Google quiere reinar en la tele
Los pr¨®ximos planes de la compa?¨ªa pasan por trasplantar el ¨¦xito de su buscador a la peque?a pantalla y fusionarla con Internet
Google es la principal entrada a Internet. Su buscador es utilizado por m¨¢s de 6 de cada 10 internautas en el mundo (9 de cada 10 en Espa?a). Pero Google no solo quiere reinar en la pantalla del ordenador. Tambi¨¦n aspira a hacerlo en el resto. En el m¨®vil, ha introducido su sistema operativo Android -el que gobierna todo el software del aparato- y se ha ganado en apenas un a?o y medio la confianza de los fabricantes, desplazando al Windows de Microsoft o al Symbian de Nokia. Android tambi¨¦n est¨¢ empezando a equipar los miniport¨¢tiles (netbook) y las tabletas de las primeras marcas inform¨¢ticas. La ¨²ltima pantalla que le quedaba era la televisi¨®n. Y Google ya ha dicho que est¨¢ dispuesto a intentarlo.
Intel, Logitech y Sony tambi¨¦n se han embarcado en el proyecto
La televisi¨®n es la principal destinataria del negocio publicitario
Las cadenas convencionales no controlar¨ªan el negocio web
Para que el plan tenga ¨¦xito hace falta que muchos fabricantes se unan
Por el momento, Google TV es s¨®lo un anuncio. El que ha realizado el consejero delegado de Google, Eric Schmitd, tras firmar un acuerdo con Sony, Intel y Logitech para desarrollar el proyecto. Pero puede cambiar el panorama televisivo, dejando sin sentido se?as de identidad como las cuotas de pantalla y los programas de m¨¢xima audiencia. Y, a¨²n m¨¢s importante, puede dar un vuelco radical a la financiaci¨®n de las cadenas y sus fuentes publicitarias, como ya lo ha hecho Google News con el periodismo escrito, en una m¨¢s que dif¨ªcil convivencia con los editores que culpan al buscador de parasitismo por utilizar sus contenidos indiscriminadamente para su negocio de publicidad.
?Qu¨¦ pretende ser Google TV? Seg¨²n el v¨ªdeo explicativo difundido por la empresa, el televidente se sentar¨¢ en su sof¨¢ y al encender su televisi¨®n tendr¨¢ un buscador que le permitir¨¢ seleccionar el programa o la pel¨ªcula que desee. El buscador, como ocurre con el de Internet, le dar¨¢ los resultados alojados en las webs de las cadenas, productoras y dem¨¢s proveedores de todo el mundo que sirvan sus contenidos. El usuario s¨®lo tendr¨¢ que elegir, pulsar y ver su programa favorito en el momento que le apetezca, programarlo o grabarlo.
Google dice que no tiene por qu¨¦ haber conflicto con las televisiones, porque ser¨¢n estas las que decidan los contenidos que ponen a su disposici¨®n, y si son gratuitos o de pago. Aunque muchos ponen en entredicho esa neutralidad. Para empezar, si Google TV triunfa, las plataformas que ofrecen televisi¨®n bajo el protocolo de Internet (IPTV) mediante banda ancha, como Imagenio, ver¨ªan estrangulado su negocio. Aunque el cambio m¨¢s importante ser¨ªa que las cadenas convencionales dejar¨ªan de controlar el negocio web, todav¨ªa embrionario, pero clave en un futuro muy cercano, dejando que Google enlace sus programas y se lleve de paso un pellizco del pastel publicitario hasta ahora solo en sus manos.
Internet esta cada vez m¨¢s presente en nuestras vidas, desplazando a la televisi¨®n. La aparici¨®n de los m¨®viles inteligentes (smartphones), que permiten la navegaci¨®n por la Red ha aumentado a¨²n m¨¢s ese dominio.
Por ejemplo, Internet ya supera en Espa?a a la televisi¨®n como el medio m¨¢s usado. El ¨²ltimo estudio de Mediascope Europe se?ala que los espa?oles se pasan 13,3 horas semanales navegando en Internet frente a las 13 horas que dedican a la televisi¨®n. Esa distancia crece a¨²n m¨¢s a medida que baja la edad de la poblaci¨®n.
Google sabe que Internet es imparable y desea integrarlo de una vez por todas en la televisi¨®n. Para ello usar¨¢ su infalible sistema operativo Android que, a diferencia de otros como Windows de Microsoft o los que usa Apple (tanto en sus port¨¢tiles como en m¨®viles), es abierto y gratuito y permite desarrollar todo tipo de aplicaciones. Esa caracter¨ªstica le ha hecho un arma temible en los m¨®viles. En 2009, Android multiplic¨® por seis su cuota de mercado en los smartphones. Y los nuevos modelos de miniport¨¢tiles y tabletas, expresamente desarrollados para Internet, est¨¢n incorporando Android.
Para que Google TV sea un ¨¦xito hace falta que muchos fabricantes de televisores se unan al proyecto. Por el momento solo est¨¢ Sony, aunque Google conf¨ªa en atraer al resto. Y siempre queda la posibilidad de comprar un descodificador que permita ver Google TV en cualquier televisor.
El proyecto plantea dudas. El usuario es renuente a apilar m¨¢s cajas en torno a su televisor o a comprar uno nuevo (los primeros valdr¨¢n en torno a los 625 euros) salvo que obtenga un beneficio palpable: ver gratis o a precio muy asequible sus programas favoritos El streaming -ver v¨ªdeos o escuchar m¨²sica por Internet sin necesidad de descargarla- est¨¢ calando cada vez m¨¢s en los h¨¢bitos. La web musical Spotify o la de v¨ªdeos seriesyonquis.es son buena prueba de ese ¨¦xito. Pero es una ruina para los due?os de los contenidos. Spotify, que funciona con acuerdos con las discogr¨¢ficas, ha tenido que restringir su acceso por exigencia de los sellos. De la web de v¨ªdeos, que enlaza contenidos sin permiso, no reciben nada, y algunas cadenas han tenido que cambiar los horarios de sus series estrellas porque muchos internautas ya la hab¨ªan visto por estas p¨¢ginas.
En Google TV nadie asegura que, pasada la promoci¨®n, el televidente no utilice el buscador como una p¨¢gina de enlaces para llegar a sus programas favoritos a coste cero. ?Por qu¨¦, por ejemplo, pagar por un partido de la Liga si se puede captar de una televisi¨®n asi¨¢tica que lo emite en abierto?
La televisi¨®n es la principal destinataria de la inversi¨®n publicitaria (representa el 42% del total). En 2009, se destinaron 2.368 millones de euros, un 23,1% menos. Internet es el tercer medio preferido por los anunciantes (11,6% del total), aunque en el ¨²ltimo a?o fue el ¨²nico segmento que creci¨® (+4,96%), seg¨²n los datos de los expertos en publicidad IAB e Infoadex. El pastel es demasiado apetitoso para que Google no intente hincarle el diente. Aunque a¨²n no ha dicho c¨®mo compartir¨¢ la tarta publicitaria entre cadenas. Dice que lo est¨¢ estudiando. Que vayan afilando los cuchillos las cadenas.
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