Feroces due?os de perros
Volvemos a leer noticias de asesinatos a cargo de los catalogados como "perros potencialmente peligrosos". Ser¨ªa hora de aceptar que el Real Decreto de 2002 que, con un inexplicable grado de ingenuidad, pretend¨ªa disminuir esos asesinatos (no pueden aceptarse como accidentes), merece una revisi¨®n en profundidad.
La preservaci¨®n de la diversidad gen¨¦tica en la naturaleza y la protecci¨®n de especies animales o vegetales, nada tiene que ver con la existencia de unos frankensteins caninos, artificialmente producidos con el objeto de comportarse como efectivos carniceros. Lo peor del caso es que algunos ni siquiera tienen la disculpa de haber sido dise?ados para las actividades cineg¨¦ticas, sino claramente para el repulsivo negocio de las peleas a muerte.
Las medidas de control psicol¨®gico de sus due?os y manejo de sus mascotas en p¨²blico se han demostrado in¨²tiles, y no digamos de los ataques en el ¨¢mbito familiar. Hay dos tipos de propietarios de esos perritos; los ingenuos del "si el m¨ªo es muy educado y no mata ni una mosca", o los que necesitan ese tipo de "acompa?antes" para demostrar su hombr¨ªa. A los primeros cabr¨ªa aconsejarles que hay otros animales de compa?¨ªa realmente pac¨ªficos, y a los segundos que soliciten apoyo psicol¨®gico para corregir sus problemas de personalidad.
En alg¨²n pa¨ªs cercano se plante¨® la f¨®rmula de prohibici¨®n de toda la lista de dichas "razas" y la castraci¨®n de los ejemplares vivos de ambos sexos para lograr su eliminaci¨®n en unos 10 o 15 a?os. ?No es esta una medida razonable y necesaria.
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