVA, de la luz y del IPC, estamos ante el mayor ataque contra el bolsillo de los andaluces.
Los socialistas me acusaron de estar dos a?os repitiendo lo mismo. Y por una vez, estamos de acuerdo: el tiempo del PP ha sido un tiempo vivo, insistente, nada pasivo, de propuestas y de reformas frente al tiempo muerto del conservadurismo, la pasividad, los intereses particulares y el aplazamiento de las decisiones que identifican a los gobiernos de Gri?¨¢n.
Llevo dos a?os insistiendo en la necesidad de redimensionar la administraci¨®n; llevo dos a?os exigiendo un plan de austeridad; llevo dos a?os denunciando malas pr¨¢cticas, como los contratos sin publicidad ni concurrencia, unos 7.000; llevo dos a?os alertando sobre la inmensa soledad de nuestros sectores productivos en la crisis.
Y llevo dos a?os ofreciendo al se?or Gri?¨¢n reformas que ¨¦l ha menospreciado. Los espa?oles pudieron comprobar, a trav¨¦s de la televisi¨®n, su intolerancia al darme la espalda cuando me acerqu¨¦ a su esca?o para entregarle un paquete de medidas contra la crisis. Casi la mitad de mi discurso sobre la comunidad estaba plagado de s¨ªes. En total, unas 30 posibilidades de acuerdo, que van desde el pacto presupuestario al de Europa, pasando por la educaci¨®n, la justicia y sin olvidar un chequeo a los 30 a?os de autonom¨ªa.
El Estado auton¨®mico es uno de los mayores ¨¦xitos de nuestra democracia y no es justo que se le demonice por las malas pr¨¢cticas de los sucesivos gobiernos socialistas. Andaluc¨ªa no puede seguir siendo lo que Blas Infante detect¨® hace un siglo: la tierra m¨¢s alegre con los hombres m¨¢s tristes. Con otras pol¨ªticas, lograremos que Andaluc¨ªa sea la tierra m¨¢s alegre con los hombres y las mujeres m¨¢s alegres.
Hace falta un cambio, pero ese cambio no es el de Chaves por Gri?¨¢n sino el de las nuevas pol¨ªticas y los nuevos tiempos con tres ejes que s¨®lo encarna el PP: la reducci¨®n del gasto p¨²blico, la austeridad en el ejercicio pol¨ªtico y el reformismo como tarea diaria. El cambio es convertir el potencial de nuestra calidad de vida, la mejor de Europa, en crecimiento econ¨®mico y empleo.
Javier Arenas es presidente del PP andaluz
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