El detenido por estrangular a una mujer dej¨® el cad¨¢ver en su portal
La fallecida llevaba un registro de los domicilios a los que se desplazaba
La mujer de 20 a?os que muri¨® estrangulada el pasado viernes en M¨¢laga fue hallada frente a la casa del principal sospechoso del crimen. "La tir¨® en la calle, como quien baja la basura", contaba ayer una fuente policial. El supuesto homicida, un camarero espa?ol de 31 a?os, al que el juez ha mandado a prisi¨®n, la llam¨® de madrugada para mantener relaciones sexuales con ella y acab¨® estrangul¨¢ndola en su propia vivienda. Se trata de la segunda prostituta asesinada en la Costa del Sol en apenas dos meses.
El crimen del pasado viernes conmocion¨® al vecindario de la populosa barriada de La Luz. Muchos residentes cre¨ªan que la mujer viv¨ªa all¨ª e incluso especulaban sobre su vida o compa?eros de piso. Pero la mujer, de nacionalidad uruguaya, compart¨ªa una vivienda en la barriada de Capuchinos, a unos cinco kil¨®metros. Aquella madrugada acudi¨® al n¨²mero 10 de la calle alcalde Jos¨¦ Mar¨ªa Corona, porque su supuesto asesino pidi¨® sus servicios por tel¨¦fono.
La polic¨ªa cree que el sospechoso pidi¨® despu¨¦s a su madre que limpiara la casa
Dos prostitutas han muerto asesinadas en M¨¢laga en lo que va de a?o
La v¨ªctima, consciente de los peligros que entra?a su actividad, adoptaba medidas de autoprotecci¨®n. Anotaba el tel¨¦fono desde el que la llamaban y las direcciones a las que se desplazaba para que la persona que viv¨ªa con ella supiera donde estaba. El detenido la llam¨® por primera vez sobre las cinco y media de la madrugada. Hablaron varias veces, hasta que la joven cogi¨® un taxi que la llev¨® hasta la vivienda. "Le dio el n¨²mero del piso cambiado, as¨ª que baj¨® a la puerta a recibirla", relatan fuentes cercanas al caso.
A las 6.53, un vecino alertaba a la Polic¨ªa de que hab¨ªa una joven tirada en aquella misma acera. Vest¨ªa un pantal¨®n vaquero y una camiseta de algod¨®n. En el cuello ten¨ªa una marca morada, probablemente ocasionada por una cuerda o una cinta.
Todav¨ªa se desconoce el motivo del crimen. El sospechoso fue detenido el viernes por la tarde en el bar en el que trabajaba. Se neg¨® a declarar ante la Polic¨ªa. "Discutir¨ªan por alg¨²n motivo, normalmente es por dinero, y la situaci¨®n se le ir¨ªa de las manos", especulan los agentes. Con todo, los investigadores han logrado reunir un abanico de pruebas que apuntan al detenido como principal sospechoso y que han llevado al juez a enviarle a prisi¨®n preventiva.
"Sac¨® el cuerpo a la calle cuando amanec¨ªa, porque a esa hora ya no ten¨ªa m¨¢rgenes de movimiento para trasladar el cad¨¢ver a otro sitio", considera una fuente cercana al caso. "Despu¨¦s, se march¨® del lugar y llam¨® a su madre para pedirle que limpiara la casa", a?ade.
Durante toda la ma?ana, los funcionarios del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa trabajaron en las diversas l¨ªneas de investigaci¨®n. A mediod¨ªa, dos agentes uniformados custodiaban la entrada al portal donde encontraron el cuerpo y no permit¨ªan que los periodistas accedieran al inmueble. En el interior, agentes del grupo de homicidios preguntaban a los vecinos si aquella noche hab¨ªan o¨ªdo algo extra?o. "Algunos se sobresaltaron con unos gritos, pero pensaron que era una pareja del bloque conocida por sus discusiones. Curiosamente, a aquella hora estaban dormidos", explican los investigadores.
En sus pesquisas dieron con el taxista que llev¨® a la mujer a la vivienda, y que identific¨® al detenido. Tambi¨¦n llamaron a la puerta del piso donde supuestamente muri¨® la mujer. Los investigadores creen que la madre estaba dentro, pero no les quiso abrir hasta que todo estuviera limpio.
Se trata de la segunda meretriz que es asesinada en la provincia este a?o. El cuerpo de Alla Medofova, ucraniana de 36 a?os, sigue sin encontrarse. La Polic¨ªa hall¨® en un paraje de Mijas peque?os restos ¨®seos quemados cuyo ADN coincide con el de la mujer y que corresponder¨ªan a una mano, aseguran fuentes policiales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.